-¡Viniste, mi amado! Te esperaba. Deja que esta noche sea la nuestra. ¿Cuánto tiempo puedes estar conmigo?
-Dos horas, quizás tres.
-Es poco, pero bastará. No es última vez. ¿Lo ves? No te he engañado. Ningún vecino. Ninguna pelea. No soy más una difícil estúpida. ¿Quieres que yo fuera para ti una chica valiente, traviesa y fácil?
Las últimas palabras que fueron dichas a la vez con la excitación sexual que estaba aumentando y ha llevado su obsesión apasionada hasta la condición máxima posible. Y sólo debido a una decisión de hacer durar más el placer, él no abalanzaba sobre Lena, cómo un tigre sobre la presa, pero en vez de eso se sentó al diván y ordenó:
-¡Ven aquí, moza!
Lena vino, obedeciendo. Albert metió la mano por debajo de la falda y empezó a tocar las más privadas áreas. Lena jadeaba y entrecerraba los ojos. No había ni bragas ni bañadores debajo de la falda. Fue visto que ella se ha preparado para encontrarse. De hecho, ella le permitía hacer todo, así confirmando las palabras de su propia accesibilidad.
De repente ella sonrió y dije, meneando del dedo y bromando:
-¡Oh, eres travieso! Viniste con el mismo pijama, pero niegas que me visitó última vez, finges, como si no supieras de qué digo. Era tú, claramente que tú. Antes tampoco dudaba.
-¡E incluso, si así fuera, no serviría de nada! - no dijo, sino cantó bromando, pero correctamente, estas palabras de Germán de la última escena de la ópera "La dama de picas".
-Alik, ¿sabes que desde esta cosa podemos recibir el placer diez veces más, pero la mayoría de gente no lo adivina, su imaginación es desarrollada pobremente, incluso si se le ocurriera, a pesar de eso, ello dejaría sólo una imaginación. Sin embargo, puedes hacerlo que quieres conmigo. Soy tu deudora, por lo tanto, permitiré todo, soportaré todo, sin tomar ofensa.
Después de decirlo, ella empezó desnudar y en un minuto estaba de pie delante de él desnuda completamente.
Albert recordó a Sveta. Sacó un cigarrillo del bolsillo y fumó. Todavía mirando atentamente a la chica pelirroja y desnuda que estaba de pie delante de él, pronunció:
-Quiero apagar el cigarrillo sobre tus nalgas.
Lena palideció, pero dijo:
-No tengo derecho rehusar. Diciéndolo, ella abrió la puerta del armarito i tomó un trapo blanco y limpio. - Haz una mordaza y mételo a la boca, porque puedo gritar, sin ser capaz de soportar.
La mano extensa a él con el trapo, muy temblaba. Albert entendió que ella no es una masoquista, pero sólo quiere coincidir con su gusto.
-Cambié de idea. No me gustaría lastimar a las mozas.
-¿Me pones a prueba?
-Mastúrbate frente a mí hasta del primer orgasmo.
Lena hizo a un lado el trapo y comenzó a actuar con dedos en la entrepierna. Pronto ella gimió voluptuosamente, retorciéndose e inclinando la cabeza detrás.
-Dime, ¿cómo quieres tú? - finalmente ella pronunció. - Quiero que obtuvieras el placer conmigo y estoy de acuerdo con cualquier tipo del sexo, tú lo sabes.
De repente Albert recordó las palabras que lo excitaron y las le repitió a ella:
-Está valiente, traviesa y fácil conmigo.
Ella acercó a él, sin avergonzarse, agarró el objeto de pasión y se empaló sobre ello y empezó a dar saltos.
-¿No estoy valiente? ¿No estoy traviesa? ¿No soy fácil? - ella estaba repitiendo a través de la respiración apasionada. - Oh oh oh.
Ambos congelaron en la misma posa y parecía a ellos, como si cayeran a la otra dimensión. El mundo terrestre se convirtió en paraíso.
Albert pasó en el hogar de ella menos de tres horas, pero logró tener sexo con ella tres veces. Lena era hermosa e incomparable de su propia manera.
-Yo quería pedirte un favor - él dijo justo antes de salir. Durante este período, él logró haber volado en secreto a casa cinco veces. - Deja Nadia viviría unos días en tu apartamento. Para que no me preocupara. Algún día te narraré para lo cual debemos actuar así.
Él se sorprendió, viendo que le gusta tal proposición.
-Podéis venir incluso mañana.
-Bien. Ella vendrá mañana de hecho. Sólo la acompañaré.
Esta noche su esposa constató que esta vez fue más agradable con el marido que habitualmente. También él mismo fue alegre y feliz que siempre. Por lo tanto, ella estaba muy sorprendida, cuando Albert le dijo a ella que el asesinato de Tolik de que ella ha aprendido de Lena, puede tener que ver con ellos en tal grado que es peligrosamente continuar a vivir en el hogar incluso a ella.
-¿Permitirá Lena pasar las noches en su casa a nosotros? No la pedía de esto. No se me ocurrió que esto tiene que ver con nosotros de alguna manera.
En vez de responder, Albert saltó de la cama y marcó el número. Antes de responder de Lena el teléfono, habían a cerca de diez pitidos largos en el receptor.
-Perdón que llamo por la noche. Es Alik que está hablando. ¿Recuerdas, ayer tardes te encontré cuando regresaba de la tienda y tú ibas de nuestra casa al tren? Así que, dije a ti que no impediría que viviéramos unos días en tu casa y tú estuviste de acuerdo? Confírmalo a ella, porque duda, - diciéndolo, Albert entregó el teléfono a la esposa. Las amigas hablaban de esto y aquello un poco.
-Bien, Lena. Hemos acordado. Vendremos a las once de la mañana. Adiós.
Albert temía que Lena le hable a ella o insinúe sobre la cita que ha tenido lugar, pero después de la conversación Nadezhda no mostraba ningún signo de celos ni de sospecha. En vez de esto, había una ansiedad debido a Albert que se dejaba en el hogar. Y él no le podía explicar a ella de ninguna manera que sea más seguramente para él, al menos cien veces. Narrar sobre la teleportación sería inaceptablemente.
Pusieron la alarma a las ocho en punto, se levantaron a tiempo, desayunaron. Albert decidía acompañar a la esposa hasta el apartamento de Lena, para que él no se preocupe después. Justo ahora ellos acaban de salir de la entrada e inmediatamente dos hombres vestidos de civil, les bloquearon el camino a ellos, pero parecía algo "de policía" en toda su imagen. Albert iba adelante sin querer que la esposa corra peligro de un tiro probable. Y además de eses dos tipos que exigieron cortésmente pero persistentemente presentar documentos, aproximadamente diez hombres con uniformas de camuflaje y máscaras negras estaban apareciendo más lejano. Allí tres tipos con las chaquetas negras de cuero fueron capturados sobre el asfalto, las manos fueron puestas detrás de la espalda y en este momento los estaban esposando. Fusiles de asalto fueron apuntados a ellos por si acaso. Un poco más lejano como si un coche de prisión "Cuervo negro" estuviera de pie. Albert al principio estaba creyendo que veía a OMON y no prestó atención a lo que fue escrito en los certificados rojos de hombres vestidos de civil. Ellos lo entendieron. Observando lo que tenía lugar en el patio, Albert no notó que después de abrir la primera página en el pasaporte, el detective estaba mirándolo, examinándolo con gran curiosidad, como a un objeto interesante para su institución y había algo rapaz y despectivo a la vez en este vistazo. Tampoco Albert notó que el detectivo segundo empujó ligeramente al primero en la espalda y sólo después de eso él dirigió la mirada al pasaporte, le cerró y diciendo sin corazón: "Perdón", devolvió el pasaporte al dueño. Albert no era un pajarón, pero en este momento él constataba con gran sorpresa lo que no vio al principio que el coche que le parecía a él el "Cuervo negro", tenía inscripción "Pan" y si mirara desde la fuera, este vehículo no difería demasiado de una furgoneta ordinaria de panadería. A estos que fueron detenidos y cacheados si llevan armas, esposados, ahora fueron acompañados en la furgoneta con armas encañonadas contra sus cabezas. Fue la mañana de día de descanso y había pocos mirones. Ellos no fueron permitidos estar cerca.
-Ciudadanos, franqueen más lejos. ¡No es una película! - Albert y Nadezhda oyeron lo que fue dicho a ellos. - Es la detención ordinaria de los criminales. No hay nada interesante.
Ellos se fueron. El domingo y poca población en la calle, esto estaba a favor a ellos. Al principio, agitando las manos, pararon a conductor privado. Luego pararon un taxi en Moscú. Gracias a las calles desiertas, era fácil asegurarse de que no había ninguna vigilancia.
En este momento, furgoneta sobre la cual ya conocéis, también estaba lanzándose en Moscú, acercándose hacia el centro. Media hora todavía no pasó, los detenidos que fueron acompañados del coche a las puertas macizas, ya se aseguraron que son trasladados a la Lubyanka (KGB).
Los detectives después de entrar al edificio e intercambiar de unas palabras con las personas guardia, les llevaron los detenidos a lo largo de corredores complicados y finalmente los empujaron literalmente a la puerta con una inscripción pequeña y asombrosa para la situación de ellos: "Sala de cine". "OMON" se dejó afuera y dos personas en civil que los acompañaban, entraron siguiendo y ordenaron sentarse sobre el banco.
-Ahora, chicos, vamos a mostrar una película muy interesante a vosotros. No aconsejamos hacer tonterías, pero es por si acaso, creemos que no sois tontos hasta tal grado.
Los detenidos vieron en la pantalla una calle muy conocida en la ciudad Mytishchi. Pero tan pronto que ellos vieran a su víctima, es decir, a un hombre que iba en la calle, todavía sano y salvo, todos tres palidecieron a la vez y la razón tenía lugar. Cuando ellos vieron a sí mismos, acercándose hacia la víctima de tres lados con las pistolas en manos, las rodillas sacudieron y las manos temblaron de todos tres. Intentaban no mostrar propio miedo, pero uno de ellos, sin poder cubrir la cara por las manos, debido a los grilletes, se agachó, boca abajo y cerró los ojos.
Uno de los hombres en civil, presionó un botón y un cuadro está atorando en la pantalla, donde la víctima, Tolik, fue acostado sobre el asfalto ya siendo ensangrentado.
Resultó, los árbitros de sus destinos tenían el sentido del humor.
-Ahora, chicos, decid ¿cómo se llama lo que acabáis de ver en la pantalla? - preguntó uno de los detectives, poniendo el acento en la palabra "se llama". Bueno, bueno, ¡más audaz! ¡Qué genial parecéis en la pantalla! Sin embargo, ¿qué es actualmente? ¿Habéis escondido la lengua en el culo? Hablad. Si no hablarais, tomaríamos la ofensa. En vuestra situación sería una gran desventaja si tomáramos la ofensa. Ti mismo que casi se metió debajo del banco, ¿cómo se llama lo que acabas de ver en la pantalla? ¡Responde, sin hacerse el remolón!
-Se llama un asesinato, - uno dijo casi inaudible, él mismo que fue sentado de nuevo, pero seguía mirando el piso.
-¡Es verdad! ¡Asesinato! - el detective afirmó por la voz alegre. Él parecía como un maestro en la escuela que acaba de explicar un tema muy interesante, pregunto sobre este tema y oyó la respuesta verdadera para su alegría. Así estamos, chicos. El asesinato es lo que encarcelarán a vosotros. Y no podríais salir de ésta si insistiéramos en vuestra condena. En qué año seréis dejados ir a la libertad, vosotros mismos podéis calcularlo, pero créeme: el más afortunado no saldrá antes de que en ocho años. Sin embargo, si diera cuenta de siguiente...
-Perdón, - interrumpió uno de ellos que resultó estaba más audaz. - ¿Por qué es el KGB aquí? Este caso es criminal.
-El primero, ahora no es KGB, sino FSB. El segundo, yo iba a narrarlo, pero me interrumpiste. No obstante, vamos a mirar una "película" más, - él dejó ir "pausa". La víctima que fue derribada por el montón de balas, permanecía más unos segundos en la pantalla y la imagen despareció.
-Y ahora el segundo episodio. Acabamos de recibirlo, - diciéndolo, él cambió la película en el proyector.
El "segundo episodio" era sonorizado. De nuevo los tres detenidos aparecieron en la pantalla. Ellos conspiraban y atribuían funciones, discutían, pero no mucho, después de eso la escena de detención siguió. La puerta de entrada abrió. El hombre está saliendo que ocupó todo el cuadro y la mujer hermosa es vista detrás de él. Luego la revisión de documentos de este hombre tiene lugar y él levantó la vista y parece como si estuviera mirando justo aquí, a la sala de cine. De nuevo pulsaron "pausa".
-Comiendo se abre el apetito, ¿no es así? Un asesinato no es suficiente, ¿eso es así? ¿Queríais más? Pero esta vez fracasasteis. ¿Queréis salir a la voluntad?
Silencio.
-¿Queréis ir a la voluntad? Parece que estuviera preguntando a vosotros.
-¿Es eso posible? - uno de ellos preguntó.
-Es posible que no os entregarán a las policías de Mytishchi, sino a la policía de administración regional. Ellos encarcelarán a vosotros en celdas de detención preliminar, luego a la prisión de Butyrka. De vero hay una esperanza, entonces debéis estar muy francos. ¿Por qué habéis matado a la primera víctima?
-Es responsable de que nuestro patrón era matado, con el cual vivíamos más mejor. Probablemente, ¿las detallas no son interesantes para vosotros?
-¿Por qué ibais a matar el segundo?
-Ellos ambos están en el caso. El primero reunió evidencias contra nuestro jefe y los dio al segundo. El segundo los dio a alguien más.
-¿Adónde? - ahora ya ambos detectives se acercaron y miraban por turnos a los ojos de cada de ellos. Era difícil de soportar estos vistazos para todos los tres cómplices sin acostumbrar y ellos daban vuelta involuntariamente. Finalmente, uno de ellos cayó el veinte:
-Descubriremos. Si lo necesitara, entonces descubriremos. Creo que no forzarán a soplar de nuestros tipos, porque ellos no pueden ser clientes de ustedes. Perdón, pero estas apostadores no son nuestros. No es ignominioso a reportarse de tal tipos. Si necesitara, ayudaremos, pero ¿cómo hacerlo en prisión?
-¿Sabéis, por qué murió vuestra víctima?
-La ambulancia vino demasiado tarde, él se desangró.
-No es.
-¿Matamos?
-No dudo. Sin embargo, no es lo principal.
-Siendo borracho, él hablaba demasiado, cuando bebía con su "techo".
-¿Comprendíais lo que podría ocurrir si nosotros... os dejáramos ir y en vuestra alegría emborrachándose hablarais demasiado? Este caso es más importante que creéis.
-Podemos ayudaros. Gracias. Ya casi habéis "ayudado". No sois pros, por lo tanto, estáis equivocado si creéis, como si reclutáramos los soplones de vosotros. Puede ser, seríais útiles para las policías. Incluso, todavía no entendisteis la razón de la cual estáis aquí. Conocemos a vuestra víctima primera, es el primer eslabón de cadena. Este hombre en la pantalla es el segundo eslabón. Incluso nosotros no sabemos, qué está más lejano. Y vosotros casi habéis liquidado este segundo eslabón. Casi habéis complicado todas las cosas a nosotros. ¿Creéis, como si muy necesitáramos tratar con vosotros en vez de la policía? ¿Encarcelaros? ¿Pagar el pato de policía?
-Ellos ya comprendieron todo, - interrumpió el segundo detective.
-Esto, - el primero continuaba, señalando la pantalla, - nuestro objeto, estamos elaborándolo. Y repentinamente interferisteis con vuestro ajuste de cuentas. No vamos a reportaros la razón, para qué lo necesitamos. Y no necesitamos vuestra ayuda. Mismos lograremos.
-No supimos. ¿Osaríamos interferir?
-Interferiríais mucho, incluso si lo observarais desde lejos. ¡Incluso no oséis pensar de él! Matasteis a uno ¿y no es bastante? Sin embargo, aquí tenéis que hacer excepción. Os tenemos justo donde queremos. Si no lo hacéis así, vos entregaremos a las policías con el dato, qué "buenos" sois.
-¿Así que, dejan ir a nosotros?
-Aguantad regocijarse. Pronto seréis encarcelados por largo.
-¿Por qué? ¿Ustedes nos dejan ir temporalmente?
-Porque, incluso si uno de vosotros se emborrachara y hablara, entonces todos tres seréis encarcelados.
-Ni una palabra. Deja morir alguien que dijera algo. Nosotros mismos... - él iba a decir "mismos lo mataremos", pero se dio cuenta y se paró a tiempo. - Y no somos demasiado habladores. Puede hablar, luego dejarse sin cabeza. Así que, nos acostumbramos y sabemos hacer algo.
-¿Hay alguien, excepto vosotros, bastante estúpido para acercarse hacia nuestro objeto con pistola o con cuchillo, o con algo más? - preguntó uno de detectives que era más viejo.
-No, excepto nosotros, no conduce a ninguna parte, sólo puede ser a través del primer eslabón.
-¿A través del hombre al cual matasteis?
En vez de responder, el bandido asintió, callando.
-Respondéis con las cabezas por la preservación de objeto. ¡No bromamos!
-Sin embargo, ¿si alguien de un eslabón de más arriba le atacara a él?
-Veríamos inmediatamente la diferencia. No respondéis por ese lado, sino respondéis por todos con los cuales vuestro "amigo" difunto estaba bebiendo y hablando. ¿Conocéis a los todos?
-Sí, a todos. Los intrusos desconocidos no necesitan a vuestro objeto.
-No digo de desconocidos, sino de las marionetas de así llamado Coronel que ahora está difunto.
-Yo conozco a todos ellos. No lo haría nadie, excepto nosotros. ¿Ven ustedes hasta cual punto somos francos? Si alguien atacara a este apostador, sabremos inmediatamente y llegaremos a un acuerdo de algún modo.
-Esperamos - de lo contrario no dejaríamos ir a vosotros, - después de decirlo, el hombre en civil tomó una bolsa negra del armario pequeño, luego miró allá de la puerta y llamó a dos guardas vestidos con la misma ropa de camuflaje sin algunas marcas de identificación.
-Quitadles las esposas. Y cada uno de vosotros, tomad vuestras cosas, quién pertenece adónde.
-Incluso ellos devolvieron las pistolas, - uno de ellos informó con alegría pero susurrando a los cómplices.
-No nos llevamos nada y no os detuvimos, olvídalo, - sonriendo con sarcasmo hablaba el detective que era más viejo. - Simplemente, para que no fuera encarcelado por mucho tiempo, tenéis que comportarse muy bien y espero que sabéis de cual manera. Si no comprendierais, vuestra carrera terminará así.
-Hasta la vista. ¡Muchas gracias a ustedes!
-No hay de qué. Para vosotros, sería mejor, ¡adiós para siempre! - luego agregó en silencio tras de ellos: también para nosotros.
En este momento, Albert con la esposa, yendo en taxi en una parte de Moscú en un distrito que todavía no fue edificado, pidió que parara el coche en el terreno abierto, donde la carretera era vista lejos y los coches pasaban raramente. Esta parte de la naturaleza todavía no fue tocada. Ahora esperaba la ejecución de sentencias de los diseñadores: ser arrasada y cubierta por el asfalto, penetrada por las instalaciones subterráneas, arrasada por las fundaciones de edificios de varios pisos semejantes a las cajas. No obstante, ahora esta parte todavía fue semejante al oasis en desierto. Por lo tanto, los campos aburridos, a pesar de ser tales, disfrutaban al verlos y permitían aunque un poco, sino tener cierta privacidad y descansar el alma.
Nadia ya empezaba a quejarse, porque ellos estaban conduciendo y todavía no alcanzaron.
-Finalmente, entiéndelo. No te llevó aquí para descansar. Han lugares más mejores para esto. Simplemente quiero reducir la probabilidad que llevemos las colas con nosotros, reducirla a los límites, ¿lo comprendes? Hasta los límites posibles, - Albert se contestaba y a pesar del descontento que la esposa no dejaba de expresar, él esperaba durante más que una hora, como iba a hacer. Después de eso, él alquiló un coche que iba a la dirección contraria, pero conductor, por buena paga, estaba de acuerdo dar la vuelta y llevarlos justo a la entrada de Lena. Nadezhda estaba sorprendida que él teme que las colas los siguiera y a la vez va a visitarlas frecuentemente.
Lena les abrió la puerta pronto. Su comportamiento con Albert esta vez no fue diferente de costumbre. Él creía que probablemente ella no hablará y él no se equivocó. Todos estaban sentados en mesa a cerca de cuarenta minutos. Lena, conociendo los hábitos de invitados, les preparó el té fuerte. Finalmente, Albert prometió venir mañana por la noche, también dijo que va a tomar el metro y a caminar a la estación a cerca de tres kilómetros para dar un paseo. Al girar la esquina a un patio, él entró a la primera entrada que vio y asegurándose que no había nadie alrededor de él, se teletransportó a su propio apartamento.
Suficiente pronto Albert notó una taza con té que no fue bebido hasta el fin. La tocó. El té todavía no se enfrió. El sentimiento alegre brilló en su mente. Casi instantáneamente él tomó el tercero volumen de Tantra y abrió la página 343. Había una nota allí:
Tuviste un descuido. Las colas te están siguiendo. Nos encontraremos en Nueva York 2... de octubre a las 18 en punto (hora de Moscú) o 10 (hora de Nueva York) en la esquina de Broadway y la avenida N. Si no lograrás a tiempo, espera el mensaje siguiente. El mapa de Nueva York es puesto en libro "Aerodinamica". Destruye esta nota inmediatamente. Tu amigo, sano y salvo. Adivinarás.
2... de octubre era hoy. Era el mediodía. Había seis horas hasta la reunión. No hay avión que lo igualaría. Albert quemó la nota en la estufa de gas. Molió sobre el inodoro lo que fue dejado, tiró la cadena y se lavó las manos. En seis horas se reunirá con el amigo que consideraba muerto.
(Fin de la primera parte)
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/01/330
Al comienzo de novela: https://unasbagatelas.blogspot.com/2018/08/capitulo-1-en-el-metropolitano-la.html?zx=58dc53d7c1656b7b
Al comienzo de novela en inglés: https://www.proza.ru/2017/12/30/137
Al comienzo de novela en ruso (el texto original desde principio): https://www.proza.ru/2010/01/07/233
-Dos horas, quizás tres.
-Es poco, pero bastará. No es última vez. ¿Lo ves? No te he engañado. Ningún vecino. Ninguna pelea. No soy más una difícil estúpida. ¿Quieres que yo fuera para ti una chica valiente, traviesa y fácil?
Las últimas palabras que fueron dichas a la vez con la excitación sexual que estaba aumentando y ha llevado su obsesión apasionada hasta la condición máxima posible. Y sólo debido a una decisión de hacer durar más el placer, él no abalanzaba sobre Lena, cómo un tigre sobre la presa, pero en vez de eso se sentó al diván y ordenó:
-¡Ven aquí, moza!
Lena vino, obedeciendo. Albert metió la mano por debajo de la falda y empezó a tocar las más privadas áreas. Lena jadeaba y entrecerraba los ojos. No había ni bragas ni bañadores debajo de la falda. Fue visto que ella se ha preparado para encontrarse. De hecho, ella le permitía hacer todo, así confirmando las palabras de su propia accesibilidad.
De repente ella sonrió y dije, meneando del dedo y bromando:
-¡Oh, eres travieso! Viniste con el mismo pijama, pero niegas que me visitó última vez, finges, como si no supieras de qué digo. Era tú, claramente que tú. Antes tampoco dudaba.
-¡E incluso, si así fuera, no serviría de nada! - no dijo, sino cantó bromando, pero correctamente, estas palabras de Germán de la última escena de la ópera "La dama de picas".
-Alik, ¿sabes que desde esta cosa podemos recibir el placer diez veces más, pero la mayoría de gente no lo adivina, su imaginación es desarrollada pobremente, incluso si se le ocurriera, a pesar de eso, ello dejaría sólo una imaginación. Sin embargo, puedes hacerlo que quieres conmigo. Soy tu deudora, por lo tanto, permitiré todo, soportaré todo, sin tomar ofensa.
Después de decirlo, ella empezó desnudar y en un minuto estaba de pie delante de él desnuda completamente.
Albert recordó a Sveta. Sacó un cigarrillo del bolsillo y fumó. Todavía mirando atentamente a la chica pelirroja y desnuda que estaba de pie delante de él, pronunció:
-Quiero apagar el cigarrillo sobre tus nalgas.
Lena palideció, pero dijo:
-No tengo derecho rehusar. Diciéndolo, ella abrió la puerta del armarito i tomó un trapo blanco y limpio. - Haz una mordaza y mételo a la boca, porque puedo gritar, sin ser capaz de soportar.
La mano extensa a él con el trapo, muy temblaba. Albert entendió que ella no es una masoquista, pero sólo quiere coincidir con su gusto.
-Cambié de idea. No me gustaría lastimar a las mozas.
-¿Me pones a prueba?
-Mastúrbate frente a mí hasta del primer orgasmo.
Lena hizo a un lado el trapo y comenzó a actuar con dedos en la entrepierna. Pronto ella gimió voluptuosamente, retorciéndose e inclinando la cabeza detrás.
-Dime, ¿cómo quieres tú? - finalmente ella pronunció. - Quiero que obtuvieras el placer conmigo y estoy de acuerdo con cualquier tipo del sexo, tú lo sabes.
De repente Albert recordó las palabras que lo excitaron y las le repitió a ella:
-Está valiente, traviesa y fácil conmigo.
Ella acercó a él, sin avergonzarse, agarró el objeto de pasión y se empaló sobre ello y empezó a dar saltos.
-¿No estoy valiente? ¿No estoy traviesa? ¿No soy fácil? - ella estaba repitiendo a través de la respiración apasionada. - Oh oh oh.
Ambos congelaron en la misma posa y parecía a ellos, como si cayeran a la otra dimensión. El mundo terrestre se convirtió en paraíso.
Albert pasó en el hogar de ella menos de tres horas, pero logró tener sexo con ella tres veces. Lena era hermosa e incomparable de su propia manera.
-Yo quería pedirte un favor - él dijo justo antes de salir. Durante este período, él logró haber volado en secreto a casa cinco veces. - Deja Nadia viviría unos días en tu apartamento. Para que no me preocupara. Algún día te narraré para lo cual debemos actuar así.
Él se sorprendió, viendo que le gusta tal proposición.
-Podéis venir incluso mañana.
-Bien. Ella vendrá mañana de hecho. Sólo la acompañaré.
Esta noche su esposa constató que esta vez fue más agradable con el marido que habitualmente. También él mismo fue alegre y feliz que siempre. Por lo tanto, ella estaba muy sorprendida, cuando Albert le dijo a ella que el asesinato de Tolik de que ella ha aprendido de Lena, puede tener que ver con ellos en tal grado que es peligrosamente continuar a vivir en el hogar incluso a ella.
-¿Permitirá Lena pasar las noches en su casa a nosotros? No la pedía de esto. No se me ocurrió que esto tiene que ver con nosotros de alguna manera.
En vez de responder, Albert saltó de la cama y marcó el número. Antes de responder de Lena el teléfono, habían a cerca de diez pitidos largos en el receptor.
-Perdón que llamo por la noche. Es Alik que está hablando. ¿Recuerdas, ayer tardes te encontré cuando regresaba de la tienda y tú ibas de nuestra casa al tren? Así que, dije a ti que no impediría que viviéramos unos días en tu casa y tú estuviste de acuerdo? Confírmalo a ella, porque duda, - diciéndolo, Albert entregó el teléfono a la esposa. Las amigas hablaban de esto y aquello un poco.
-Bien, Lena. Hemos acordado. Vendremos a las once de la mañana. Adiós.
Albert temía que Lena le hable a ella o insinúe sobre la cita que ha tenido lugar, pero después de la conversación Nadezhda no mostraba ningún signo de celos ni de sospecha. En vez de esto, había una ansiedad debido a Albert que se dejaba en el hogar. Y él no le podía explicar a ella de ninguna manera que sea más seguramente para él, al menos cien veces. Narrar sobre la teleportación sería inaceptablemente.
Pusieron la alarma a las ocho en punto, se levantaron a tiempo, desayunaron. Albert decidía acompañar a la esposa hasta el apartamento de Lena, para que él no se preocupe después. Justo ahora ellos acaban de salir de la entrada e inmediatamente dos hombres vestidos de civil, les bloquearon el camino a ellos, pero parecía algo "de policía" en toda su imagen. Albert iba adelante sin querer que la esposa corra peligro de un tiro probable. Y además de eses dos tipos que exigieron cortésmente pero persistentemente presentar documentos, aproximadamente diez hombres con uniformas de camuflaje y máscaras negras estaban apareciendo más lejano. Allí tres tipos con las chaquetas negras de cuero fueron capturados sobre el asfalto, las manos fueron puestas detrás de la espalda y en este momento los estaban esposando. Fusiles de asalto fueron apuntados a ellos por si acaso. Un poco más lejano como si un coche de prisión "Cuervo negro" estuviera de pie. Albert al principio estaba creyendo que veía a OMON y no prestó atención a lo que fue escrito en los certificados rojos de hombres vestidos de civil. Ellos lo entendieron. Observando lo que tenía lugar en el patio, Albert no notó que después de abrir la primera página en el pasaporte, el detective estaba mirándolo, examinándolo con gran curiosidad, como a un objeto interesante para su institución y había algo rapaz y despectivo a la vez en este vistazo. Tampoco Albert notó que el detectivo segundo empujó ligeramente al primero en la espalda y sólo después de eso él dirigió la mirada al pasaporte, le cerró y diciendo sin corazón: "Perdón", devolvió el pasaporte al dueño. Albert no era un pajarón, pero en este momento él constataba con gran sorpresa lo que no vio al principio que el coche que le parecía a él el "Cuervo negro", tenía inscripción "Pan" y si mirara desde la fuera, este vehículo no difería demasiado de una furgoneta ordinaria de panadería. A estos que fueron detenidos y cacheados si llevan armas, esposados, ahora fueron acompañados en la furgoneta con armas encañonadas contra sus cabezas. Fue la mañana de día de descanso y había pocos mirones. Ellos no fueron permitidos estar cerca.
-Ciudadanos, franqueen más lejos. ¡No es una película! - Albert y Nadezhda oyeron lo que fue dicho a ellos. - Es la detención ordinaria de los criminales. No hay nada interesante.
Ellos se fueron. El domingo y poca población en la calle, esto estaba a favor a ellos. Al principio, agitando las manos, pararon a conductor privado. Luego pararon un taxi en Moscú. Gracias a las calles desiertas, era fácil asegurarse de que no había ninguna vigilancia.
En este momento, furgoneta sobre la cual ya conocéis, también estaba lanzándose en Moscú, acercándose hacia el centro. Media hora todavía no pasó, los detenidos que fueron acompañados del coche a las puertas macizas, ya se aseguraron que son trasladados a la Lubyanka (KGB).
Los detectives después de entrar al edificio e intercambiar de unas palabras con las personas guardia, les llevaron los detenidos a lo largo de corredores complicados y finalmente los empujaron literalmente a la puerta con una inscripción pequeña y asombrosa para la situación de ellos: "Sala de cine". "OMON" se dejó afuera y dos personas en civil que los acompañaban, entraron siguiendo y ordenaron sentarse sobre el banco.
-Ahora, chicos, vamos a mostrar una película muy interesante a vosotros. No aconsejamos hacer tonterías, pero es por si acaso, creemos que no sois tontos hasta tal grado.
Los detenidos vieron en la pantalla una calle muy conocida en la ciudad Mytishchi. Pero tan pronto que ellos vieran a su víctima, es decir, a un hombre que iba en la calle, todavía sano y salvo, todos tres palidecieron a la vez y la razón tenía lugar. Cuando ellos vieron a sí mismos, acercándose hacia la víctima de tres lados con las pistolas en manos, las rodillas sacudieron y las manos temblaron de todos tres. Intentaban no mostrar propio miedo, pero uno de ellos, sin poder cubrir la cara por las manos, debido a los grilletes, se agachó, boca abajo y cerró los ojos.
Uno de los hombres en civil, presionó un botón y un cuadro está atorando en la pantalla, donde la víctima, Tolik, fue acostado sobre el asfalto ya siendo ensangrentado.
Resultó, los árbitros de sus destinos tenían el sentido del humor.
-Ahora, chicos, decid ¿cómo se llama lo que acabáis de ver en la pantalla? - preguntó uno de los detectives, poniendo el acento en la palabra "se llama". Bueno, bueno, ¡más audaz! ¡Qué genial parecéis en la pantalla! Sin embargo, ¿qué es actualmente? ¿Habéis escondido la lengua en el culo? Hablad. Si no hablarais, tomaríamos la ofensa. En vuestra situación sería una gran desventaja si tomáramos la ofensa. Ti mismo que casi se metió debajo del banco, ¿cómo se llama lo que acabas de ver en la pantalla? ¡Responde, sin hacerse el remolón!
-Se llama un asesinato, - uno dijo casi inaudible, él mismo que fue sentado de nuevo, pero seguía mirando el piso.
-¡Es verdad! ¡Asesinato! - el detective afirmó por la voz alegre. Él parecía como un maestro en la escuela que acaba de explicar un tema muy interesante, pregunto sobre este tema y oyó la respuesta verdadera para su alegría. Así estamos, chicos. El asesinato es lo que encarcelarán a vosotros. Y no podríais salir de ésta si insistiéramos en vuestra condena. En qué año seréis dejados ir a la libertad, vosotros mismos podéis calcularlo, pero créeme: el más afortunado no saldrá antes de que en ocho años. Sin embargo, si diera cuenta de siguiente...
-Perdón, - interrumpió uno de ellos que resultó estaba más audaz. - ¿Por qué es el KGB aquí? Este caso es criminal.
-El primero, ahora no es KGB, sino FSB. El segundo, yo iba a narrarlo, pero me interrumpiste. No obstante, vamos a mirar una "película" más, - él dejó ir "pausa". La víctima que fue derribada por el montón de balas, permanecía más unos segundos en la pantalla y la imagen despareció.
-Y ahora el segundo episodio. Acabamos de recibirlo, - diciéndolo, él cambió la película en el proyector.
El "segundo episodio" era sonorizado. De nuevo los tres detenidos aparecieron en la pantalla. Ellos conspiraban y atribuían funciones, discutían, pero no mucho, después de eso la escena de detención siguió. La puerta de entrada abrió. El hombre está saliendo que ocupó todo el cuadro y la mujer hermosa es vista detrás de él. Luego la revisión de documentos de este hombre tiene lugar y él levantó la vista y parece como si estuviera mirando justo aquí, a la sala de cine. De nuevo pulsaron "pausa".
-Comiendo se abre el apetito, ¿no es así? Un asesinato no es suficiente, ¿eso es así? ¿Queríais más? Pero esta vez fracasasteis. ¿Queréis salir a la voluntad?
Silencio.
-¿Queréis ir a la voluntad? Parece que estuviera preguntando a vosotros.
-¿Es eso posible? - uno de ellos preguntó.
-Es posible que no os entregarán a las policías de Mytishchi, sino a la policía de administración regional. Ellos encarcelarán a vosotros en celdas de detención preliminar, luego a la prisión de Butyrka. De vero hay una esperanza, entonces debéis estar muy francos. ¿Por qué habéis matado a la primera víctima?
-Es responsable de que nuestro patrón era matado, con el cual vivíamos más mejor. Probablemente, ¿las detallas no son interesantes para vosotros?
-¿Por qué ibais a matar el segundo?
-Ellos ambos están en el caso. El primero reunió evidencias contra nuestro jefe y los dio al segundo. El segundo los dio a alguien más.
-¿Adónde? - ahora ya ambos detectives se acercaron y miraban por turnos a los ojos de cada de ellos. Era difícil de soportar estos vistazos para todos los tres cómplices sin acostumbrar y ellos daban vuelta involuntariamente. Finalmente, uno de ellos cayó el veinte:
-Descubriremos. Si lo necesitara, entonces descubriremos. Creo que no forzarán a soplar de nuestros tipos, porque ellos no pueden ser clientes de ustedes. Perdón, pero estas apostadores no son nuestros. No es ignominioso a reportarse de tal tipos. Si necesitara, ayudaremos, pero ¿cómo hacerlo en prisión?
-¿Sabéis, por qué murió vuestra víctima?
-La ambulancia vino demasiado tarde, él se desangró.
-No es.
-¿Matamos?
-No dudo. Sin embargo, no es lo principal.
-Siendo borracho, él hablaba demasiado, cuando bebía con su "techo".
-¿Comprendíais lo que podría ocurrir si nosotros... os dejáramos ir y en vuestra alegría emborrachándose hablarais demasiado? Este caso es más importante que creéis.
-Podemos ayudaros. Gracias. Ya casi habéis "ayudado". No sois pros, por lo tanto, estáis equivocado si creéis, como si reclutáramos los soplones de vosotros. Puede ser, seríais útiles para las policías. Incluso, todavía no entendisteis la razón de la cual estáis aquí. Conocemos a vuestra víctima primera, es el primer eslabón de cadena. Este hombre en la pantalla es el segundo eslabón. Incluso nosotros no sabemos, qué está más lejano. Y vosotros casi habéis liquidado este segundo eslabón. Casi habéis complicado todas las cosas a nosotros. ¿Creéis, como si muy necesitáramos tratar con vosotros en vez de la policía? ¿Encarcelaros? ¿Pagar el pato de policía?
-Ellos ya comprendieron todo, - interrumpió el segundo detective.
-Esto, - el primero continuaba, señalando la pantalla, - nuestro objeto, estamos elaborándolo. Y repentinamente interferisteis con vuestro ajuste de cuentas. No vamos a reportaros la razón, para qué lo necesitamos. Y no necesitamos vuestra ayuda. Mismos lograremos.
-No supimos. ¿Osaríamos interferir?
-Interferiríais mucho, incluso si lo observarais desde lejos. ¡Incluso no oséis pensar de él! Matasteis a uno ¿y no es bastante? Sin embargo, aquí tenéis que hacer excepción. Os tenemos justo donde queremos. Si no lo hacéis así, vos entregaremos a las policías con el dato, qué "buenos" sois.
-¿Así que, dejan ir a nosotros?
-Aguantad regocijarse. Pronto seréis encarcelados por largo.
-¿Por qué? ¿Ustedes nos dejan ir temporalmente?
-Porque, incluso si uno de vosotros se emborrachara y hablara, entonces todos tres seréis encarcelados.
-Ni una palabra. Deja morir alguien que dijera algo. Nosotros mismos... - él iba a decir "mismos lo mataremos", pero se dio cuenta y se paró a tiempo. - Y no somos demasiado habladores. Puede hablar, luego dejarse sin cabeza. Así que, nos acostumbramos y sabemos hacer algo.
-¿Hay alguien, excepto vosotros, bastante estúpido para acercarse hacia nuestro objeto con pistola o con cuchillo, o con algo más? - preguntó uno de detectives que era más viejo.
-No, excepto nosotros, no conduce a ninguna parte, sólo puede ser a través del primer eslabón.
-¿A través del hombre al cual matasteis?
En vez de responder, el bandido asintió, callando.
-Respondéis con las cabezas por la preservación de objeto. ¡No bromamos!
-Sin embargo, ¿si alguien de un eslabón de más arriba le atacara a él?
-Veríamos inmediatamente la diferencia. No respondéis por ese lado, sino respondéis por todos con los cuales vuestro "amigo" difunto estaba bebiendo y hablando. ¿Conocéis a los todos?
-Sí, a todos. Los intrusos desconocidos no necesitan a vuestro objeto.
-No digo de desconocidos, sino de las marionetas de así llamado Coronel que ahora está difunto.
-Yo conozco a todos ellos. No lo haría nadie, excepto nosotros. ¿Ven ustedes hasta cual punto somos francos? Si alguien atacara a este apostador, sabremos inmediatamente y llegaremos a un acuerdo de algún modo.
-Esperamos - de lo contrario no dejaríamos ir a vosotros, - después de decirlo, el hombre en civil tomó una bolsa negra del armario pequeño, luego miró allá de la puerta y llamó a dos guardas vestidos con la misma ropa de camuflaje sin algunas marcas de identificación.
-Quitadles las esposas. Y cada uno de vosotros, tomad vuestras cosas, quién pertenece adónde.
-Incluso ellos devolvieron las pistolas, - uno de ellos informó con alegría pero susurrando a los cómplices.
-No nos llevamos nada y no os detuvimos, olvídalo, - sonriendo con sarcasmo hablaba el detective que era más viejo. - Simplemente, para que no fuera encarcelado por mucho tiempo, tenéis que comportarse muy bien y espero que sabéis de cual manera. Si no comprendierais, vuestra carrera terminará así.
-Hasta la vista. ¡Muchas gracias a ustedes!
-No hay de qué. Para vosotros, sería mejor, ¡adiós para siempre! - luego agregó en silencio tras de ellos: también para nosotros.
En este momento, Albert con la esposa, yendo en taxi en una parte de Moscú en un distrito que todavía no fue edificado, pidió que parara el coche en el terreno abierto, donde la carretera era vista lejos y los coches pasaban raramente. Esta parte de la naturaleza todavía no fue tocada. Ahora esperaba la ejecución de sentencias de los diseñadores: ser arrasada y cubierta por el asfalto, penetrada por las instalaciones subterráneas, arrasada por las fundaciones de edificios de varios pisos semejantes a las cajas. No obstante, ahora esta parte todavía fue semejante al oasis en desierto. Por lo tanto, los campos aburridos, a pesar de ser tales, disfrutaban al verlos y permitían aunque un poco, sino tener cierta privacidad y descansar el alma.
Nadia ya empezaba a quejarse, porque ellos estaban conduciendo y todavía no alcanzaron.
-Finalmente, entiéndelo. No te llevó aquí para descansar. Han lugares más mejores para esto. Simplemente quiero reducir la probabilidad que llevemos las colas con nosotros, reducirla a los límites, ¿lo comprendes? Hasta los límites posibles, - Albert se contestaba y a pesar del descontento que la esposa no dejaba de expresar, él esperaba durante más que una hora, como iba a hacer. Después de eso, él alquiló un coche que iba a la dirección contraria, pero conductor, por buena paga, estaba de acuerdo dar la vuelta y llevarlos justo a la entrada de Lena. Nadezhda estaba sorprendida que él teme que las colas los siguiera y a la vez va a visitarlas frecuentemente.
Lena les abrió la puerta pronto. Su comportamiento con Albert esta vez no fue diferente de costumbre. Él creía que probablemente ella no hablará y él no se equivocó. Todos estaban sentados en mesa a cerca de cuarenta minutos. Lena, conociendo los hábitos de invitados, les preparó el té fuerte. Finalmente, Albert prometió venir mañana por la noche, también dijo que va a tomar el metro y a caminar a la estación a cerca de tres kilómetros para dar un paseo. Al girar la esquina a un patio, él entró a la primera entrada que vio y asegurándose que no había nadie alrededor de él, se teletransportó a su propio apartamento.
Suficiente pronto Albert notó una taza con té que no fue bebido hasta el fin. La tocó. El té todavía no se enfrió. El sentimiento alegre brilló en su mente. Casi instantáneamente él tomó el tercero volumen de Tantra y abrió la página 343. Había una nota allí:
Tuviste un descuido. Las colas te están siguiendo. Nos encontraremos en Nueva York 2... de octubre a las 18 en punto (hora de Moscú) o 10 (hora de Nueva York) en la esquina de Broadway y la avenida N. Si no lograrás a tiempo, espera el mensaje siguiente. El mapa de Nueva York es puesto en libro "Aerodinamica". Destruye esta nota inmediatamente. Tu amigo, sano y salvo. Adivinarás.
2... de octubre era hoy. Era el mediodía. Había seis horas hasta la reunión. No hay avión que lo igualaría. Albert quemó la nota en la estufa de gas. Molió sobre el inodoro lo que fue dejado, tiró la cadena y se lavó las manos. En seis horas se reunirá con el amigo que consideraba muerto.
(Fin de la primera parte)
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/01/330
Al comienzo de novela: https://unasbagatelas.blogspot.com/2018/08/capitulo-1-en-el-metropolitano-la.html?zx=58dc53d7c1656b7b
Al comienzo de novela en inglés: https://www.proza.ru/2017/12/30/137
Al comienzo de novela en ruso (el texto original desde principio): https://www.proza.ru/2010/01/07/233
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