четверг, 31 января 2019 г.

Capítulo 9. Bautismo de fuego. La teleportación. Parte II.

          Ya hace tiempo Albert comprendía con quien trataba. Comprendía desde el momento, cuando la pistola que le fue regalada, ha desparado en primera vez. Estando en la flor de la vida, ciertamente él era capaz de reflexionar, al menos, no peor que Paul que a pesar de su edad podía calcular hábilmente la situación, pero pensaba largo, por lo tanto, no podía confiar a lo que él mismo ha decidido rápidamente. Albert entendió que Kashin ya está de camino con sus compañeros y después de calcular el tiempo, sabía el lugar, donde ellos están pasando en coche ahora. Ellos no tenían razón a tener aquí la escolta demasiado poderosa y él podría superarlos solo, despareciendo y apareciendo, desparando a matar y después desparecer de nuevo. Sin embargo, las acciones deben ser coordinadas para más eficacia. La última idea lo hizo teletransportarse en la región de Krasnoyarsk.
          Como de costumbre, Olesya salió para esquiar, esta vez con Nadezhda. El viejo iba a aparecer en la casa en cualquier instante. Aproximadamente en cinco minutos él apareció de hecho. Albert dijo la situación.
          -En este caso debemos actuar juntos. Yo sé cómo se llaman tus padres. Esta vez tengo que golpear a la puerta y preguntar, cómo están. Cuanto a ti, este carcelero ya te vio.
          -Sin embargo, ¿cómo llegarás allí?
          -¿Olvidaste cómo nos conocimos? ¿Cómo yo estaba llamando a ti? ¿Cómo espiaba todos los puntos de tu aparición probable?
          -Entonces, vamos a decidir cómo actuaremos.
          En diez minutos todo fue decidido y Albert estaba agregando los cartuchos faltados a la pistola. Pronto los ambos aparecieron cerca de la dacha. El viejo se fue a la puerta de madera y después de buscar en vano un timbre, golpeó suavemente. Albert estaba observando desde refugio lo que ocurría.
          -¿Qué quieres? ¿Recibir en la cabeza con la culata de arma?
          -Perdón. Llegué a la dacha recientemente y quiero ver los vecinos. Los conozco. Ellos viven aquí.
          La puerta abrió. El guardia levantó algún certificado justo a la nariz del viejo.
          -¿Por qué tengo que repetir a los todos? Temporalmente está prohibido entrar. ¿Lo no ves? ¡Servicio de Seguridad Federal! ¿Entendiste? ¡Seguridad! ¿O debo restregarte cómo a una gata que se cagó?
          -Por favor perdón, pero creo que deberías limpiarte el culo con este certificado falso.
          -¡Qué dijiste, canalla!
          Un tiro sonó entre los abetos y el grito indignado del guardia se convirtió en grito desgarrador. Albert ha sorprendido, cómo el viejo logró agarrar el rifle de asalto que él echó a Albert inmediatamente. Albert atrapó el rifle.
          -Échalo más cuidadamente. Un accidente es la última cosa que necesitamos... ¡Acuéstate!
          El viejo entendió el orden y cayó a la nieve como leña. Sienta muy incómodo debido al ruido del rifle de asalto. Unas balas silbaron cerca. La puerta del sótano se cerró tan rápidamente cómo se abrió.
          Albert con el rifle se teletransportó inmediatamente en el sótano, venció en la espalda con ráfaga corta a quien que acaba de disparar y a la vez dio la vuelta atrás. Los ojos no veían nada después de la luz del día, pero él reconoció la voz de Sveta.
          -¡Alik, sálvanos! ¡Cuidado!
          Él vio cómo dos mujeres colgaron en la mano de guardia con chillido, intentando quitar el rifle de asalto. El guardia las empujó brutalmente, ellas cayeron, pero el rifle cayó de las manos. Lena que acaba de acercar corriendo, intentó golpearlo en los huevos.  Parecía que el intento logró sólo a medias, pero el tiempo fue ganado. El guardia no podía alcanzar el rifle, porque Albert lo estaba apuntando con el rifle de asalto.
          -Si disparas, darás también a tus perras con el rebote. Muchas balas, muchas posibilidades, - el guardia pronunció con amenaza.
          Usando la confusión de Albert, de repente sacó  de pecho una granada y vociferó con la voz histérica:
          -¡Todos explotaremos! ¡Todos nos caeremos muertes! ¡Fuera o detonaré a todos y a mí mismo!
          No había ningún tiempo pensar y las ideas cambiaban una a otra como si independientemente. Albert sólo notó que el seguro puesto todavía no es sacado. Las ideas no pasaban con palabras, pero sonarían así si las interpretara:
          -Mi Señor, no me dejes errar, no me dejes fallar...
          A la vez Albert despareció y apareció detrás del enemigo inmediatamente disparó a la mano que estaba sosteniendo la granada. La mano se balanceó abajo como un péndulo. Rápidanente Albert agarró la granada desde la mano y puso el chorro de aerosol de pimiento a los ojos. A pesar de eso, el enemigo no agarró los ojos, sino el brazo herido. Todos que estaban dentro del sótano, empezaron a toser, las lágrimas aparecieron. Entre el ruido, no oyó nadie el tiro que sonó arriba.
          No obstante, Albert gritó: “¡Soportad! ¡No salgáis! ¡Es peligroso!” - siendo previsor, él se teletransportó más allá del patio, cerca de  la puerta, él vio a los padres que salieron al porche eran pálidos. El viejo Paul estaba de pie con la pistola en la mano cerca del guardia al cual él acaba de disparar y preguntaba:
          -¿Es exactamente que no quedó nadie en la casa? Ellos pueden matar a Alik, a vuestro hijo.
          -Exactamente que no. Él custodiaba a nosotros solo. Yo acaba de salir al porche y en este momento le disparaste desde el escondite, - el padre respondía.
          -Oh, !Señor, hasta dónde hemos llegado! - la madre lamentaba.
          -¡Paul, es yo soy! - Albert gritó. He neutralizado a dos en el sótano. Nuestras mujeres están allí. ¿Hay alguien más?
          -No. ¿De verdad te hiciste un asesino? - la madre preguntó con horror.
          -¿Sería mejor si ellos mataran a todos nosotros? ¡Son criminales! Después… ¡Todos a la casa! ¡Más rápido! ¡Estar aquí es peligroso!
          Después de estar seguro que los todos obedecieron a él, incluso el viejo, Albert se lanzó para abrir el sótano del exterior. Él movió un cerrojo nuevo, no era conocido a él, pero no logró abrir el sótano. Tuvo que teletransportarse adentro.
          -Abrí la puerta afuera, pero no puedo abrir la cerradura.
          -Toma las llaves, las saqué del bolsillo de él - respondió una voz de mujer, tosiendo. El gas que fue expulsado del gas-pimienta, hacía toser, ardía los ojos. Finalmente, la puerta estaba abierta.
          -Salid todas una por una. Dejad el rifle y no lo toquéis, ello puede funcionar e inmediatamente a la casa... a la casa. No estéis de pie aquí.
          En unos minutos se hizo claro definitivamente que no hay más enemigos capaces de combate en la casa. Parecía que todos ellos estaban vivos, pero con heridas graves. Los padres narraban, distrayéndose para emociones y exclamaciones, de lo que los tres jefes se fueron en el coche "Volga" negro. Cuando ellos empezaron a describir a estos jefes, todas las dudas desparecieron. Eran Kashin, Skolopendrin y Batogov. Los padres recordaron incluso el número del coche que ya les ha aburrido.
          -¡Oh, voy a orinarme encima! - Lena exclamó fuera de lugar. - ¡Oh me orinaré! - y ella bruscamente se sentó en el sofá, riendo a carcajadas e histéricamente. Las lágrimas rodaban de los ojos, pero ella se estaba girando en el sofá, todavía continuando reír a carcajadas. Valya acercó hacia ella y golpeó con toda la energía dos veces mejillas, una y otra.
          -Lena, ¡date cuenta!
          Ella cesó de reír y estaba mirando a la amiga que la golpeó, con los ojos bien abiertos, como si estuviera sorprendida.
          -¡Estamos salvadas! Ya sea Albert o Renald con su amigo, nos ha salvado.
          -¡Valya! ¡No hay ningún Renald! Está solo. ¡No hay ningún hermano gemelo! Sólo un Albert existe. ¡El único! - y de repente el segundo ataque de risa la abrazó y ello era más histérico que el anterior.
          -¡Hey, muchachas! - Albert exclamó. - Hay pedazos de alambres allá en la casa. Vamos cada de nosotros a tomar uno. La acostaremos y azotaremos a ella hasta la sangre, para que no pudiera sentarse! - diciéndolo, él guiñaba con el ojo derecho.
          -¡Verdad! - ambas amigas confirmaron.
          -¿La ataremos hacia la mesa o hay una banca? - Valya preguntó.
          -De hecho, deberíamos azotarla. ¡Vamos a hacerlo! - Sveta adoptó con alegría. Albert vio claramente cómo los ojos de ella se iluminaron. Él sonrió, recordando que pronto va a reunirla con Olesya que es abrazada por la misma pasión.
          -Muchachas. No lo hagáis. Yo ya estoy calmando.
          -¿Sabéis lo que estas canallas prometieron a nosotros? Que hoy, cuando ellos regresarán, ellos iban a torturarla hasta la muerte durante unas horas. Después de eso, la misma cosa ocurrirá a nosotros si no narramos, donde está nuestra amiga Nadia con Albert. Ahora naturalmente, está histérica - Valya explicó con la voz ansiosa.
          -Sin embargo, ¿si ellos son criminales o agentes FSB? - el padre de Albert preguntó.
          -Jurídicamente, ellos son empleados de FSB que infringieron la ley y crearon el departamento ilegal sin informar a sus superiores, - Albert explicó. - Pero, gracias a unos datos valiosos que ellos han obtenido, sería naturalmente esperar que los jefes intentarán cerrar los ojos a estos delitos. Incluso si no fuera posible sin encarcelarlos, los jefes usarán la información y lavarán las manos, como si el Servicio es desvinculado de estos delitos.
          -¿Qué delitos cometieron ellos?
          -Echad un vistazo a estas amigas de Nadia. Ellas son pálidas, alteraciones nerviosas. Ellos detenían a ellas ilegalmente en el sótano sin calefacción y las mujeres tenían que dormir sobre el piso de tierra. Y no es conocido, si tuvieran efectos adversos en la salud. Ellos no habían ningún derecho manteneros en arresto domiciliario a ti y madre y cambiar la valla alrededor de la casa. Sin embargo, si todo esto es basura de tu punto, entonces en cuanto a ella, ellos la iban a torturar y matar delante del resto de ellas y sólo Dios sabe, cómo eso podía terminar si no interviniéramos.
          -No obstante, no podéis con vuestras propias fuerzas luchar contra la organización estatal, - la madre replicó. - Debíais quejaros a los superiores.
          -Ellos se fueron, porque un gran jefe, mayor-general radió a ellos. Tengo la información exacta que él sabe de las mujeres que fueron capturadas ilegalmente y estaban en el peligro mortal. Y él no tenía ningún deseo hacer algo para liberarlas. Su lisonjeador le preguntó: ¿"Lavamos las manos en cuyo caso"? Y él respondió: "Eres astuto".
          -¿De dónde recibiste todos esos datos?
          -Del camello, - Albert respondió, usando un calambur ruso. - No os preocupasteis por mí. En cualquier caso saldré de la situación. Pensad de sí mismos. Ahora voy a llevar un coche aquí y pagaré el camino. Urgentemente id a Moscú. Aquí hay unos números de teléfono. Necesitáis concitar el apoyo de las organizaciones de derechos humanos. - Albert sacó un cuaderno, arrancó unas páginas y escribió rápidamente algo. - Aquí las direcciones están, donde debéis narrar todo que ocurría y sería mejor visitar los todas. Así estaría más seguramente. Eso os salvará. Sin embargo, ellos no necesitan mucho a vosotros. Ellos necesitan a mí. Ahora está bien, pero en la época soviética ellos os acusarían por complicidad en el bandolerismo, es decir, por la agresión armada contra los empleados de KGB. Ahora ellos no lo necesitan. De todos modos no querrían publicidad, por lo tanto, no complicaran la situación.
          -Oh Señor. ¡Qué vida es ahora! - la madre no podía calmarse.
          -Aquí has recordado al Señor a tiempo. Arrepiéntete y cree en Evangelio.
          Desafortunadamente, las ultimas palabras no consolaron a la madre en absoluto.
          -Ahora, traeré un coche pronto, esperad.
          Albert notó que el viejo está de pie dando la espalda.
          -Vamos, Paul. Tenemos que actuar juntos.
          Cuando acaban de entrar en el bosque, Albert explicó:
          -Traeré el primer coche para los padres. Tú contratarás el segundo, para muchachas. Subimos a la intersección.
          Los ambos desparecieron y aparecieron en siete kilómetros de aquí, en la carretera general de Uglich.
          -¿Tú lo sabes? Tus padres tendrán que ayudar a la investigación, hacer mi retrato robot. Es la razón de la cual yo di la espalda. Para que yo no fuera recordado por ellos demasiado exactamente. Les comprendo a ellos. Ellos tienen razón de su nivel del desarrollo y nada no es posible hacer contra eso.
          -Lo sé. Y ellos no irían al América ni por todo el dinero del mundo. Pero yo lograré mandarlos a las direcciones que di. No hacer nada sería peligroso para ellos mismos. Y yo haré estallar a estos tres. Esta granada me es muy útil. La quité del enemigo en el sótano.
          -Hicimos algo incorrectamente, - el viejo respondió. - Arriesgábamos cómo en la guerra, aunque podíamos actuar sin eso. Todo está bien que termina bien y un ganador está en lo cierto, sin embargo, ello no significa que  tendremos suerte de tal manera siempre. Recuerda la segunda tentación de Cristo: para echarse abajo desde el almenaje del templo. Podemos considerar que lo hemos hecho. Combatíamos, recibíamos el bautismo de fuego.
          -Haré estallar a ellos sin algún peligro para sí mismo. Tengo que hacerse un asesino.
          -Dios es tu juez, pero no des ninguna oportunidad a ellos. Ese diablo casi mató a nosotros del rifle de asalto cerca de la puerta. ¡Gracias a Dios! ¡Nos ha salvado! No dije en la presencia de padres. Él está muerto. Tenemos que evacuar a todas nuestras amigas fuera del país.
          -Haremos.
          Pronto Albert encontró un coche. El chofer, después de recibir cien dólares como avance, se precipitó al pueblo de vacaciones con gusto. Los padres estaban yéndose, siendo contrariados no sólo debido a lo que pasaba, pero también que Albert no quería irse juntos con ellos. Cuando ellos acaban de apartarse del pueblo, un coche estaba conduciendo a la dirección contraria. Parecía a ellos que el mismo viejo está sentado cerca de chofer que ayudaba a su hijo luchar contra los empleados del estado. También podía ser que eso era otra persona. Ellos dudaban. Ellos no sospechaban que las mujeres liberadas están siguiendo atrás en la carretera de Uglich.
          De acuerdo con los cálculos de Albert, los tres enemigos principales estaban acercándose hacia la aldea Verígino. Él no se equivocó, eligiendo un lugar unos kilómetros más cercano de Verígino hacia Moscú, donde la carretera serpenteaba mucho a través del bosque. Él logró "subir" a tiempo a su apartamento con cristales rotos en Perlovka para tomar los binoculares. Vio a ellos y no había ninguna duda. Corrió al bosque y se teletransportó quinientos metros más aún al sur. La tensión nerviosa estaba aumentando. Sólo ahora Albert sintió el poder de teleportación que estaba asustando. Esos que eran antes cazadores de él, ahora se convirtieron en víctimas indefensas de la caza. Justo el coche acaba de aparecer de la curva, la granada ha volado a ello ya sin seguro puesto. Ellos no lograron hacer nada. Albert, sin considerar necesario para acostarse en tierra, se teletransportó atrás quinientos metros hacia el norte y de donde empezó a acercarse a pie. La curva estaba acercándose despiadamente, más allá del cual, la escena terrible del coche que estaba quemando se abría. Con algunas dificultades, Albert hizo a sí mismo acercarse más aún. Las siluetas negras de aquellas que eran los pasajeros, hace unos minutos, claramente no exhibían signos de la vida. No había ninguna duda, si algunas documentas fueran, todo será quemado completamente. Se hizo terrible, pero había un pretexto para distraerse.
          En Moscú, San Petersburgo y Kiev, Albert visitó las tiendas de deportes que él conocía. Finalmente, en Kiev encontró la más apropiada carpa para cuatro personas. En el momento calculado, ocupó un lugar para observar. Pronto pasó el coche conocido a él. A través de binoculares logró ver el número. Este coche con los padres. Ellos continuaban su camino a Moscú.
          Pronto el coche apareció con las amigas, frenó. Las mujeres salieron después de pagar. El chofer hizo la curva y empezó a regresar. Las amigas empezaron a mirar todos los lados con desconcierto y de repente vieron a Albert con una gran mochila. Él estaba sosteniendo en las manos más aún tres pequeñas mochilas. Dio las últimas a las tres amigas.
          Ahora ellos empezaron a buscar los coches que iban a la dirección oeste. En media hora lo encontraron. Cuando alcanzaron el lugar y estaban montando la carpa, ya empezaba a oscurecer. Ahora tenía que "volar" para los sacos de dormir. Albert después de visitar una tienda en San Petersburgo, alcanzó la mas cercana entrada e intento moverse de allí al bosque con el saco de dormir, pero no logró. Entonces él tenía que entrar en cada saco justo con zapatos y en este caso podía teletransportarse con el saco de dormir. Cuando Albert entro en el cuarta saco, por casualidad un hombre entró en entrada que iba al hogar a sí mismo. Viendo un hombre que a plena luz del día se metió en el saco de dormir justo con la ropa y zapatos, estando de pie en escalera como un siempretieso, después de pasarlo, el transeúnte miraba hacia atrás largo y en sorpresa, apresurándose al apartamento para compartir la noticia. Pero Albert no honraba nadie con tal espectáculo y se teletransportó inmediatamente después de cerrar la puerta detrás del transeúnte.
          -¿Aguantaremos hasta mañana? - Valya preguntó. - Oía la radio de nuestros carceleros, el pronóstico del tiempo prometía veinte grados C bajo cero.
          -Hará un poco frío, pero mejor que en el sótano. Nuestro equipo, específicamente los sacos de dormir de plumas son diseñados para heladas.
          Valya ya estaba informada que Albert es el único y no existe ningún doble Renald. El remordimiento de nuevo le preocupaba a ella. Lena también estaba preocupada, debido a pensamientos sobre la traición pasada de la cual ella quería arrepentirse. Ella quería pedir disculpas, pero no sabía, cómo comenzar. Los todos se comportaban de tal manera, como si no ocurrió nada. En la mayoría grado, las tres mujeres fueron asombradas, debido a los trucos de Albert de aparecer y desparecer que hoy él tenía que mostrar unas veces a todos.
          -¿Cómo lo haces? - Sveta era la primera que preguntó.
          -Si lo sabes, catástrofe mundial se acercará. ¿Es que sentís una falta de aventuras? El objetivo principal de nuestros enemigos era para aprender, de cual modo lo hago.
          -Todavía querían saber con quién estás conectado y si lograran encontrar laboratorios secretos, siguiéndote. Un policía reclutado estaba narrando en un apartamento secreto que algún viejo, siendo detenido en las otras ciudades, frecuentemente desparecía de las cámaras, pero los ventanos y puertas dejaban sin daños. En el lugar de su servicio, en la estación de metro Komsomolskaya, algunos transeúntes aseguraban que vieron a un viejo casi invisible, semejante a este y algunas cosas extrañas ocurrían alrededor de él.
          -¡Te felicito, chica valiente, traviesa y fácil! Ahora eres nuestro agente y no tienes razón cruzar atrás al enemigo.
          Las otras dos amigas estaban sorprendidas, escuchando la apelación tal extraña.
          -Perdóname por todo, - finalmente Lena pudo pronunciar.
          -Castigaremos, entonces perdonaremos, - Paul dijo sonriendo y bromando, estaba acercándose. - Atención muchachas. Durante unos días tenéis que vivir en el bosque. Cuando todo se calmará un poco, yo tan os maquillaré de tal modo que madre no podría reconoceros. Soy un ex actor y sé hacerlo. E iréis en tren, en el mismo compartimiento, a un lugar seguro. Ya yo encontré el apartamento.
          -¿Ahora durante toda la vida tenemos que escondernos? - Valya preguntó.
          -¿Queréis todos vosotros para que os encarcelen? Ellos pueden sin encarcelaros, haceros trabajar para ellos y cuando ellos cesarán necesitaros, ellos no os matarán, cómo Kashin quería, sino se manipularán un accidente de una manera tranquila y ordenada. También pueden inventar algún caso criminal. ¿Es lo mejor de vuestro punto? No entristezcáis, mis bellezas. Intentaré para que no os hicierais refugiadas eternas. También tengo su Nadia, - él dijo, apuntando a Albert, - y hay una amiga más. Es exactamente que convendrás con ella, - el viejo dijo sonriendo y volviéndose a Sveta. - Alik, déjalo ser una sorpresa para ella.
          -Comprendí, - Albert respondió, sonriendo.
          Los todos empezaron a llevar leña y bastante pronto han encendido el fuego de campo.
          -Bueno, ahora se hará más animadamente, - Valya dijo y justo iba a proponer para cantar, pero de repente la voz de Sveta interrumpió a todos:
                    Veo una estrella en el cielo
                    Somos de la casa separados
Y justo ahora los todos juntaron:
                    Para alcanzar de nuevo a ti
                    Tengo que atravesar ciudades.
          Hacia el fin de canción, el sentimiento agradable abrazó a los todos sin excepción. Albert llamó al viejo al lado y compartió el pensamiento:
          -Hoy he matado a cuatro hombres. Disparé en la espalda a uno de ellos con el rifle de asalto e hice estallar a tres en el coche. Después de eso, sorprendo a mí mismo: canto las canciones con las chicas, como si no ocurriera nada.
          -Porque no eres un criminal, pero un luchador y hoy hemos ganado. Tú has recibido tu primer bautismo de fuego, así todo es natural.
          En este momento en Moscú, Paukov ya estuvo informado sobre la muerte de Kashin y dos cómplices de la aventura. En esta oficina, Kovalev estaba sentado, temblando como una hoja de álamo y el General caminaba aquí y allá, exclamando:
          -¡Idiotas! ¡Están estallados cómo a engañados y todos los datos están destruidos juntos con ellos! ¿Qué carajo necesitaban irritar al tipo que tiene una fuerza enorme? ¿No podían acercarse sigilosamente? ¡Él podía hacer estallar la mitad de Moscú, debido a sus putas! ¡Y tú, tonto, lo quieres, porque proponías para colgar retratos de ellas, cómo de los delincuentes peligrosos!
          -Yo soy culpable, tío Kesha.
          -¡No soy ningún tío, sino el camarada mayor-general!
          -Oh... ¿Quién está debajo de la mesa?
          -¡VERGA DE PERRO!
          El viejo Paul, después de aparecer "desde nada" en la taiga, estaba acercándose hacia su casa siberiana, balanceándose de risa.

El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/19/1258

четверг, 24 января 2019 г.

Capítulo 8. Pesca en aguas turbias. La teleportación. Parte II.

          El día siguiente, Albert visitó los apartamentos de tres amigas de Nadia y no había nadie allá. En su propio apartamento había corrientes de aire ya dos días y la temperatura cercaba al punto de congelación. También hacía frío en el apartamento de Sveta. No puso nadie los cristales nuevos en vez de éstos rotos con las culatas de rifle de asalto.
          -No está nadie en los todos los tres apartamentos. Poco probable que fuera coincidencia. Hay algo malo, - Albert concluyó después de regresar desde el viaje corto. - Tanto más, todavía está haciendo la noche en Moscú ahora.
          -Incluso, no lo dudo, - el viejo respondió. - Tú, como un erudito, analista, intenta calcular, ¿cómo cada lado hoy actuará? Luego, agregaré mis propios consideraciones si difieren. Si ya he ayudado para sacar de la mierda a este retrasado Tolik, que descanse en paz, cual debido a su tontería tropezó con ésta de nuevo y murió, cuanto a estas amigas, justo debo rescatar a ellas.
          En ese momento, Olesya estaba esquiando con sus nuevos esquís. Los todos intentaban no mencionar en absoluto en presencia de ella los eventos en Moscú, para que no hablaran por casualidad de la teleportación. En el momento de escapada de Nadezhda, Paul informó por adelantado a la cajera ferrocarril el tren y lugar y le bien pagó a ella. Después de eso, inmediatamente se teletransportó a la casa y salió con Olesya a Novosibirsk, llevándola de la casa como de costumbre, sin que los vecinos les notaban juntos. Subiendo en el autobús donde la gente local puede conducir, los ambos decidieron fingir como si no conocerán uno a otro y sólo después de subir en el tren Krasnoyarsk-Tashkent, ellos dejaron de esconder de los demás, lo que ellos están viajando juntos. El examen de esa videocaseta funesto, también el viaje a Novosibirsk, todo esto era las excepciones. Sobre el resto de casos, Paul intentaba no informarla, porque temía por ella.
          Nadia no lloraba, sino fue frustrada, debido a la desaparición de todos tres, especialmente de Lena. La última ésta trabajaba para el departamento formado ilegalmente, del cual los organizadores fueron mantenidos al corriente de todas sus hablas que fueron grabados imperceptiblemente. Y ellos sabían bien que no podrán recibir más aún algún conocimiento desde ella y pronto ellos no la necesitarán. Ya hace tiempo ella no trabajaba más en la cantina, pero fingía delante de las amigas como si estuviera trabajando todavía. Cuando ella decía a las amigas que era al trabajo, era verdad. No era verdad, en cual trabajo ella era.
          Han pasado dos horas.
          -¿Y qué? - el viejo preguntó.
          -Hay muchas versiones, difícil elegir. En unas horas es probable que yo pueda dar tal forma de ellas para ser posible hacer un plan, pero a pesar de eso será algo como una ecuación con muchas incógnitas. No impediría encontrar más aún de los datos. Ahora voy de nuevo allá.
          -También, verifica los buzones de las todas tres.
          -Es correcto, Albert estuvo de acuerdo. Más aún no impediría permanecer en cada de cuatro apartamentos durante diez minutos, incluyendo el mío. Puede ser, un teléfono llamaría o los vecinos preguntarían algo. Tendremos alguna información más. Sería mejor hacerlo juntos. Tú tomas dos apartamentos y yo también tomo dos. Así sería más rápidamente.
          -Ve solo a los apartamentos, - el viejo respondió. - Porque en este momento, subiré a las instituciones que no puedes entrar. Por ejemplo, la oficina de Paukov.
          -¡Es cierto!
          Albert estaba sentado en cada apartamento durante diez minutos con un preciso al segundo, pero sin resulto. También no había nada en los buzones. Él verificaba su propio apartamento frío por último. Sin embargo, una nota estaba en su propio buzón. Era un telegrama de tres palabras: "salva todos fácil". Ahora ya él tenía algo.
          Inmediatamente, Albert entendió, quien es el autor de telegrama (valiente, traviesa y fácil). A la vez, esta nota no podía ser una trampa, porque no invitaba a nadie ni en ninguna parte ni daba ninguna información excepto la principal: la peor versión fue afirmada.  Probablemente, Lena decidió como si fuera mejor actuar de tal manera y no calculó correctamente. Kashin y su compañía, ellos entendieron que ella se volvió contra ellos y la encerraron en algún lugar. Podía ser que ya la han eliminado, pero no había ningún deseo pensarlo. Si ella está viva, ello significa que la eliminación de ella era conectada con las dificultades técnicas o al fin ellos van a usarla como una rehén o como cebo. Por esta razón, ellos no retiraron el telegrama que fue enviado anteayer de Moscú. Lo significa que Lena no está con ellos bajo su custodia más de que dos días, pero Valya y Sveta fueron capturadas antes. Cuando Albert regresó y compartió por poca información que fue obtenida, el viejo estaba de acuerdo con estas suposiciones, pero estaba preocupando que no logró nada saber ni en la oficina de Paukov, ni en los lugares de aparición probable de Kovalev, donde él había creado las áreas de aparición debajo de las mesas, ni en los apartamentos de todos los tres jefes del departamento criminal en la casa cerca de metro "Studencheskaya", ni en los apartamentos secretos.
          -No es sorprendente no recibir ninguna información durante tal corto período, - Albert concluyó. - Todos tienen muchos otros casos, también ellos pueden estar sentados y callando en sus oficinas durante las horas. ¡Tengo idea! Debemos hacerles hablar y parece que yo lo sé de cual manera hacerlo.
          El viejo no estaba contra un plan que fue inventado por Albert. Ellos ambos rieron cuando Albert lo formuló en voz alta. Sin embargo, él aconsejó a Albert más detalladamente calcular y reflexionar sobre todos, antes de actuar. Del lado de enemigos hay una posibilidad de usar los reactivos para marcar a la persona. Incluso las policías tienen tal cosas. También hay una posibilidad del uso de pequeños transmisores que irradian alguna señal, para triangular su posición y saber la localización de objeto y descubrir todos los lugares de su aparición probable. Finalmente, es probable del uso de las sustancias radiactivas que es muy peligroso para saludad, por lo tanto, el uso es menos probable, pero no es excluido completamente. Ellos pueden estar listos y en el caso de aparición probable de los objetos, rápidamente, es posible incluso aplicando un equipo especial, a conectar al cuerpo o a la ropa alguna cosa impura. Extremadamente poco probable una emboscada de combatientes con las armas desbloqueadas que tienen el orden para tirar a matar en el caso de algunas "milagros". Sin embargo, sería mejor considerar todo que es posible.
          Como comienzo, Albert decidió usar la tienda central de comestibles #40 que está ubicada en uno de los edificios del bloque de mala fama en Lubyanka. Para actuar sin atraer atención antes de lo estaría necesitado, al principio él decidió no poner ninguna máscara, sino ha comprado una chaqueta de cuero, comparativamente debajo costo, pero abrigada, y un suéter barato, siguiendo el ejemplo de los asesinos de Tolik. En la tienda #40, la cajera de sección, donde los vinos caros eran vendidos, estaba charlando agradable y apasiona con un cliente que era vestido caro, pero mal gusto. Ella prolongaba maliciosamente el servicio, estaba contando el cambio demasiado largo. Parecía no era un flirteo, sino una visita del hombre necesario. Detrás de él, una cola de tres personas ya se ha formado. Ellos esperaban callando, pero con irritación ocultada. De repente uno de ellos saco el cuello del suéter, cubriendo la parte baja de cara con ello hasta la nariz. Luego, él se acercó abruptamente hacia la cajera y la besó en los labios a través del suéter, abrazando el cuello por la mano izquierda y por la mano derecha agarró el dinero equivalente de cinco buenos salarios. La cajera gritó fuertemente, toda la gente quedó desconcertada, pero Albert gritó más aún fuerte: ¡Fuego! Él dio brutalmente una patada a la mano que intentó cogerlo, saltó a través del mostrador y empezó a escalar arriba sobre la estantería, donde muchas botellas con vino estaban de pie, rompiendo parte de ellas. Todos se volvieron al lado del "espectáculo", pero el perturbador repentinamente despareció delante de todo el mundo.
          No obstante, las botellas rotas y dinero perdido eran bastante reales y es imposible hacer a los fantasmas ser responsables de eso. Una muchedumbre se ha reunido.  Un grupo de tareas llegó, los miembros de cual todos eran vestidos de civil, pero todos los testigos oculares decían algunas tonterías. Por si acaso, ellos interrogaron rápidamente a la gente sobre las señales distintivas del perturbador y empezaron a verificar los documentos de mucha gente en las salidas de la tienda. Por supuesto, todo esto no dio ningún resultado.
          Las salidas todavía eran bloqueadas, pero de nuevo el grito y ruido sonó en la sala. De nuevo un "hombre invisible" saltó desde alguna "inexistencia" con la cara cubierta a medias por el cuello de suéter. Después de agarrar un paquete de dinero él como si se disolviera en el aire. El jefe del grupo ya empezó a consultar en la radio con sus superiores, de lo que en la tienda alguna diablura está ocurriendo sin cesar, a pesar de lo que todas las salidas son bloqueadas y debido a esto no es suficiente de empleados, porque en tal situación ellos están necesitados no sólo cerca de las salidas, sino también dentro de la tienda. Ellos necesitaban muchos testigos especialistas, porque todos los testigos oculares eran personas civiles y prestan algunos testimonios absurdos. Las policías de altos rangos empezaban a comprender de que lo que está ocurriendo, ir más allá de su competencia y ellos tenían derecho con la conciencia tranquila cargar este "dolor de cabeza" al FSB. Los detectives y mucha gente curiosa merodeaba a través de toda la tienda. Ellos compartían enérgicamente sus impresiones, todos deambulaban de cabo a rabo sin prestar atención a la tercera dimensión, es decir, a la altura. De repente un grito sonó de allí:
          -¡Ordeno mirar aquí! ¡Todos mirad aquí! ¡Estoy aquí! - alguno psicópata gritaba de arriba. - ¡Apartaos! ¡Ahora la explosión y fuego va a ser!
          Una botella de champaña cayó encima, se rompió con el sonido fuerte e inmediatamente olió a la gasolina. Una antorcha cayendo encima, encendió el charco. Toda la gente logró escapar al lado a una distancia suficientemente segura. Tiros al aire sonaron, pero el hombre del momento ya logró desparecer. Unos visitantes asustados se lanzaron a la salida. Sin embargo, había menos de tal gente y el gentío que fue formado por ellos en las puertas, era bastante seguro. Unos del resto fueron abrazados por éxtasis pero ellos intentaban esconderlo, porque eran tímidos de esta emoción. Su alegría era natural: ¿Dónde y cuándo más aún puede ver tal "fuego artificial"? No había víctimas. El fuego fue pronto apagado con los extintores de incendios. Ello no logró abrazar algo más y estaba quemando sólo menos que un litro de gasolina en el piso de piedra. A pesar de eso había mucho humo, pero mucha gente no quería abandonar la tienda para mirar que ocurrirá después.
          En este momento un hombre vestido de la chaqueta de cuero, pregunto a la vendedora en una tienda lácteos en la calle Srétenka, cómo llamar por su nombre y patronímico al gerente de la tienda. Como si él vaya a mostrar y posible vender a ella una alfombra de felpa que es traída desde Bakú. Después de eso, él pasó al corredor sin ninguna interferencia, pero no vino a gerente, sino se acercó hacia un grupo de los cargadores que estaban sentados en su espacio auxiliar. Ellos estaban narrando anécdotas uno a otro y al principio no prestaron atención al intruso.
          -¡Oye, tío! ¡Deja mi albornoz! ¿De dónde viniste tan descarado? ¿Eres un novicio? - Después de esta réplica, los todos se volvieron las cabezas al lado de hombre que se puso sin permiso la cosa de otra persona, pero ese hombre desapareció delante de todos y después de eso una escena larga y callada se formó.
          En unos minutos en otro lugar, de nuevo a cerca de Lubyanka, un hombre con la ropa de obrero estaba entrando en una librería grande y llevando con dificultad un gran montón de basura que contenía el cartón, papel y tablas de madera. Él subió al segundo piso. No obstaculizaba nadie a él, incluso alguien ayudó para sostener la puerta en el momento de entrar. ¿Es importante, qué orden fue dado por los jefes a un ya sea a un obrero o barrendero? Sólo después de subir al segundo piso cuando él echó el montón cerca de mostradores, la vendedora gritó a él:
          -¿Quién te ha permitido echar la basura aquí? ¿Qué es lo que estás haciendo?
          -Intento hacer un fuego de campo. ¿No puedo hacerlo?
          Ella acaba de querer gritar: "¡Milicia! ¡Un loco está en la librería!" Pero de repente calló y se congeló asustada, viendo el "Walther" apuntado a ella.
          -No tenga miedo. Usted no se quemará. Incluso tendrá el tiempo para ver este fuego artificial. ¡Es tan hermoso! - Albert pronunciaba en voz baja y sonriendo, regando el montón por una mezcla inflamable. Mojó una varita de madera, la encendió y echó en la media de "basura". Después de eso, inmediatamente saltó al centro de flama encarnizado y despareció en ello.
          -¡Fuego! ¡Arriba hay fuego! El alarma que se ha empezado arriba como si afirmara este mensaje pronunciado por la voz fuerte, pero una continuación extraña ha seguido:
          -¡Qué ocurrirá aquí ahora! ¡Todos mirad aquí! ¡Vosotros! Muchedumbre lastimosa de la gente. ¡Cadáveres! ¡Ganadería! ¿Hay un hombre entre vosotros o sois todos zombies soviéticos?
          En unos segundos casi todos que estaban en esta sala, miraron con indignación a Albert y podían verlo claramente.
          -¡Pendejo! - una voz enojada de alguien sonó, pero el hombre del momento despareció delante de todos de nuevo. Pronto visitantes y vendedores corrieron afuera. La congestión del tráfico empezó a formarse debido a la multitud congregada, pero por un rato. El edificio fue salvado, sin embargo, la brigada de bomberos tuvo que trabajar mucho.
          En media hora más, todos los datos alcanzaron a Paukov de lo que estaba ocurriendo en las tiendas locales. Por si acaso, él llamó a Kovalev.
          -Grisha, excepto Kashin ¿dedica alguien a los fenómenos anormales?
          -Tío Kesha, no lo escuché en absoluto, es poco probable.
          -Si hablas, muy probable que es verdad, pero...
          Ahora otro teléfono llamó. Paukov cogió el teléfono sin esconder su descontento.
          -Atención. El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo.  El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo...
          -¡Tonto! ¡Jugó con su diablura! - la frase se ha escapado desde el General de FSB. - Grisha, espera un poco. Tengo los mensajes de todos los lados. No interrumpas la conexión.
          El General colgó la línea de donde las mismas palabras estaban repitiendo como un disco rayado, sacó de la mesa el walkie-talkie, extendió la antena. Cuando se agachó, le pareció como si alguna sombra acaba de titilar una vez debajo de la mesa masiva de roble y eso lo hizo mirar una vez más para asegurarse de que no hay nada allá. Largo, él no lograba obtener la respuesta del, pero la persistencia todavía prevaleció y ganó. Oyendo la contraseña de Kashin que fue pronunciada con la voz ansiosa, Paukov lo interrumpió ahora mismo.
          -Camarada Kashin, ¿qué era vuestra última misión?
          -Ese tipo, el contrabandista desde Suecia, alias Rey Negro.
          -¿Lograste obtener algo?
          -Los compañeros trabajan. Si necesita el informe inmediato, voy a preguntar a través del aire y daré los más nuevos datos a usted.
          -Creo. Trabajas bien. Yo dijera, incluso demasiado bien. La gente habla: “Cuando cortas madera, las astillas vuelan.” Sin embargo, ya no tenemos astillas, sino leños grandes.
          -¿De cuál habla, Innokenty Nikolaevich?
          Sin prestar atención al pretendo, Paukov continuaba:
          -Debes hacer tal casos juntos con nosotros. Todavía tienes la posibilidad para rehabilitarte. Incluso ayudaremos y legalizaremos vuestra actividad. Pero ahora, vuestro objeto, a propósito, sabemos que él se llama Albert, ¡roba y enciende las tiendas en el centro de Moscú, asusta a la gente! Convoco a ti con urgencia. Este problema no es para hablar en el aire. ¿A las tres de la tarde puedes?
          -Intentaré... Decir más correctamente, vendré sin duda.
          -Y toma nota. Si, trabajando, cometiste algunas acciones que pueden ensombrecer nuestro servicio, por favor, lo enmenda que vea posible. Ojalá que ¿por tu parte no había tonterías con consecuencias irreversibles?
          -¡Afirmativo!
          -Bien. Espero.
          Después de estas palabras, Paukov apagó y puso la radio al lado, sin olvidar para quitar la antena. De repente, Kovalev entró a la oficina.
          -Perdón, tío Kesha, datos interesantes. Los compañeros han triangulado a Kashin. Ahora él está en doscientos kilómetros de Moscú al norte.
          -¿Puedes más exactamente?
          Kovalev acercó hacia el mapa que estaba colgando en una pared y delineó un círculo con el dedo. El General también acercó hacia el mapa.
          -De hecho, no es reconfortante. El radio es aproximadamente veinte kilómetros. No creo que en una ciudad. Allá no hay ningún nuestro afiliado, subordinado a Kashin. Debemos estar al corriente, qué es esa dejaba burbujear que él ha organizado allá.
          -Tío Kesha. Usted no dijo nada de las mozas. Ellos están a punto de eliminar a la Pelirroja.
          El General echó un vistazo a Kovalev, ya sea interrogativamente o con indulgencia y después de la pausa, sumergiendo a la confusión a su subordinado, pronunció:
          -Grisha, mi estimado, necesitamos la información. Y del cual modo ella fue obtenida... en suma, tú me has comprendido. No hay ninguna nuestra culpa en eso y podemos con una conciencia limpia... - luego el General como si buscara una expresión apropiada.
          -Nos lavamos las manos, ¿correctamente, tío Kesha?
          -Está bien que eres tan astuto.
          Repentinamente, Kovalev se lanzó a la mesa y se agachó.
          -¿Qué te ocurrió?
          -Me pareció como si alguien estuviera sentado aquí.
          -Deberías descansar, Grisha. Mucho trabajas. Sin embargo... - de repente Paukov recordó que recientemente también notó alguna silueta debajo de la mesa. - ¿Qué has visto allí?
          -Imaginen... algún paquete, semejante a la ropa, no me preocupé. Un poco después, eché un vistazo con más atención. Como si un ser humano estuviera sentado, pero en una postura increíble. Sólo un yogui avanzado podría estar sentado de tal manera.
          -¡Justo lo que necesitamos! Sería mejor no compartas con el resto. De lo contrario, puede perjudicar tu reputación. Reflexionaré sobre eso. Hay algún antídoto siempre contra cualquier veneno.
          En este momento en la taiga lejana y nevada, en Siberia en el borde del pueblo, un hombre apareció "de nada" y se dirigió al pueblo casi corriendo, entró en la casa.
          -¿Y qué? - Albert preguntó impacientemente.
          -Kashin está a doscientos kilómetros al norte de Moscú. El radio de la localización probable está a cerca de veinte kilómetros. Paukov está en corriente de todo, incluso de Lena, - el viejo informaba, respirando con dificultad. Después empezó a narrar en detallas lo que escuchó, terminando con tal palabras:
          -¿Lo ves? Estamos haciéndolo bastante bien. Tú enturbiaste estas aguas. Yo atrapé un pececito.
          -Espera, espera, - Albert pronunció con la preocupación en voz. - ¿Qué tal si está la localización probable de ellos en la dacha de mis padres?
          -¡Ten cuidado! ¿Tienes puntos, dónde podrías emerger, al menos en la distancia corta desde la dacha?
          -Tengo.
          -No oses aparecer dentro de repente. No lo es sólo peligroso, sino puede arruinar el caso.
          -Lo entiendo.
          -Entonces, Dios está contigo.
          Albert emergió media kilómetro de la dacha y fue a la dirección de ella rápidamente. No obstante, en vez de la valla anterior, había una valla nueva, también de madera, pero más alta y sólida. Él saltó abruptamente a una altura. En segunda vez, logró agarrar la parte alta de valla, tiró hacia arriba. Colocándose las piernas contra la valla, él se levantó más alta y finalmente puso las manos encima, sobre la valla. Dentro no era nada cambiado, pero un guardia en el patio caminaba aquí y allá, vestido del uniforme de camuflaje y con el rifle de asalto. Notando a Albert inmediatamente, él gritó enojado:
          -¿A dónde estás subiendo, cabrón?
          -¡Esa dacha no es la vuestra! La gente vieja vive aquí.
          -¡Y yo estoy vigilando esa dacha contra los tipos semejantes a ti! ¿Tienes algunas preguntas más aún?
          En vez de responder, Albert  saltó atrás, a la nieve.

El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/18/984

пятница, 18 января 2019 г.

Capítulo 7. Olesya. La teleportación. Parte II.

         Al día siguiente, celebrando el aniversario noventa y cinco del amigo de gran edad, los todos descansan, bebían la cerveza, té, escuchaban la música, veían los videos. En la noche, Albert logró “volar” a Nueva York para comprar fresa. Olesya comía la fresa, preguntándose, de donde ello pudiera aparecer el noviembre en el remanso de región de Krasnoyarsk. Ella comenzaba a suponer de hecho, como si su amante fuera un brujo. No obstante, sin darse cuenta de la razon, ella recordó como Jesucristo dio de comer a cinco mil personas de una manera maravillosa. El viejo ya no dudaba de confesar a Nadezhda que azotaba a su Olesya casi cada día y eso promovía el éxito en enseñanza a ella. Albert lo supo unos días antes de eso.
         El viejo había conocido a ella en el verano del año pasado. Hacía frío y ella estaba triste y sentado en la banca en un patio de ciudad pequeña que está en el ferrocarril de Abakán.
         -Hey, moza, - él bromó de la misma manera, como bromaba habitualmente con las chicas en la calle. - Quieres recibir una azotaina con cinturón. Después de estas palabras, él observaba siempre la reacción de ellas. Pareció que él dio en el blanco esta vez.
         -Si me alimentaras, podrás azotarme cuanto quieres, pero átame durante eso. ¿No ves que estoy fatigada y tengo frío?
         -Sin embargo, para recibirlo, tienes que ir lejos en tren, después de eso seguirte sacudiendo en autobús durante las seis horas.
         -No importa para mí a donde viajar. Llévame lejos de aquí.
         Como de costumbre, él fue vestido extrañamente. Aparecer de tal manera con chica, eso podía provocar sospechas.
         -Entonces espera a cerca de esta entrada, pero no entres. Me cambiaré, saldré e iremos. Justo a tiempo en hora y media, el tren local saldrá a Krasnoyarsk.
         -¿Por qué no puedo entrar, incluso a esta entrada? Tengo mucho frío.
         -Por favor, soporta cinco minutos aún. Debe así. Y apartamento no es mío. ¿Por qué sin tener miedo de cinturón, tienes miedo del frío?
         -Cinturón es una cosa, frío es algo otro. Ahora para mí, sería mejor si recibiera una azotaina tres veces en día en vez de estar a cerca de estas canallas.
         -Yo creía, como si escaparas del hogar porque los padres te han azotado.
         -No tengo padres. Estoy desde el orfanato.
         -Espérame. Intento regresar más rápidamente. Después narrarás.
          Paul corrió en la entrada, dejando a la chica, justo en la calle fría, se teletransportó rápidamente al hogar, cambió la ropa y regresó a los pisos superiores de la misma escalera. Su nueva amiga estaba sollozando, empujando la cara en batería de calentamiento que no funcionaba en el verano frío.
          -¿Por qué así? ¿Creías como si yo te burlara?
          Ella se volvió a él, sonrió a través de las lágrimas y de repente lo abrazó, siendo la primera, empezó a besar y ha llorado de nuevo.
          -¡Haz lo que quisieras conmigo, pero llévame lejos! ¿Lo ves? - Ella cesó a llorar repentinamente, - no te obedeció, entré a la escalera, aunque tú lo prohibiste. ¿Me azotarás por eso?
          -Sí. Si lo quieres.
          -Ahora quiero sólo que me llevaras lejos y escondieras.
          -Entonces, vamos a la estación.
          Fue una mañana, pero él la llevó a la casa sólo en medianoche. Ella era hambrienta como loba y estaba devorando con avidez las delicias americanas y se durmió justo en la mesa.
          En la mañana siguiente, debido a la razón de conspiración, él no la llevó a la casa de baños, sino después de calentar agua con ayuda de ella, la lavó a ella, justo en la casa.
          -Ahora vístete. Permanece un poco con esta ropa, pronto yo te regalaré las cosas nuevas.
          -¡Pero has prometido!
          -¿Qué?
          -¡Para azotarme!
          Paul no creía nunca que después de la teleportación, el destino le regale tan generosamente en la segunda vez. Ahora él entendió que la chica no bromaba, aunque intentaba todo imaginar en forma del jugar.
          -Entonces espérame. Voy a regresar pronto.
          Después de salir, él inmediatamente se teletransportó a una ciudad que era el centro local, compró la comba allí. Paul regresó pronto, pero la chica no logró todavía incluso poner las bragas después de lavar.
          -¡Oh, tienes la comba! - ella exclamó. - En el orfanato, fuimos llevados a la sala de profesores y azotados con una comba como ésta, por las culpas diferentes.
          -Sin embargo, has escapado debido a eso.
          -He escapado… narraré luego.
          -¿No tienes miedo?
          -Un poquito.
          -Entonces, ¡acuéstate sobre la cama! La vez siguiente pensarás, antes de pedir.
          Bajando la cabeza, Olesya caminaba pesadamente hacia la cama, obedeciendo se dejó atar. El viejo estaba azotando largo a ella, pero no demasiado fuerte. Cuando ella empezaba a gritar fuerte, él paraba y exigía que la chica castigada tomara la almohada en boca. Después de eso, él se liberó de la ropa y tomó posesión de ella, sin desatarla. El viejo en la edad casi centenaria, como un chico se enamoró de una chica que tenía quince años. En esta existencia, la cosa más terrible que podría ocurrir, si ella corriera llamar a los vecinos y la milicia, él perdería sólo esta casa y tendría que vagar en el mundo sin regresar aquí nunca. Entonces, él esperaba encontrar un asilo en un país cálido, donde el invierno no tiene lugar nunca. No obstante, él cometió el pecado y eso es mucho más complejas.
          Sin embargo, inmediatamente después de desatarla, ella empezó a declarar su amor a él tan expresivamente y patético que no quedó ninguna duda. No era ningún pecado, sino el amor. ¡El amor! ¡El regalo de Dios! Y sería un pecado si lo rechazara. Ni qué hablar de que Olesya fue muy alegrada, cuando aprendió lo que ahora puede vivir indefinidamente en la casa de su nuevo amante y primero que ama a ella de hecho. Ella intentará estudiar bien. Él la castigará a ella frecuentemente y dolorosamente. Ella había soñado con tal vida.
          Olesya recordaba vagamente a sus padres. Había una habitación. En la puerta un columpio pendía, simple y hecho en casa. Ella cayó de ello y lloró. Una buena mujer vino corriendo que ella llamaba como mamá. Ella la sostuvo en sus brazos, la consoló y la acarició ¡y todo se hizo tan bueno! Esa vida era como un sueño indistinto que ella veía hace mucho tiempo. Después ella no encontraba aún a tal gente buena. Sólo unas cosas eran buenas, el sol en la primavera, la hierba verde en el verano y los árboles en el parque boscoso a donde ella corría para quejarse como a un amigo. Ella creía que detrás de todo eso, hay un gran Amigo, el único que es capaz de escucharla y comprenderla. Él es bueno en la misma manera como mamá de eso lejos "sueño" de infancia. Él se contrista, cuando ella hace algo mal y tarde o temprano ayudará a ella para salir a siempre de esta casa, donde no hay amigos, sino sólo enemigos y tontos. Ciertamente, es imposible ver a este Amigo, sin embargo, Olesya no tenía duda de que Él existe.
          No hablaba nadie de los padres a ella. Solo últimamente rumores verdaderos comenzaban a alcanzarla. Que el padre fue encarcelado, como si por el gamberrismo (en esa época mucha gente fue encarcelada por el gamberrismo, frecuentemente sin culpa). Y como si la madre se ahogó en el río con intento de suicidio, siendo desesperada. No lograron salvarla. También oía, como si el padre cometiera atrocidades terribles después de salir de la prisión, casi asesinatos a unas personas con desmembramientos tenían lugar. Puede ser, es una exageración.
         Olesya era una alumna de buena capacidad y diligente, pero siendo una traviesa, todavía arreglaba para merecer una azotaina en la sala de profesores. Al principio, ella tenía mucho miedo de eso y lo evitaba, como todos los niños, pero suficiente pronto empezó a encontrar en eso algo, ya sea agradable o elevado, sería difícil de dar a este fenómeno alguna determinación clara incluso para persona adulta. Ella no compartía estos pensamientos con nadie, tampoco ellos le obsesionaban a ella. Cada vez durante el día, eso se hacía olvido entre el aprendizaje y juegos. Sólo por la noche, le era agradable a recordar, como ella fue azotada hace un mes, como ella chillaba del dolor y pedía disculpas. También le gustaría a ella si el profesor de canto la azotara. Sin embargo, no lo ordenaban nunca a él. La azotaina de alumnos culpables era confiada siempre a una barrendera que parecía siempre descontenta y los castigos eran dirigidos por vicedirector, una mujer que era delgada y severa, con gafas y tenía aproximadamente cuarenta años. Soñando por la noche en la cama, Olesya estaba planificando, de cual modo merecer un castigo nuevo.
         Así que, Olesya asumía frecuentemente la culpa de los otros, incluso de los muchachos a veces. A menudo, ella misma también violaba el orden severo. Parecía, después de ganar la reputación de una temeraria, después de asumir la culpa de los otros, ella debería hacerse la favorita de todos en clase. Pero ninguno en absoluto. Ella se atrevió a diferir de los todos. Ella se atrevió a soñar con las cosas, con cuales no se suele soñar. Aunque ella no compartía con nadie nunca sus inclinaciones sexuales. Ella misma todavía no sabía la razón, debido a la cual los todos le odiaron.
          Ella notó sólo dos cosas. La primera: ella no estaba interesada en absoluto a comunicarse con los compañeros y compañeras de su edad. La segunda: la culpaban constantemente que “ella no sabe vivir en la colectividad”. No explicaba nadie ni nunca claramente y comprensible lo que ellos querían de ella. Sin embargo, la solución era muy simple, porque explicar claramente y comprensible tal cosas no se atrevería nadie. Si alguien se atreviera a hacerlo, pronto él caería pronto en la situación que no sería mejor que ésta de Olesya. Ellos podían insinuar, pero no lo diría nadie en voz alta. Eso sonaría aproximadamente de tal manera: "en nuestro estado, es ordenado ser semejantes a todas las personas. No osa nadie a ser diferente, pero lo has osado. Tú pareces más inteligente que los otros, mientras debes ser como todos. Incluso si callaras, a pesar de eso sería visto que eres diferente por algo. Debes hacer algo para que fueras como todos los otros no sólo externamente, sino también dentro, porque el mundo interior de cualquier persona es visible, aunque ello no es siempre conveniente para describirlo usando palabras. Cómo hacerlo - el problema es tuyo. Si eres capaz, vivirás como toda la gente normal. Si no puedes, entonces perecerás. Eso no ocurrirá ahora mismo, sino gradualmente. Al principio, permanecerás sin recursos y con mala reputación. Luego permanecerás en las prisiones o en los manicomios. Y nuestra buena colectividad lo promoverá".
          Todo el tiempo, ella llegaba a pensar de sí misma, buscando diligentemente, qué es tan malo lo que ella hace. Ella buscaba, buscaba esta "maldad dentro sí misma" y no encontraba nada. Ella podía quejarse del destino o pedir un consejo sólo a ese Amigo invisible, sólo consigo ella podía estar franca, incluso si Él no le respondía a ella, pero podía ser que respondía en algún otro "idioma" de los símbolos y destinos que ella todavía no aprendió. Luego, ella empezó a adivinar que este Amigo es el mismo Señor. Ella oraba a Él. Una vez ella visitó una iglesia, pero decepcionó. Ella imaginaba a Dios de la manera muy distinta de la imaginación de viejas locales. Sólo en el futuro en unos años, cuando ella leyó en el Evangelio: "Ya no les llamo servidores, porque un servidor no sabe lo que hace su patrón. Los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que aprendí de mi Padre" (Juan 15: 15) - ella estalló en lágrimas y se arrepintió. Jesucristo era el mismo Amigo. Ella reconoció en Él a ese Amigo con cual intentaba comunicar mentalmente. La gente Lo odiaba de la misma manera. Uno de los mejores amigos Lo traicionó para que crucificaran a Él. Ya hace dos mil años, Él explicó a ella, cual es su problema:  "No sería lo mismo si ustedes fueran del mundo, pues el mundo ama lo que es suyo. Pero ustedes no son del mundo, sino que yo los elegí de en medio del mundo, y por eso el mundo los odia." (Juan 15: 19).
          Ella empezó a buscar en el Evangelio la razón de su pasión rara, pero no encontró nada. Ella ha decidido que no aún no escucharía a la gente. Sin embargo, estaba interesada, qué respondiera la pregunta su nuevo amigo humano, es decir, viejo Paul.
          -¡Amor mío! ¿Sabes cuáles palabras Cristo tiene? "Aún tengo muchas cosas que decirles, pero es demasiado para ustedes por ahora". Cuando no encuentras la respuesta de una pregunta, recuerda lo que Cristo tiene la respuesta universal a todas las preguntas: "el árbol se conoce por sus frutos."
          Pero entonces en la casa infantil, cuando Olesya era perseguida y despreciada, además de comunicación mentalmente con el Amigo, empezó a buscar el amor, del cual tanto muy hablado en los poemas y cantado en las canciones. Cuando su situación empezaba a parecer desesperada, ella a su vez empezaba a comprender que no tiene nada que tuviera miedo de perder y ahora ella puede hacer todo que quiere.
          ¿En que consiste el amor? Hablando de eso, las compañeras de clase soltaban risillas y los muchachos susurraban en el inodoro, tragando el humo de los cigarrillos baratos. No era posible entender algo. La misma cosa era considerada a la vez como la mayor bendición y la mayor abominación, de la cual la gente discutía con la condena y palabrotas.
          Y aquí una vez, durante uno de tal tardes del sentido de desesperanza y "omnipotencia" conectada con eso, ella se dio a un chico local en edad de diecisiete años. Ella tenía sólo trece. En esta noche cálida, siendo acompañada por el zumbido de los mosquitos, en el mismo parque boscoso, ella permitía al principio abrazar, acariciar y besar a sí misma, luego desnudarla y desflorarla. Era agradable, pero le faltaba algo. ¿Es ello el amor? - Ella preguntaba a sí misma y respondía: Si no es amor, ¿entonces qué es ello?
          Después de obtener lo que quería, él pronto notifico a las canallas locales de nuevo logro. No obstante, las canallas se mofaron de él: "Acabaste con la chica estúpida. ¡Ella es loca!" Sin embargo, él no guardaba rencor contra ellos, sino contra ella. Una vez él vino borracho a una cita, llevando los compañeros borrachos con él. Cuando ella había comprendido todo, era demasiado tarde. Todos ellos sucesivamente abusaron de ella del modo abominable, pero cuando intentaban poner la botella dentro de ella, ella misma no recuerda, como logró hacerlo: rompió la botella y cortó la garganta a una de las canallas. Casi no lograban llevarlo en ambulancia, salvándolo del sangrado fuerte.
          Las conexiones pasadas ayudaron al hijo de ex carnicero de la tienda de comestibles. También Olesya no fue encarcelada por el intento de asesinato, al contrario tendrían que mostrar el incidente con ocultación de la violación en grupo delante de toda la ciudad. Por lo tanto, el caso fue encubierto. El intento de mandar a Olesya al manicomio también no fue logrado. Había rumores que el activista local por los derechos civiles dijo algo sobre todo lo que pasó y debido a eso el psiquiatra entendió, si él considerara a esta muchacha como una esquizofrénica, entonces puede caer a una apariencia de tonto y él no iba a arriesgarse.
          Ella no fue castigada más en la sala de profesores. Los adultos cesaron totalmente de prestar atención a ella. Las chicas de la misma edad la agredían unas veces. Ellas no la golpeaban fuerte, sino más aún intentaban insultar a ella. Los adultos no querían escuchar de ella. Ya antes del conocimiento con esa escoria, ella logró acumular un poco de dinero y comprar la comba. Raramente ella lograba tener cierta privacidad y divertirse, azotando a sí misma con comba. Una vez ella aprendió sobre Francisco de Asís que azotaba a sí mismo hasta hacerle sangre, la sangre mezclaba con la nieve, construía muñecas de la nieve roja, diciendo: ¡"Aquí tengo los hijos"!
          "Probablemente él era como yo", - la chica pensaba. Después de ese caso, cuando las canallas abusaron de ella, ella decidía que le parecería satisfecha el amor raro: para azotar a sí misma sufriendo y disfrutando a la vez.
          Una vez, una de las educadoras la descubrió en el momento cuando ella estaba haciéndolo, pero para su gran sorpresa no le aplicó ninguna sanción disciplinaria, incluso no hizo público delante de todos los otros adolescentes. Ciertamente, los profesores, educadores y administración, todos fueron informados. Ellos estaban susurrando entre sí mismos y si Olesya aparecía, ellos se volverían a ella abiertamente, mirando por un largo rato a ella como a la bestia salvaje, luego continuaban de susurrar sobre ella. Cómo ellos estaban abominables, cómo eran semejantes a los peores protagonistas de telenovelas que ellos mismos condenaban viendo los programas de televisión, ellos no se daban cuenta nunca. Si ellos se dieran cuenta de su propia esencia bestial, quizás sea cierto que se ahorcarían debido a la aversión por sí mismos. Una vez tal palabras del vicedirector la alcanzaron:
          -¡Deja a ella se ir de nosotros más pronto! En la época de Stalin era así: "no hay persona, no hay problema". Ella sería mandada en un lugar apropiado, al campo de prisioneros., en época de Brezhnev - al manicomio, pero ahora tenemos que meterse con ella.
          Ella comenzó a cometer las evasiones, vagando y recoger las botellas (podía venderlos en el punto especial de recepción). Una vez, cerca de estación principal, ella se conoció un empresario que viajaba y se entregó a él por cincuenta dólares, pero después de eso las putas de estación la perseguían a través de toda la ciudad y ella apenas logró evadirse de la persecución. Esa vez, ella se fue a Novosibirsk, pero no tenía el dinero suficiente para que permaneciera en la ciudad grande por mucho tiempo. Después de comprar el remedio contra los mosquitos, ella vivía en la naturaleza y era feliz, en las noches probando a sí misma las varas de árboles diferentes y la ortiga. Sin embargo, cuando el dinero terminó, ella tuvo que regresar.
          Luego la evasión siguiente ocurrió y finalmente ella encontró a un amigo entre los seres humanos, a visitante del siglo pasado que además de eso poseía los talentos mágicos que eran desconocidos para ella antes. No obstante, la cosa principal, él era su tipo, además de eso, él era un poseedor de la misma pasión extraña, el primer real amigo entre la gente y él abrió a ella muchísimas cosas nuevas, si comparara, antes de eso, ella no sabía incluso décima parte de lo que sabe ahora. Si se quedara sola, con estos conocimientos ella es capaz de sobrevivir incluso en Rusia y en Estados Unidos o en los otros países libres, ahora ella podía permanecer sin preocuparse por supervivencia: ésa era garantizada.
          Sin embargo,  en este período, ella no se preocupaba por sí misma, sino por su amante que tenía casi un siglo. Las otras chicas jóvenes no se preocupan hasta tal punto, incluso por los amantes de su edad. Ella estaba lista para divertirse usando la mano muchas veces y sólo raramente darse a él para que no cansara a él, para que no dañara a la salud preciosa de él. Y él bien conocía el precio de tal regalos de destino. Poco probable que uno de los todos que conocía, tuvo suerte hasta tal grado. Incluso en la edad de cuarenta no tuvo nadie suerte así. Además de eso, ¡tal conciliación armoniosa de las inclinaciones de ambos tenía lugar! Y también él sabía que él mismo es un regalo precioso igualmente para ella. Nadie una de la gente simple, notando ellos juntos como amantes, no creería en desinteresado del amor de Olesya. Si creyera, entonces le calificaría a ella como una loca. Sólo Albert comprendía y admiraba. Incluso Nadia empezaba a entender algo y hoy miraba a ellos, estando más tolerada que ayer. Ella no podía explicar la razón, de la cual ella lo entendía, pero ya entendía que Olesya prefiere de hecho a viejo Paul en vez de joven Albert. Si una vez más ella sedujera al marido, entonces lo haría sólo para estar recibiendo una azotaina larga y dolorosa.
          Ella intentó imaginarse, como si Albert se hubiera acostado con las todas las tres amigas, si él subió encima de la chica de quince años, ¿por qué sería tímido él para coger a estas tres? Ella intentó imaginarse, como si Albert la abandonara, cayendo en amor en una de tres rivales probables. Ella no logró jugarlo en imaginación. Esto no sería él. Y aquí el telepatista viejo se pronunció sobre el tema de reflexiones de ella:
          -Nadia, cálmate. Albert no te engañaba. Eso no era ningún engaño. Albert no es engañador, sino un probador. Él es propenso tocar todo con las manos, incluyendo saborear todo. Recuerda como incluso en la infancia él puso la pinza en la toma de corriente.
          Todos sonrieron. La fiesta de cumpleaños iba a terminarse. Un trabajo fue planificado por la mañana. Para verificar, cómo las tres amigas restantes están y para espiar a los otros espías.

El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/17/1009

понедельник, 14 января 2019 г.

Capítulo 6. Relaciones extrañas. La teleportación. Parte II.

         El noviembre adquiría sus derechos cada vez más. Como de costumbre, había nieve en el suelo alrededor de Moscú, incluso los primeros días. Albert lo veía, cuando tenía que “subir” allá por alguna razón. No obstante, aquí la quietud tenía lugar y también la escarcha hasta diez-quince grados bajo cero. Paul hablada que no es toda la posibilidad de región, porque el frío igual puede estar ahora en Moscú, pero aquí a veces puede ser mucho más frío.
         Estuvo nublando, la nieve empezó a estar cayendo, pero esto no hizo menos frío. El viento frío penetraba en todas las grietas, como en el febrero en Moscú y cuando estuvo tranquilo, el termómetro marcó más bajo.
         -Ahora sería mejor esquiar, - Nadia dijo una vez, tomando de té. - El frío de Moscú es casi igual.
         -No lo dirías si fuera cincuenta grados negativa.
         -Una vez estuvo cincuenta y cuatro grados bajo cero en Naro-Fominsk.
         -Allá eso puede ocurrir una vez durante cien años, aquí más frecuentemente.
         -También me gustaría esquiar, pero tengo miedo de que los esquís no pudieran ser tomados conmigo, - Albert se juntó finalmente a la conversación.
         -Las cosas largas pueden ser tomado si te aferraras a ellas, las sosteniendo a lo largo del cuerpo, - el viejo explicó.
         -Entonces ¿por qué no lo hablabas?
         -Nadie de vosotros hablaba de esquí. Por lo tanto, creía que esta diversión no tuviera nada que ver con vosotros.
         -No. Así no. Alik y yo, nos gusta esquiar y creo que debemos comprar los esquís para Olesya.
         -Lo sé, pero sería mejor tomar los nuestros de la casa, porque estamos acostumbrados a ellos.
         -¡Con cuidado! Allá puede haber algunas trampas. Ellos tenían suficiente el tiempo para hacer daño. Si algo saliera mal, - inmediatamente ve detrás, - el viejo Paul previno. 
          Albert se olvidó y empezó a teletransportarse lentamente en la presencia de Nadia al apartamento en Perlovka. Un espectáculo horrible apareció delante de ella. Viendo la viscera del marido, como si él fuera cortado en dos, ella gritó fuertemente. Sin embargo, Albert sólo se asomó allá e inmediatamente se hizo atrás de esta ventanilla del universo, es decir, de esta superficie plana invisible que es escondida en todas partes.
          -¡Nadia, no tengas miedo! - él la consolaba, pero estaba tosiendo fuertemente a la vez. Es un fenómeno óptico. Cuando penetremos a través de otra dimensión, se hace visible no sólo lo que tenemos afuera, sino también lo que está dentro de nosotros. Cuando lo hice rápidamente, no lograbas notar nada, pero ahora acabo de asomarse allá y de hacer correctamente, - él decía, tosiendo todo el tiempo. El apartamento es atestado por el gas lacrimógeno. Ahora voy a ir allá para romper las ventanas en mi propio apartamento. Es la cosa tontería, creo sin saber capturarme, ellos prueban todo.
          -Sólo espérame un poco, es muy importante, el viejo dijo y rápidamente regresó con “Walther” de su sucesor, entregándolo a él y diciendo:
          -Ten más cuidado, aunque estoy seguro de que sus trampas no son mortales. ¿Qué es el olor de este gas?
          -Es semejante al gas en las gas-pimientas.
          -Aunque ellos trabajan en FSB, pero son tontos a pesar de eso. Puede ser, es posible los comprendo. Ellos te perdieron y si alguien que se ahogara aferrándose hasta de una paja, no lo sería correctamente considerarlo cómo una tontería.
          -Oh, ¡cómo tengo miedo para él! - Nadia exclamó.
          -Sin embargo, no tenga miedo, - y añadió volviéndose a Albert:
          -Y tú debes cuidarte más. ¿Vés qué belleza se preocupa por ti? Ella no es la única que te necesita a ti. Tendré que salvar a toda vuestra compañía, pero siendo solo, puedo no tener las fuerzas suficientes para cumplir todos los asuntos.
          -No os preocupéis. De hecho, todo depende de mí, por lo tanto, seré con cuidado. Sin embargo, esta vez, entraré allá desde la calle, voy a vestirme, porque allá también el invierno y frío.
         Después de vestirse con la chaqueta y poner las armas a bolsillos, es decir, la pistola “Walther”, las gas-pimientas y el hacha en el seno, él despareció y apareció en la región de Moscú, delante de su casa. Encontró piedras y empezó a echarlos, rompiendo las ventanas en el apartamento y después de romper todos, subió las escaleras y abrió totalmente la puerta. Un olor acre vino desde el apartamento, picaba los ojos. Sin encontrar nada para fijar la puerta, él puso el hacha debajo de ello. Pronto la corriente de aire debía cumplir su trabajo. Albert regresó a su asilo de Siberia. Los todos sintieron aliviada.
         -¿Y cómo allá?
         -De hecho, es semejante al gas CS. Después de ventilar, traeré los esquís. Compraré los para Olesya. Conozco una buena tienda afuera de San Petersburgo sin desorden ni colas bestiales, incluso hay una pequeña variedad de bienes.
         Cuando Albert regresó al apartamento ventilado, palabrotas oídas desde las escaleras lo hizo prestar atención.
         -Un loco vive allí. Él hace algunos experimentos, bombea gas de tal manera que tenemos que abrir las ventanas en el invierno. Ahora está rompiendo las ventanas. Menos mal que en su propio apartamento.
         -¡En la época del poder soviético, le mostrarían a él, de qué se trata! Es ahora que ellos se hicieron un lodazal. ¡Debido a Eltsin, maldito, con su democracia!
         A escuchar era divertido, pero no era interesante. Albert traía por turnos los esquís de Nadia y sus propios. Para los esquís de Olesya, Albert “voló” a San Petersburgo y regresó con la compra. Bien podía tomar los esquís consigo si se aferrara a ellos, los sosteniendo a lo largo del eje central de sí mismo, verticalmente. Albert recordó con pesar que él podía de la misma manera tomar el rifle que había confiscado del francotirador enemigo en el techo en el momento del golpe de estado.
         Por supuesto, Olesya no estaba en la casa. Podía explicarlo que antes de eso, ella tenía que estar en la casa sin salir. Desde el momento de aparecer de los “inquilinos”, la permanencia de ella en la casa de Paul ya no podía provocar las sospechas. Antes, ella bien entendía que debe esconderse para su propio bueno, ahora tenía la libertad completa de moverse y disfrutaba por ello. Pronto ella vino del frío, estando sonrojada y siendo contenta.
         -Ellos los ambos están fatigados, vamos a dejarlos permanecer en la casa, e iremos para poner la pista de esquí. Tengo los esquís de caza en el cobertizo, voy a traerlos.
          Después de decirlo, Paul salió y regresó con los esquís. A Nadezhda no gustaría ir al bosque con Paul. Aunque ella no esperaba ninguna sorpresa de Paul, bien sabiendo que Paul gastó toda su energía para Olesya cada noche. Sin embargo, ella no podía garantizar por esos que iban a dejarse, pero acaba de avergonzarse de rechazar sin decir la razón. Y en especial, expresar las sospechas entre amigos que se comportaban amablemente. Ella dijo sólo:    
          -Pronto va a comenzar a oscurecer. No caminemos largo. Deja Albert sí mismo pondría la pista por distancia más larga en la vez siguiente. Es joven, fuerte.
          -No voy a caminar largo. Dos kilómetros ida y dos vuelta. En una hora estaremos en la casa.
          Pronto ellos salieron. Al principio, Olesya tomó el primer libro que cayó a las manos y fingió como si lo leyera. No obstante, pronto ella puso el libro atrás diciendo:
          -No sé la razón, Alik, sin embargo, no me gustaría leer en este momento. ¿Tú te ofendes que apago de llamarte Alik en vez de Albert?
          -No veo gran diferencia. Son prejuicios, pero somos amigos.
          -Voy a estar franca contigo, como un amigo. ¿Puedes oír, como retozamos en la cama con Paul cada noche? Sé que oyes. Él me gusta, pero eso no es suficiente para mí. Sin embargo, no quiero forzarlo, porque tengo miedo por la salud de él. Si él muriera, entonces yo también moriría.
          Albert bien sabía de la inclinación de las chicas jóvenes de hablar tonterías de su propia muerte para que llamaran la atención a sí mismas. También sabía cómo esta conversación terminará y esto aceleró la excitación. En este momento, Olesya estaba ocupando todo el mundo interior de él. En este momento todos sus sueños y pensamientos fueron centrados sólo en ella, pero él le intentaba no mostrarlo a ella.
          -Una vez, he escuchado, como hablabas con Paul sobre la libertad de moral. Aquí voy a verificar, si fueras libre de hecho o sólo en palabras.
          Después de decirlo, ella empezó a liberarse gradualmente de toda la ropa. Albert estaba mirando a ella, sin estar tímido, ni apartaba los ojos.
          -Así que, ¿soy hermosa? - ella preguntó después de quitar un bañador verde y ajustado.
          ¿Es que dudas de esto?
          -Un momento, - ella puso el bañador de nuevo. - ¿Me queda ello bien?
          -En tu edad, toda la ropa te queda bien.
         El bañador fue quitado de nuevo y dejado de lado.
         -¡Inventé! Pareciendo de tal manera delante de tí, voy a te estar mirando en los ojos. ¿Crees que soy capaz de hacerlo?
        -Mira.
         Ella ojeó a él, de manera de una boa. Sería ridículo, pero la risa no era la cosa principal en este momento. Él empezó a mirar a ella entre las cejas.
         -Mirando mis ojos, dime, si me amas.
         -Amo todas vosotras, porque cada chica expresa sin repetir, la belleza del universo, la gloria de toda la creación y la gloria de Creador.
         -Ahora voy a hacerlo desde distancia más corta, - diciéndolo, ella se acercó más hacia él, alcanzándolo y se sentó en el regazo de él, justo sobre el pantalón. La figura de ella era semejante a ésta de Sveta, sólo los pechos eran más pequeñas, si no, en la oscuridad él podría confundir a ellos. Sin embargo, a la luz, las caras y colores de pelo eran muy diferentes. Olesya era rubia con los labios carnosos y azul-grises ojos, grandes y expresivos.
         -¿Sabes que me has excitado fuertemente? Estoy sintiéndolo.
         -¿Lo haces con todos los hombres?
          -No. Sólo en presencia aquellos que son libres de los prejuicios. El resto no es digno de contemplar mis encantos. Deja recibirlos a ellos lo que concuerda con su propia ideología. Si ellos  afirman como, si el sexo no fuera, deja les a permanecer sin ello. Puede ser, ellos creen que soy una puritana. No me importa a ellos ni lo que ellos piensan. Sin embargo, ¿por qué estás confundido? ¿Tiene yo que violarte o te darás de buen grado? ¿Quién es macho de nosotros ambos, tú o yo?
          -Yo creía como si tú quisieras sólo hablar. Si no es así, ¡entonces mira! 
          -Miro.
          Rápidamente, Albert se quitó toda la ropa, un minuto todavía no pasó. Examinándolo, ella exclamó:
          -¡Es grandioso!
          -¿Consideras tú así? Entonces acércate.
          -Avena no viene hacia caballo.
          Albert sólo se movió un poco hacia ella y ella empezó a correr de él a través de toda la casa, riendo fuerte y alegremente.
          -¿Qué será si viejo Paul regresa más temprano?
          -No te hará nada.
          -No obstante, ¿qué hará él a ti?
          -Lo verás.
          -¿Tienes miedo?
          -Tengo miedo y no lo tengo a la vez.
         Finalmente, él la atrapó y abrazó. Ellos se besaron con avidez y pasión. Él estaba agarrándola muy fuerte y “oh oh” pronto sonó, lo que fue oído antes cada noche. Siendo ligera, ella estaba dándose a él, justo pendiendo en alto. Las manos fuertes estaban sosteniéndola de una manera semejante a una anaconda. También “oh oh” final sonó pronto.
         Los ambos, estando ya agotados, se sentaron a la cama a donde Olesya previsora puso a tiempo una sábana doblada en cuatro. Durante a cerca de cinco minutos, ellos estaban sentados relajándose. Olesya estaba primera que interrumpió el silencio:
         -Vosotros también me gustáis, cada de su propia manera, pero el viejo me gusta más bien. Estoy de acuerdo que cada uno de vosotros expresa la belleza del universo y la gloria de Creador de su propia manera, pero no está sólo lo que las personas observadas tienen la belleza diferente, sino tampoco aquellos que contemplan, ellos tienen los ojos diferentes. Cada uno ve sólo una parte estrecha del espectro. Además de Dios, no hay ningún contemplador que fuera capaz de ver todo el espectro completamente. Tus ojos no ven la belleza de gente vieja, especialmente a aquellos que son bien conservados, tampoco ven una cosa más. No obstante, mis ojos no ven lo que tú ves. Nuestros “espectros”, cruzándose de lados diferentes, forman una franja estrecha y en esta franja podemos encontrar algo compartido, pero fuera de la franja lo que es comprensible para uno, ello no es comprensible para otro. Creo que eres hermoso, pero los ojos casi no te ven. Ellos te verán en todo tu esplendor sólo cuando tú te pondrás cano y te cubrirás de arrugas. Así que, esos que prefieren tener el único partner, no son siempre monógamos de hecho.
          -Veo que eres una chica lista. Aunque esta teoria no es la tuya, yo sé el origen de ello, es una lección que has aprendido y tú lo acabas de aprobarla y mereces recibir justo el cinco (la mejor evaluación).
          -¡Pero yo le pondría a ella la unidad (la peor evaluación) por comportamiento de ella! - la voz enojada de esposa sonó. - ¿Qué pasaría si voy a tirarte del pelo ahora?
          -Nadia, deja lo para mí, - Paul que la acompañaba, intervino. - Voy a castigarla severamente. Estás enojada, teniendo el deseo de doler a ella, pero pronto incluso compadecerás de ella e intentarás me parar. No eres única, sino yo soy también que tuvo pérdida, debido a lo que llamas como engaño. ¡Hey, belleza! No te escondas allá. No, déjate desnuda como estabas y ven aquí para retribución. ¡No te cubras con las manos!
          Olesya tembló y enrojeció, bajando la cabeza. Siendo desnuda, vino para observación de todos, sin levantar los ojos. En este momento Albert ya casi se ha vestido y no le impedía nadie.
          -¿Tú te confiesas culpable?
          -Sí.
          -¿Sabes lo que mereces por eso?
          -Sí.
          -Trae todo habitualmente debe traer en los casos semejantes.
          Toda desnuda, Olesya salió a la veranda pequeña y fría. En primera vez, ella trajo una banca larga. Durante la escala segunda, el sonido de agua vaciada fue oído, después de eso Olesya trajo una pequeña tina, cubierta por la madera contrachapada. Nadya ya estaba adivinando que va a pasar ahora. Olesya salió una vez más y trajo de donde unos trozos de cuerda, un poco más gruesas que esos, para colgar la ropa. La cabeza de ella todavía estaba bajada, el rojo no despareció de la cara, pero Albert, siendo informado, mirando con atención, notó que ella está escondiendo la sonrisa astuta y beatífica. El viejo quitó la madera contrachapada, pero Nadia no estaba sorprendida, porque vio en la tina lo que esperaba ver: las varas de abedul, bien mojadas. Obedeciendo, Olesya se acostó sobre la banca permitió atar a sí misma. Era visto que las manos estaban temblando.
          -Lo has ganado, belleza, - el viejo pronunció. - Vamos a comenzar, Nadia. Dale bien veinte veces a ella y el resto ella recibirá de mí.
          Nadia tomó una vara larga y sin reflexionar azotó a la chica rival, atrapada en el acto de pecado. Olesya cerró los labios y se estremeció, pero estaba callando.
          -Yo acaba de empezar. Pronto cantarás, te ayudaré, - la esposa ofendida de Albert dijo entre dientes. E inmediatamente la vara flexible silbó en el aire tres veces más. Finalmente, después del cuarto golpe el largo “oh oh”, lo mismo cómo durante las alegrías de amor, interrumpió el silencio. Olesya daba vueltas con la cabeza a la izquierda y derecha, era posible, el cuerpo estaba buscando la salida de esta trampa incomprensible y dolorosa sin darse cuenta de lo que ocurría. Encontrando el contacto visual con el vistazo enojado que la quemaba, es decir, con este vistazo de la mujer rival, ella empujó la cara contra la banca de madera de nuevo.
         -¿Y qué? ¿Suena difícil? Vos a ser como una cebra, rayada. Ten más aún, - después de estas palabras, la vara estaba silbando entre el silencio complete, marcando sus visitas por las ronchas claras, de espalda en el nivel de cintura hasta las piernas largas en el nivel de rodillas. El largo “oh oh” repetía ahora después de cada golpe y cuando inspiraba, un nuevo sonido que era semejante a grito, fue agregado. El cuerpo hermoso de Olesya que fue enredado con cuerdas, estando se estremecía cada vez más, pero en vano. Ella estaba atada concienzudamente. El viejo hizo una señal por la mano para parar después del golpe vigésimo.
         -Estos eran sólo los acordes de introducción, mi belleza. Ahora yo mismo voy a tratarte.
         Olesya suspiró profundamente y miró con amor al verdugo nuevo.
         -Sé que eres bonita. Sin embargo, debería azotar tal chica más frecuentemente, para que se hiciera más bonita.
         El viejo levantó la mano, Olesya empujó la cara contra la banca de nuevo y se encogió de todo el cuerpo. Ella sabía que ahora el maestro ha tomado las varas en las manos. Él la azotó unas veces y ahora el gemido del dolor sonaban en vez de erótico “oh oh”, aunque los golpes no eran más fuertes.
         -Mira, Nadia. Tú te enojabas, levantabas la mano arriba, pero sólo deberías saber unos simples secretos. Tu vara caía de plano sobre el cuerpo, pero yo sostengo la vara de tal manera que la punta de ello como si volviera la esquina. Estoy de pie en este lado. Ve al otro lado y míralo.
         Nadezhda fue del otro lado y vio inmediatamente la diferencia. Las ronchas que ella hizo, eran regularmente rojas del principio al fin, pero ésas que fueron hechas por el viejo, no eran tan largas, incluso un poco más pálidas del principio, pero hasta el fin, ellas eran cada vez más gruesas, se hacían más rojas se terminaban como un punto rojo-brillante, casi de sangre. A pesar del diálogo que interrumpió el castigo, Olesya se retorcía, gemía un poco y apretaba los dientes.
         -Cesa fingir una actriz antes de que sucedan. Ahora, ¡vamos a divertir juntos tan genial! - diciéndolo, el viejo la azotó cinco veces diligentemente y frecuentemente, casi sobre el mismo lugar de nalgas. Olesya aulló. Después de esperar un poco, dirigió a otro lugar y pronto cinco ronchas que casi se unieran juntos, sangrando un poco en los fines, se marcaron allá. Después de dos veces de tal cincos, Olesya gritaba cómo una alumna de escuela que tiene once años. El viejo la azotaba, cambiando frecuentemente las varas, sin prestar atención a los gritos de ella. Luego se paró de repente.
         -Así que, recibiste veinte de Nadia, cuarenta de mí. Descansa un poco y yo te daré la porción segunda, cuarenta más.
         Inmediatamente, Olesya cesó de gritar, sin embargo la parte de banca que dejaba contra su cara, ya estaba mojada de las lágrimas.
         -Escucha, diablo viejo. Puede ser, ¡cesarás atormentar a la moza! - Nadia indignó.
         -No te interfieras. Tal amor cruel es entre ellos, - Albert intervino.
         -¡Debes estar bromeando! ¡Amor!
         -¡El amor tiene razón siempre! ¡El amor es hermoso siempre! Simplemente nuestros ojos no son perfectos suficientemente para ver este aspecto del amor.
         -¿Acaso es amor?
         -Sí. Hasta que un individuo no empieza a arruinar a sí mismo ni a otro, es amor. ¿Has leído sobre Eloiza y Abelar?
         -No.
          -Es el hecho histórico, - el viejo juntó a la conversación. - Siglo undécimo. 
          -Interesante, debo conocerlo a veces. Vive y aprende.
          -Vamos a la habitación, para estar sentado un poco.
          Todos fueron a la habitación y se sentaron en sillas. Olesya estaba acostada en la banca sin hablar. En diez minutos, de nuevo los todos vinieron a ella.
          -¿Qué tienes, mi cariña, estás exhausta?
          La víctima dijo lo que los visitas no esperaban oír:
          -¿Sabes que merezco estar azotada a menudo?
          -Entonces vamos a continuarlo.
          De nuevo las varas flexibles cantaron, clavándose animadamente al cuerpo joven y elástico de Olesya. Y de nuevo el aullido de chica estaba sonando dentro de las paredes de casa vieja de madera. Cuando eso terminó, el viejo la desató rápidamente y Olesya de nuevo se comportó de la manera inesperada. Ella se puso de pie inmediatamente y abrazó, cayendo sobre el cuello de su atormentador, diciendo:
          -¡Gracias por la enseñanza, mi mago, mi querido! ¡Cómo te amo, te amo! 
          Ellos besaban con pasión, como las amantes. Él estaba vestido y ella, desnuda y azotada, estaba lista para estar colgándose sobre él. De hecho, ellos eran amantes.
          -¿Recuerdas, Olesya, mi cariña? - Paul volvió a ella, - mañana cumpliré noventa y cinco años.
          -¡Oh, olvidé! No sé, cual regalo debo darte.
          -¡Mi mejor regala es misma ti, - el viejo no dijo, sino cantó esta línea de canción desde una película de animación conocida, imitando al actor.
          -No podemos dejarlo sin atención, - dijo Nadia que estaba lista para luchar contra el cumpleañero hace un cuarto de hora.
          -Yo tengo el dinero. Puedo dar a sí mismo lo que sea.
          -El dinero no es principal. Debemos presentar a ti algo, al menos simbólicamente. Ahora voy a volar a Moscú, aquí y allá, - Albert anunció.
          Sin avergonzar en absoluto, Olesya desnuda estaba de pie e intentaba mirar detrás de la espalda tan lejos como sea posible, para examinar las ronchas. Finalmente, ella se vistió. Albert ya se vistió para salir y, saliendo a través de la puerta, para que Olesya no viera la teleportación, despareció. En media hora, él regreso con el bolso lleno y entregó al viejo a las manos, pronunciando las palabras de felicidades, el videocasete “Historia de O”. Sacó del bolso tres pasteles pequeños, la salchicha, queso, té de Ceilán de primera calidad.
          En media hora más, los todos estaban sentados en la mesa, bebían el té y veían la película. El mundo inventado de Pauline Réage no podríamos considerar como un mundo sin problemas. No obstante, lo comparando con el mundo real, estos problemas eran de juguete y no oscurecían, sino embellecían la trama romántica. El acompañamiento musical como si afirmara que el amor es hermoso, incluso el amor de tal clase que no cada persona podría comprenderlo.
          La película le gustaba al viejo. Observándolo, como él parecía, mirando la película, se hizo claro que Albert dio en el blanco con la regala. Sin embargo, la película gustó más aún a Olesya, también eso fue visto. Ella estaba inmóvil, saliendo completamente a la trama y ya le parecía a ella como si ella misma estuviera azotando con disfrute malévolo a la amiga Yvette, como si ella misma, siendo feliz, viajara en barco con el señor Stefan y ella misma preparara psicológicamente a otra amiga Jacqueline para mandarla a Roissy.
          No había nada que podría sorprender a Albert. Aunque, las inclinaciones sadomasoquistas no eran conocidos a él, él era capaz de comprender “teóricamente” a los protagonistas de película y no sólo los toleraba a ellos, sino incluso los aprobaba y saludaba mentalmente a ellos, ponía a ellos más arriba que el resto de la gente, porque ellos seguían sin hipocresía a su propia naturaleza.
          La música gustaba a Nadezhda. Ella veía la película como un cuento de hadas, sin olvidar que la trama fue inventada y los actores la estaban jugando. Sin embargo, cuando la película se terminó, una idea se ocurrió a ella que los todos que estaban ahora en la misma habitación con ella, no son actores, sino las personas reales de la vida real. No obstante, ¿qué artimañas acaban de hacer ellos? Como si ella viera un sueño extraño sin poder conectar totalmente el contenido. Ellos vivían tranquilamente y de repente resultó hacerse refugiados. Ellos son refugiados, pero viven en la situación económica de tal manera que, aquellos que se dejaron al hogar, si ellos lo supieras, envidiarían. El viejo Paul, tan amigable, tan sabio y es creyente, había pasado a través de tal escuela de la vida, y resulto ser un malhechor que coge y atormenta a una chica que podría ser su bisnieta. No obstante, de repente resultó que la chica ella misma, probablemente, estaría lista para matar a cada uno que osaría atacar a su atormentador y ella misma no puede se imaginar la vida sin él. Ella que es tal simple y amigable, de repente seduce al marido, por cierto con éxito, cuando ella sólo durante la hora se ausentó. Lo que parecía imposible conectar uno con otro, de repente resultó estar juntos. Parece, lo que no debe ocurrir, sino ocurre contra las leyes que ella sabía siempre. Incluso, en cuanto a las leyes firmes de física, parece como si ellos también fueran violados. Ella fue echada al mundo, donde no puede orientarse de ninguna manera.
          Albert la amaba, la salvaba de los enemigos. Y él mismo Albert la engaña. En situaciones semejantes, la gente normal indigna, se enfría, se divorcia, a veces comete un delito. Cuanto a ella, después de eso Albert se hizo más aún cerca, más aún precioso para ella. Ella siente que ahora ama a él más fuerte. Cuando ella vino y vio el engaño, dijo unas palabrotas a Olesya, pero ahora ve que eso era falso. Ella se indignó sólo de la razón, porque hay una costumbre en la sociedad de indignar en las situaciones semejantes. De hecho, ella entendía que Olesya todavía continuaba de ser su amiga, con la cual ella puede simpatizar y estaba lista para abogar por Olesya durante el castigo. Ahora ella comprendió que ella no es capaz de orientarse no sólo en los eventos externos. Ella no podía orientarse incluso dentro de sí misma.
          -Yo sé tus problemas, - el viejo dijo repentinamente, volviéndose a ella. Desde la juventud    decían a ti las mentiras, cómo funciona el mundo. Todo esto resultó ser un mito. Y lo que parece a ti un mito, de hecho es la vida real. Sin embargo, es la vida real sin máscaras, sin hipocresía, sin filtro.
          -Y sólo por esta razón, nuestra comunidad formada de los cuatro nosotros aquí y de las tres que dejaron en Moscú, es única. Has acostumbrado al mundo de las hipócritas muertos. Ahora tus tareas son para acostumbrarte al mundo de vivos. Acéptalo, vive en ello y verás, cuan ello es mejor. Porque eso era el mundo de muertos, pero ahora tú empiezas a conocerte el mundo de vivos, - Albert llegó a la conclusión.
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/13/1234