El día siguiente, Albert visitó los apartamentos de tres amigas de Nadia y no había nadie allá. En su propio apartamento había corrientes de aire ya dos días y la temperatura cercaba al punto de congelación. También hacía frío en el apartamento de Sveta. No puso nadie los cristales nuevos en vez de éstos rotos con las culatas de rifle de asalto.
-No está nadie en los todos los tres apartamentos. Poco probable que fuera coincidencia. Hay algo malo, - Albert concluyó después de regresar desde el viaje corto. - Tanto más, todavía está haciendo la noche en Moscú ahora.
-Incluso, no lo dudo, - el viejo respondió. - Tú, como un erudito, analista, intenta calcular, ¿cómo cada lado hoy actuará? Luego, agregaré mis propios consideraciones si difieren. Si ya he ayudado para sacar de la mierda a este retrasado Tolik, que descanse en paz, cual debido a su tontería tropezó con ésta de nuevo y murió, cuanto a estas amigas, justo debo rescatar a ellas.
En ese momento, Olesya estaba esquiando con sus nuevos esquís. Los todos intentaban no mencionar en absoluto en presencia de ella los eventos en Moscú, para que no hablaran por casualidad de la teleportación. En el momento de escapada de Nadezhda, Paul informó por adelantado a la cajera ferrocarril el tren y lugar y le bien pagó a ella. Después de eso, inmediatamente se teletransportó a la casa y salió con Olesya a Novosibirsk, llevándola de la casa como de costumbre, sin que los vecinos les notaban juntos. Subiendo en el autobús donde la gente local puede conducir, los ambos decidieron fingir como si no conocerán uno a otro y sólo después de subir en el tren Krasnoyarsk-Tashkent, ellos dejaron de esconder de los demás, lo que ellos están viajando juntos. El examen de esa videocaseta funesto, también el viaje a Novosibirsk, todo esto era las excepciones. Sobre el resto de casos, Paul intentaba no informarla, porque temía por ella.
Nadia no lloraba, sino fue frustrada, debido a la desaparición de todos tres, especialmente de Lena. La última ésta trabajaba para el departamento formado ilegalmente, del cual los organizadores fueron mantenidos al corriente de todas sus hablas que fueron grabados imperceptiblemente. Y ellos sabían bien que no podrán recibir más aún algún conocimiento desde ella y pronto ellos no la necesitarán. Ya hace tiempo ella no trabajaba más en la cantina, pero fingía delante de las amigas como si estuviera trabajando todavía. Cuando ella decía a las amigas que era al trabajo, era verdad. No era verdad, en cual trabajo ella era.
Han pasado dos horas.
-¿Y qué? - el viejo preguntó.
-Hay muchas versiones, difícil elegir. En unas horas es probable que yo pueda dar tal forma de ellas para ser posible hacer un plan, pero a pesar de eso será algo como una ecuación con muchas incógnitas. No impediría encontrar más aún de los datos. Ahora voy de nuevo allá.
-También, verifica los buzones de las todas tres.
-Es correcto, Albert estuvo de acuerdo. Más aún no impediría permanecer en cada de cuatro apartamentos durante diez minutos, incluyendo el mío. Puede ser, un teléfono llamaría o los vecinos preguntarían algo. Tendremos alguna información más. Sería mejor hacerlo juntos. Tú tomas dos apartamentos y yo también tomo dos. Así sería más rápidamente.
-Ve solo a los apartamentos, - el viejo respondió. - Porque en este momento, subiré a las instituciones que no puedes entrar. Por ejemplo, la oficina de Paukov.
-¡Es cierto!
Albert estaba sentado en cada apartamento durante diez minutos con un preciso al segundo, pero sin resulto. También no había nada en los buzones. Él verificaba su propio apartamento frío por último. Sin embargo, una nota estaba en su propio buzón. Era un telegrama de tres palabras: "salva todos fácil". Ahora ya él tenía algo.
Inmediatamente, Albert entendió, quien es el autor de telegrama (valiente, traviesa y fácil). A la vez, esta nota no podía ser una trampa, porque no invitaba a nadie ni en ninguna parte ni daba ninguna información excepto la principal: la peor versión fue afirmada. Probablemente, Lena decidió como si fuera mejor actuar de tal manera y no calculó correctamente. Kashin y su compañía, ellos entendieron que ella se volvió contra ellos y la encerraron en algún lugar. Podía ser que ya la han eliminado, pero no había ningún deseo pensarlo. Si ella está viva, ello significa que la eliminación de ella era conectada con las dificultades técnicas o al fin ellos van a usarla como una rehén o como cebo. Por esta razón, ellos no retiraron el telegrama que fue enviado anteayer de Moscú. Lo significa que Lena no está con ellos bajo su custodia más de que dos días, pero Valya y Sveta fueron capturadas antes. Cuando Albert regresó y compartió por poca información que fue obtenida, el viejo estaba de acuerdo con estas suposiciones, pero estaba preocupando que no logró nada saber ni en la oficina de Paukov, ni en los lugares de aparición probable de Kovalev, donde él había creado las áreas de aparición debajo de las mesas, ni en los apartamentos de todos los tres jefes del departamento criminal en la casa cerca de metro "Studencheskaya", ni en los apartamentos secretos.
-No es sorprendente no recibir ninguna información durante tal corto período, - Albert concluyó. - Todos tienen muchos otros casos, también ellos pueden estar sentados y callando en sus oficinas durante las horas. ¡Tengo idea! Debemos hacerles hablar y parece que yo lo sé de cual manera hacerlo.
El viejo no estaba contra un plan que fue inventado por Albert. Ellos ambos rieron cuando Albert lo formuló en voz alta. Sin embargo, él aconsejó a Albert más detalladamente calcular y reflexionar sobre todos, antes de actuar. Del lado de enemigos hay una posibilidad de usar los reactivos para marcar a la persona. Incluso las policías tienen tal cosas. También hay una posibilidad del uso de pequeños transmisores que irradian alguna señal, para triangular su posición y saber la localización de objeto y descubrir todos los lugares de su aparición probable. Finalmente, es probable del uso de las sustancias radiactivas que es muy peligroso para saludad, por lo tanto, el uso es menos probable, pero no es excluido completamente. Ellos pueden estar listos y en el caso de aparición probable de los objetos, rápidamente, es posible incluso aplicando un equipo especial, a conectar al cuerpo o a la ropa alguna cosa impura. Extremadamente poco probable una emboscada de combatientes con las armas desbloqueadas que tienen el orden para tirar a matar en el caso de algunas "milagros". Sin embargo, sería mejor considerar todo que es posible.
Como comienzo, Albert decidió usar la tienda central de comestibles #40 que está ubicada en uno de los edificios del bloque de mala fama en Lubyanka. Para actuar sin atraer atención antes de lo estaría necesitado, al principio él decidió no poner ninguna máscara, sino ha comprado una chaqueta de cuero, comparativamente debajo costo, pero abrigada, y un suéter barato, siguiendo el ejemplo de los asesinos de Tolik. En la tienda #40, la cajera de sección, donde los vinos caros eran vendidos, estaba charlando agradable y apasiona con un cliente que era vestido caro, pero mal gusto. Ella prolongaba maliciosamente el servicio, estaba contando el cambio demasiado largo. Parecía no era un flirteo, sino una visita del hombre necesario. Detrás de él, una cola de tres personas ya se ha formado. Ellos esperaban callando, pero con irritación ocultada. De repente uno de ellos saco el cuello del suéter, cubriendo la parte baja de cara con ello hasta la nariz. Luego, él se acercó abruptamente hacia la cajera y la besó en los labios a través del suéter, abrazando el cuello por la mano izquierda y por la mano derecha agarró el dinero equivalente de cinco buenos salarios. La cajera gritó fuertemente, toda la gente quedó desconcertada, pero Albert gritó más aún fuerte: ¡Fuego! Él dio brutalmente una patada a la mano que intentó cogerlo, saltó a través del mostrador y empezó a escalar arriba sobre la estantería, donde muchas botellas con vino estaban de pie, rompiendo parte de ellas. Todos se volvieron al lado del "espectáculo", pero el perturbador repentinamente despareció delante de todo el mundo.
No obstante, las botellas rotas y dinero perdido eran bastante reales y es imposible hacer a los fantasmas ser responsables de eso. Una muchedumbre se ha reunido. Un grupo de tareas llegó, los miembros de cual todos eran vestidos de civil, pero todos los testigos oculares decían algunas tonterías. Por si acaso, ellos interrogaron rápidamente a la gente sobre las señales distintivas del perturbador y empezaron a verificar los documentos de mucha gente en las salidas de la tienda. Por supuesto, todo esto no dio ningún resultado.
Las salidas todavía eran bloqueadas, pero de nuevo el grito y ruido sonó en la sala. De nuevo un "hombre invisible" saltó desde alguna "inexistencia" con la cara cubierta a medias por el cuello de suéter. Después de agarrar un paquete de dinero él como si se disolviera en el aire. El jefe del grupo ya empezó a consultar en la radio con sus superiores, de lo que en la tienda alguna diablura está ocurriendo sin cesar, a pesar de lo que todas las salidas son bloqueadas y debido a esto no es suficiente de empleados, porque en tal situación ellos están necesitados no sólo cerca de las salidas, sino también dentro de la tienda. Ellos necesitaban muchos testigos especialistas, porque todos los testigos oculares eran personas civiles y prestan algunos testimonios absurdos. Las policías de altos rangos empezaban a comprender de que lo que está ocurriendo, ir más allá de su competencia y ellos tenían derecho con la conciencia tranquila cargar este "dolor de cabeza" al FSB. Los detectives y mucha gente curiosa merodeaba a través de toda la tienda. Ellos compartían enérgicamente sus impresiones, todos deambulaban de cabo a rabo sin prestar atención a la tercera dimensión, es decir, a la altura. De repente un grito sonó de allí:
-¡Ordeno mirar aquí! ¡Todos mirad aquí! ¡Estoy aquí! - alguno psicópata gritaba de arriba. - ¡Apartaos! ¡Ahora la explosión y fuego va a ser!
Una botella de champaña cayó encima, se rompió con el sonido fuerte e inmediatamente olió a la gasolina. Una antorcha cayendo encima, encendió el charco. Toda la gente logró escapar al lado a una distancia suficientemente segura. Tiros al aire sonaron, pero el hombre del momento ya logró desparecer. Unos visitantes asustados se lanzaron a la salida. Sin embargo, había menos de tal gente y el gentío que fue formado por ellos en las puertas, era bastante seguro. Unos del resto fueron abrazados por éxtasis pero ellos intentaban esconderlo, porque eran tímidos de esta emoción. Su alegría era natural: ¿Dónde y cuándo más aún puede ver tal "fuego artificial"? No había víctimas. El fuego fue pronto apagado con los extintores de incendios. Ello no logró abrazar algo más y estaba quemando sólo menos que un litro de gasolina en el piso de piedra. A pesar de eso había mucho humo, pero mucha gente no quería abandonar la tienda para mirar que ocurrirá después.
En este momento un hombre vestido de la chaqueta de cuero, pregunto a la vendedora en una tienda lácteos en la calle Srétenka, cómo llamar por su nombre y patronímico al gerente de la tienda. Como si él vaya a mostrar y posible vender a ella una alfombra de felpa que es traída desde Bakú. Después de eso, él pasó al corredor sin ninguna interferencia, pero no vino a gerente, sino se acercó hacia un grupo de los cargadores que estaban sentados en su espacio auxiliar. Ellos estaban narrando anécdotas uno a otro y al principio no prestaron atención al intruso.
-¡Oye, tío! ¡Deja mi albornoz! ¿De dónde viniste tan descarado? ¿Eres un novicio? - Después de esta réplica, los todos se volvieron las cabezas al lado de hombre que se puso sin permiso la cosa de otra persona, pero ese hombre desapareció delante de todos y después de eso una escena larga y callada se formó.
En unos minutos en otro lugar, de nuevo a cerca de Lubyanka, un hombre con la ropa de obrero estaba entrando en una librería grande y llevando con dificultad un gran montón de basura que contenía el cartón, papel y tablas de madera. Él subió al segundo piso. No obstaculizaba nadie a él, incluso alguien ayudó para sostener la puerta en el momento de entrar. ¿Es importante, qué orden fue dado por los jefes a un ya sea a un obrero o barrendero? Sólo después de subir al segundo piso cuando él echó el montón cerca de mostradores, la vendedora gritó a él:
-¿Quién te ha permitido echar la basura aquí? ¿Qué es lo que estás haciendo?
-Intento hacer un fuego de campo. ¿No puedo hacerlo?
Ella acaba de querer gritar: "¡Milicia! ¡Un loco está en la librería!" Pero de repente calló y se congeló asustada, viendo el "Walther" apuntado a ella.
-No tenga miedo. Usted no se quemará. Incluso tendrá el tiempo para ver este fuego artificial. ¡Es tan hermoso! - Albert pronunciaba en voz baja y sonriendo, regando el montón por una mezcla inflamable. Mojó una varita de madera, la encendió y echó en la media de "basura". Después de eso, inmediatamente saltó al centro de flama encarnizado y despareció en ello.
-¡Fuego! ¡Arriba hay fuego! El alarma que se ha empezado arriba como si afirmara este mensaje pronunciado por la voz fuerte, pero una continuación extraña ha seguido:
-¡Qué ocurrirá aquí ahora! ¡Todos mirad aquí! ¡Vosotros! Muchedumbre lastimosa de la gente. ¡Cadáveres! ¡Ganadería! ¿Hay un hombre entre vosotros o sois todos zombies soviéticos?
En unos segundos casi todos que estaban en esta sala, miraron con indignación a Albert y podían verlo claramente.
-¡Pendejo! - una voz enojada de alguien sonó, pero el hombre del momento despareció delante de todos de nuevo. Pronto visitantes y vendedores corrieron afuera. La congestión del tráfico empezó a formarse debido a la multitud congregada, pero por un rato. El edificio fue salvado, sin embargo, la brigada de bomberos tuvo que trabajar mucho.
En media hora más, todos los datos alcanzaron a Paukov de lo que estaba ocurriendo en las tiendas locales. Por si acaso, él llamó a Kovalev.
-Grisha, excepto Kashin ¿dedica alguien a los fenómenos anormales?
-Tío Kesha, no lo escuché en absoluto, es poco probable.
-Si hablas, muy probable que es verdad, pero...
Ahora otro teléfono llamó. Paukov cogió el teléfono sin esconder su descontento.
-Atención. El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo. El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo...
-¡Tonto! ¡Jugó con su diablura! - la frase se ha escapado desde el General de FSB. - Grisha, espera un poco. Tengo los mensajes de todos los lados. No interrumpas la conexión.
El General colgó la línea de donde las mismas palabras estaban repitiendo como un disco rayado, sacó de la mesa el walkie-talkie, extendió la antena. Cuando se agachó, le pareció como si alguna sombra acaba de titilar una vez debajo de la mesa masiva de roble y eso lo hizo mirar una vez más para asegurarse de que no hay nada allá. Largo, él no lograba obtener la respuesta del, pero la persistencia todavía prevaleció y ganó. Oyendo la contraseña de Kashin que fue pronunciada con la voz ansiosa, Paukov lo interrumpió ahora mismo.
-Camarada Kashin, ¿qué era vuestra última misión?
-Ese tipo, el contrabandista desde Suecia, alias Rey Negro.
-¿Lograste obtener algo?
-Los compañeros trabajan. Si necesita el informe inmediato, voy a preguntar a través del aire y daré los más nuevos datos a usted.
-Creo. Trabajas bien. Yo dijera, incluso demasiado bien. La gente habla: “Cuando cortas madera, las astillas vuelan.” Sin embargo, ya no tenemos astillas, sino leños grandes.
-¿De cuál habla, Innokenty Nikolaevich?
Sin prestar atención al pretendo, Paukov continuaba:
-Debes hacer tal casos juntos con nosotros. Todavía tienes la posibilidad para rehabilitarte. Incluso ayudaremos y legalizaremos vuestra actividad. Pero ahora, vuestro objeto, a propósito, sabemos que él se llama Albert, ¡roba y enciende las tiendas en el centro de Moscú, asusta a la gente! Convoco a ti con urgencia. Este problema no es para hablar en el aire. ¿A las tres de la tarde puedes?
-Intentaré... Decir más correctamente, vendré sin duda.
-Y toma nota. Si, trabajando, cometiste algunas acciones que pueden ensombrecer nuestro servicio, por favor, lo enmenda que vea posible. Ojalá que ¿por tu parte no había tonterías con consecuencias irreversibles?
-¡Afirmativo!
-Bien. Espero.
Después de estas palabras, Paukov apagó y puso la radio al lado, sin olvidar para quitar la antena. De repente, Kovalev entró a la oficina.
-Perdón, tío Kesha, datos interesantes. Los compañeros han triangulado a Kashin. Ahora él está en doscientos kilómetros de Moscú al norte.
-¿Puedes más exactamente?
Kovalev acercó hacia el mapa que estaba colgando en una pared y delineó un círculo con el dedo. El General también acercó hacia el mapa.
-De hecho, no es reconfortante. El radio es aproximadamente veinte kilómetros. No creo que en una ciudad. Allá no hay ningún nuestro afiliado, subordinado a Kashin. Debemos estar al corriente, qué es esa dejaba burbujear que él ha organizado allá.
-Tío Kesha. Usted no dijo nada de las mozas. Ellos están a punto de eliminar a la Pelirroja.
El General echó un vistazo a Kovalev, ya sea interrogativamente o con indulgencia y después de la pausa, sumergiendo a la confusión a su subordinado, pronunció:
-Grisha, mi estimado, necesitamos la información. Y del cual modo ella fue obtenida... en suma, tú me has comprendido. No hay ninguna nuestra culpa en eso y podemos con una conciencia limpia... - luego el General como si buscara una expresión apropiada.
-Nos lavamos las manos, ¿correctamente, tío Kesha?
-Está bien que eres tan astuto.
Repentinamente, Kovalev se lanzó a la mesa y se agachó.
-¿Qué te ocurrió?
-Me pareció como si alguien estuviera sentado aquí.
-Deberías descansar, Grisha. Mucho trabajas. Sin embargo... - de repente Paukov recordó que recientemente también notó alguna silueta debajo de la mesa. - ¿Qué has visto allí?
-Imaginen... algún paquete, semejante a la ropa, no me preocupé. Un poco después, eché un vistazo con más atención. Como si un ser humano estuviera sentado, pero en una postura increíble. Sólo un yogui avanzado podría estar sentado de tal manera.
-¡Justo lo que necesitamos! Sería mejor no compartas con el resto. De lo contrario, puede perjudicar tu reputación. Reflexionaré sobre eso. Hay algún antídoto siempre contra cualquier veneno.
En este momento en la taiga lejana y nevada, en Siberia en el borde del pueblo, un hombre apareció "de nada" y se dirigió al pueblo casi corriendo, entró en la casa.
-¿Y qué? - Albert preguntó impacientemente.
-Kashin está a doscientos kilómetros al norte de Moscú. El radio de la localización probable está a cerca de veinte kilómetros. Paukov está en corriente de todo, incluso de Lena, - el viejo informaba, respirando con dificultad. Después empezó a narrar en detallas lo que escuchó, terminando con tal palabras:
-¿Lo ves? Estamos haciéndolo bastante bien. Tú enturbiaste estas aguas. Yo atrapé un pececito.
-Espera, espera, - Albert pronunció con la preocupación en voz. - ¿Qué tal si está la localización probable de ellos en la dacha de mis padres?
-¡Ten cuidado! ¿Tienes puntos, dónde podrías emerger, al menos en la distancia corta desde la dacha?
-Tengo.
-No oses aparecer dentro de repente. No lo es sólo peligroso, sino puede arruinar el caso.
-Lo entiendo.
-Entonces, Dios está contigo.
Albert emergió media kilómetro de la dacha y fue a la dirección de ella rápidamente. No obstante, en vez de la valla anterior, había una valla nueva, también de madera, pero más alta y sólida. Él saltó abruptamente a una altura. En segunda vez, logró agarrar la parte alta de valla, tiró hacia arriba. Colocándose las piernas contra la valla, él se levantó más alta y finalmente puso las manos encima, sobre la valla. Dentro no era nada cambiado, pero un guardia en el patio caminaba aquí y allá, vestido del uniforme de camuflaje y con el rifle de asalto. Notando a Albert inmediatamente, él gritó enojado:
-¿A dónde estás subiendo, cabrón?
-¡Esa dacha no es la vuestra! La gente vieja vive aquí.
-¡Y yo estoy vigilando esa dacha contra los tipos semejantes a ti! ¿Tienes algunas preguntas más aún?
En vez de responder, Albert saltó atrás, a la nieve.
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/18/984
-No está nadie en los todos los tres apartamentos. Poco probable que fuera coincidencia. Hay algo malo, - Albert concluyó después de regresar desde el viaje corto. - Tanto más, todavía está haciendo la noche en Moscú ahora.
-Incluso, no lo dudo, - el viejo respondió. - Tú, como un erudito, analista, intenta calcular, ¿cómo cada lado hoy actuará? Luego, agregaré mis propios consideraciones si difieren. Si ya he ayudado para sacar de la mierda a este retrasado Tolik, que descanse en paz, cual debido a su tontería tropezó con ésta de nuevo y murió, cuanto a estas amigas, justo debo rescatar a ellas.
En ese momento, Olesya estaba esquiando con sus nuevos esquís. Los todos intentaban no mencionar en absoluto en presencia de ella los eventos en Moscú, para que no hablaran por casualidad de la teleportación. En el momento de escapada de Nadezhda, Paul informó por adelantado a la cajera ferrocarril el tren y lugar y le bien pagó a ella. Después de eso, inmediatamente se teletransportó a la casa y salió con Olesya a Novosibirsk, llevándola de la casa como de costumbre, sin que los vecinos les notaban juntos. Subiendo en el autobús donde la gente local puede conducir, los ambos decidieron fingir como si no conocerán uno a otro y sólo después de subir en el tren Krasnoyarsk-Tashkent, ellos dejaron de esconder de los demás, lo que ellos están viajando juntos. El examen de esa videocaseta funesto, también el viaje a Novosibirsk, todo esto era las excepciones. Sobre el resto de casos, Paul intentaba no informarla, porque temía por ella.
Nadia no lloraba, sino fue frustrada, debido a la desaparición de todos tres, especialmente de Lena. La última ésta trabajaba para el departamento formado ilegalmente, del cual los organizadores fueron mantenidos al corriente de todas sus hablas que fueron grabados imperceptiblemente. Y ellos sabían bien que no podrán recibir más aún algún conocimiento desde ella y pronto ellos no la necesitarán. Ya hace tiempo ella no trabajaba más en la cantina, pero fingía delante de las amigas como si estuviera trabajando todavía. Cuando ella decía a las amigas que era al trabajo, era verdad. No era verdad, en cual trabajo ella era.
Han pasado dos horas.
-¿Y qué? - el viejo preguntó.
-Hay muchas versiones, difícil elegir. En unas horas es probable que yo pueda dar tal forma de ellas para ser posible hacer un plan, pero a pesar de eso será algo como una ecuación con muchas incógnitas. No impediría encontrar más aún de los datos. Ahora voy de nuevo allá.
-También, verifica los buzones de las todas tres.
-Es correcto, Albert estuvo de acuerdo. Más aún no impediría permanecer en cada de cuatro apartamentos durante diez minutos, incluyendo el mío. Puede ser, un teléfono llamaría o los vecinos preguntarían algo. Tendremos alguna información más. Sería mejor hacerlo juntos. Tú tomas dos apartamentos y yo también tomo dos. Así sería más rápidamente.
-Ve solo a los apartamentos, - el viejo respondió. - Porque en este momento, subiré a las instituciones que no puedes entrar. Por ejemplo, la oficina de Paukov.
-¡Es cierto!
Albert estaba sentado en cada apartamento durante diez minutos con un preciso al segundo, pero sin resulto. También no había nada en los buzones. Él verificaba su propio apartamento frío por último. Sin embargo, una nota estaba en su propio buzón. Era un telegrama de tres palabras: "salva todos fácil". Ahora ya él tenía algo.
Inmediatamente, Albert entendió, quien es el autor de telegrama (valiente, traviesa y fácil). A la vez, esta nota no podía ser una trampa, porque no invitaba a nadie ni en ninguna parte ni daba ninguna información excepto la principal: la peor versión fue afirmada. Probablemente, Lena decidió como si fuera mejor actuar de tal manera y no calculó correctamente. Kashin y su compañía, ellos entendieron que ella se volvió contra ellos y la encerraron en algún lugar. Podía ser que ya la han eliminado, pero no había ningún deseo pensarlo. Si ella está viva, ello significa que la eliminación de ella era conectada con las dificultades técnicas o al fin ellos van a usarla como una rehén o como cebo. Por esta razón, ellos no retiraron el telegrama que fue enviado anteayer de Moscú. Lo significa que Lena no está con ellos bajo su custodia más de que dos días, pero Valya y Sveta fueron capturadas antes. Cuando Albert regresó y compartió por poca información que fue obtenida, el viejo estaba de acuerdo con estas suposiciones, pero estaba preocupando que no logró nada saber ni en la oficina de Paukov, ni en los lugares de aparición probable de Kovalev, donde él había creado las áreas de aparición debajo de las mesas, ni en los apartamentos de todos los tres jefes del departamento criminal en la casa cerca de metro "Studencheskaya", ni en los apartamentos secretos.
-No es sorprendente no recibir ninguna información durante tal corto período, - Albert concluyó. - Todos tienen muchos otros casos, también ellos pueden estar sentados y callando en sus oficinas durante las horas. ¡Tengo idea! Debemos hacerles hablar y parece que yo lo sé de cual manera hacerlo.
El viejo no estaba contra un plan que fue inventado por Albert. Ellos ambos rieron cuando Albert lo formuló en voz alta. Sin embargo, él aconsejó a Albert más detalladamente calcular y reflexionar sobre todos, antes de actuar. Del lado de enemigos hay una posibilidad de usar los reactivos para marcar a la persona. Incluso las policías tienen tal cosas. También hay una posibilidad del uso de pequeños transmisores que irradian alguna señal, para triangular su posición y saber la localización de objeto y descubrir todos los lugares de su aparición probable. Finalmente, es probable del uso de las sustancias radiactivas que es muy peligroso para saludad, por lo tanto, el uso es menos probable, pero no es excluido completamente. Ellos pueden estar listos y en el caso de aparición probable de los objetos, rápidamente, es posible incluso aplicando un equipo especial, a conectar al cuerpo o a la ropa alguna cosa impura. Extremadamente poco probable una emboscada de combatientes con las armas desbloqueadas que tienen el orden para tirar a matar en el caso de algunas "milagros". Sin embargo, sería mejor considerar todo que es posible.
Como comienzo, Albert decidió usar la tienda central de comestibles #40 que está ubicada en uno de los edificios del bloque de mala fama en Lubyanka. Para actuar sin atraer atención antes de lo estaría necesitado, al principio él decidió no poner ninguna máscara, sino ha comprado una chaqueta de cuero, comparativamente debajo costo, pero abrigada, y un suéter barato, siguiendo el ejemplo de los asesinos de Tolik. En la tienda #40, la cajera de sección, donde los vinos caros eran vendidos, estaba charlando agradable y apasiona con un cliente que era vestido caro, pero mal gusto. Ella prolongaba maliciosamente el servicio, estaba contando el cambio demasiado largo. Parecía no era un flirteo, sino una visita del hombre necesario. Detrás de él, una cola de tres personas ya se ha formado. Ellos esperaban callando, pero con irritación ocultada. De repente uno de ellos saco el cuello del suéter, cubriendo la parte baja de cara con ello hasta la nariz. Luego, él se acercó abruptamente hacia la cajera y la besó en los labios a través del suéter, abrazando el cuello por la mano izquierda y por la mano derecha agarró el dinero equivalente de cinco buenos salarios. La cajera gritó fuertemente, toda la gente quedó desconcertada, pero Albert gritó más aún fuerte: ¡Fuego! Él dio brutalmente una patada a la mano que intentó cogerlo, saltó a través del mostrador y empezó a escalar arriba sobre la estantería, donde muchas botellas con vino estaban de pie, rompiendo parte de ellas. Todos se volvieron al lado del "espectáculo", pero el perturbador repentinamente despareció delante de todo el mundo.
No obstante, las botellas rotas y dinero perdido eran bastante reales y es imposible hacer a los fantasmas ser responsables de eso. Una muchedumbre se ha reunido. Un grupo de tareas llegó, los miembros de cual todos eran vestidos de civil, pero todos los testigos oculares decían algunas tonterías. Por si acaso, ellos interrogaron rápidamente a la gente sobre las señales distintivas del perturbador y empezaron a verificar los documentos de mucha gente en las salidas de la tienda. Por supuesto, todo esto no dio ningún resultado.
Las salidas todavía eran bloqueadas, pero de nuevo el grito y ruido sonó en la sala. De nuevo un "hombre invisible" saltó desde alguna "inexistencia" con la cara cubierta a medias por el cuello de suéter. Después de agarrar un paquete de dinero él como si se disolviera en el aire. El jefe del grupo ya empezó a consultar en la radio con sus superiores, de lo que en la tienda alguna diablura está ocurriendo sin cesar, a pesar de lo que todas las salidas son bloqueadas y debido a esto no es suficiente de empleados, porque en tal situación ellos están necesitados no sólo cerca de las salidas, sino también dentro de la tienda. Ellos necesitaban muchos testigos especialistas, porque todos los testigos oculares eran personas civiles y prestan algunos testimonios absurdos. Las policías de altos rangos empezaban a comprender de que lo que está ocurriendo, ir más allá de su competencia y ellos tenían derecho con la conciencia tranquila cargar este "dolor de cabeza" al FSB. Los detectives y mucha gente curiosa merodeaba a través de toda la tienda. Ellos compartían enérgicamente sus impresiones, todos deambulaban de cabo a rabo sin prestar atención a la tercera dimensión, es decir, a la altura. De repente un grito sonó de allí:
-¡Ordeno mirar aquí! ¡Todos mirad aquí! ¡Estoy aquí! - alguno psicópata gritaba de arriba. - ¡Apartaos! ¡Ahora la explosión y fuego va a ser!
Una botella de champaña cayó encima, se rompió con el sonido fuerte e inmediatamente olió a la gasolina. Una antorcha cayendo encima, encendió el charco. Toda la gente logró escapar al lado a una distancia suficientemente segura. Tiros al aire sonaron, pero el hombre del momento ya logró desparecer. Unos visitantes asustados se lanzaron a la salida. Sin embargo, había menos de tal gente y el gentío que fue formado por ellos en las puertas, era bastante seguro. Unos del resto fueron abrazados por éxtasis pero ellos intentaban esconderlo, porque eran tímidos de esta emoción. Su alegría era natural: ¿Dónde y cuándo más aún puede ver tal "fuego artificial"? No había víctimas. El fuego fue pronto apagado con los extintores de incendios. Ello no logró abrazar algo más y estaba quemando sólo menos que un litro de gasolina en el piso de piedra. A pesar de eso había mucho humo, pero mucha gente no quería abandonar la tienda para mirar que ocurrirá después.
En este momento un hombre vestido de la chaqueta de cuero, pregunto a la vendedora en una tienda lácteos en la calle Srétenka, cómo llamar por su nombre y patronímico al gerente de la tienda. Como si él vaya a mostrar y posible vender a ella una alfombra de felpa que es traída desde Bakú. Después de eso, él pasó al corredor sin ninguna interferencia, pero no vino a gerente, sino se acercó hacia un grupo de los cargadores que estaban sentados en su espacio auxiliar. Ellos estaban narrando anécdotas uno a otro y al principio no prestaron atención al intruso.
-¡Oye, tío! ¡Deja mi albornoz! ¿De dónde viniste tan descarado? ¿Eres un novicio? - Después de esta réplica, los todos se volvieron las cabezas al lado de hombre que se puso sin permiso la cosa de otra persona, pero ese hombre desapareció delante de todos y después de eso una escena larga y callada se formó.
En unos minutos en otro lugar, de nuevo a cerca de Lubyanka, un hombre con la ropa de obrero estaba entrando en una librería grande y llevando con dificultad un gran montón de basura que contenía el cartón, papel y tablas de madera. Él subió al segundo piso. No obstaculizaba nadie a él, incluso alguien ayudó para sostener la puerta en el momento de entrar. ¿Es importante, qué orden fue dado por los jefes a un ya sea a un obrero o barrendero? Sólo después de subir al segundo piso cuando él echó el montón cerca de mostradores, la vendedora gritó a él:
-¿Quién te ha permitido echar la basura aquí? ¿Qué es lo que estás haciendo?
-Intento hacer un fuego de campo. ¿No puedo hacerlo?
Ella acaba de querer gritar: "¡Milicia! ¡Un loco está en la librería!" Pero de repente calló y se congeló asustada, viendo el "Walther" apuntado a ella.
-No tenga miedo. Usted no se quemará. Incluso tendrá el tiempo para ver este fuego artificial. ¡Es tan hermoso! - Albert pronunciaba en voz baja y sonriendo, regando el montón por una mezcla inflamable. Mojó una varita de madera, la encendió y echó en la media de "basura". Después de eso, inmediatamente saltó al centro de flama encarnizado y despareció en ello.
-¡Fuego! ¡Arriba hay fuego! El alarma que se ha empezado arriba como si afirmara este mensaje pronunciado por la voz fuerte, pero una continuación extraña ha seguido:
-¡Qué ocurrirá aquí ahora! ¡Todos mirad aquí! ¡Vosotros! Muchedumbre lastimosa de la gente. ¡Cadáveres! ¡Ganadería! ¿Hay un hombre entre vosotros o sois todos zombies soviéticos?
En unos segundos casi todos que estaban en esta sala, miraron con indignación a Albert y podían verlo claramente.
-¡Pendejo! - una voz enojada de alguien sonó, pero el hombre del momento despareció delante de todos de nuevo. Pronto visitantes y vendedores corrieron afuera. La congestión del tráfico empezó a formarse debido a la multitud congregada, pero por un rato. El edificio fue salvado, sin embargo, la brigada de bomberos tuvo que trabajar mucho.
En media hora más, todos los datos alcanzaron a Paukov de lo que estaba ocurriendo en las tiendas locales. Por si acaso, él llamó a Kovalev.
-Grisha, excepto Kashin ¿dedica alguien a los fenómenos anormales?
-Tío Kesha, no lo escuché en absoluto, es poco probable.
-Si hablas, muy probable que es verdad, pero...
Ahora otro teléfono llamó. Paukov cogió el teléfono sin esconder su descontento.
-Atención. El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo. El dinero robado por mí en la tienda 40 y en librería que ahora está quemando, está en apartamento de Kashin. Estoy repitiendo...
-¡Tonto! ¡Jugó con su diablura! - la frase se ha escapado desde el General de FSB. - Grisha, espera un poco. Tengo los mensajes de todos los lados. No interrumpas la conexión.
El General colgó la línea de donde las mismas palabras estaban repitiendo como un disco rayado, sacó de la mesa el walkie-talkie, extendió la antena. Cuando se agachó, le pareció como si alguna sombra acaba de titilar una vez debajo de la mesa masiva de roble y eso lo hizo mirar una vez más para asegurarse de que no hay nada allá. Largo, él no lograba obtener la respuesta del, pero la persistencia todavía prevaleció y ganó. Oyendo la contraseña de Kashin que fue pronunciada con la voz ansiosa, Paukov lo interrumpió ahora mismo.
-Camarada Kashin, ¿qué era vuestra última misión?
-Ese tipo, el contrabandista desde Suecia, alias Rey Negro.
-¿Lograste obtener algo?
-Los compañeros trabajan. Si necesita el informe inmediato, voy a preguntar a través del aire y daré los más nuevos datos a usted.
-Creo. Trabajas bien. Yo dijera, incluso demasiado bien. La gente habla: “Cuando cortas madera, las astillas vuelan.” Sin embargo, ya no tenemos astillas, sino leños grandes.
-¿De cuál habla, Innokenty Nikolaevich?
Sin prestar atención al pretendo, Paukov continuaba:
-Debes hacer tal casos juntos con nosotros. Todavía tienes la posibilidad para rehabilitarte. Incluso ayudaremos y legalizaremos vuestra actividad. Pero ahora, vuestro objeto, a propósito, sabemos que él se llama Albert, ¡roba y enciende las tiendas en el centro de Moscú, asusta a la gente! Convoco a ti con urgencia. Este problema no es para hablar en el aire. ¿A las tres de la tarde puedes?
-Intentaré... Decir más correctamente, vendré sin duda.
-Y toma nota. Si, trabajando, cometiste algunas acciones que pueden ensombrecer nuestro servicio, por favor, lo enmenda que vea posible. Ojalá que ¿por tu parte no había tonterías con consecuencias irreversibles?
-¡Afirmativo!
-Bien. Espero.
Después de estas palabras, Paukov apagó y puso la radio al lado, sin olvidar para quitar la antena. De repente, Kovalev entró a la oficina.
-Perdón, tío Kesha, datos interesantes. Los compañeros han triangulado a Kashin. Ahora él está en doscientos kilómetros de Moscú al norte.
-¿Puedes más exactamente?
Kovalev acercó hacia el mapa que estaba colgando en una pared y delineó un círculo con el dedo. El General también acercó hacia el mapa.
-De hecho, no es reconfortante. El radio es aproximadamente veinte kilómetros. No creo que en una ciudad. Allá no hay ningún nuestro afiliado, subordinado a Kashin. Debemos estar al corriente, qué es esa dejaba burbujear que él ha organizado allá.
-Tío Kesha. Usted no dijo nada de las mozas. Ellos están a punto de eliminar a la Pelirroja.
El General echó un vistazo a Kovalev, ya sea interrogativamente o con indulgencia y después de la pausa, sumergiendo a la confusión a su subordinado, pronunció:
-Grisha, mi estimado, necesitamos la información. Y del cual modo ella fue obtenida... en suma, tú me has comprendido. No hay ninguna nuestra culpa en eso y podemos con una conciencia limpia... - luego el General como si buscara una expresión apropiada.
-Nos lavamos las manos, ¿correctamente, tío Kesha?
-Está bien que eres tan astuto.
Repentinamente, Kovalev se lanzó a la mesa y se agachó.
-¿Qué te ocurrió?
-Me pareció como si alguien estuviera sentado aquí.
-Deberías descansar, Grisha. Mucho trabajas. Sin embargo... - de repente Paukov recordó que recientemente también notó alguna silueta debajo de la mesa. - ¿Qué has visto allí?
-Imaginen... algún paquete, semejante a la ropa, no me preocupé. Un poco después, eché un vistazo con más atención. Como si un ser humano estuviera sentado, pero en una postura increíble. Sólo un yogui avanzado podría estar sentado de tal manera.
-¡Justo lo que necesitamos! Sería mejor no compartas con el resto. De lo contrario, puede perjudicar tu reputación. Reflexionaré sobre eso. Hay algún antídoto siempre contra cualquier veneno.
En este momento en la taiga lejana y nevada, en Siberia en el borde del pueblo, un hombre apareció "de nada" y se dirigió al pueblo casi corriendo, entró en la casa.
-¿Y qué? - Albert preguntó impacientemente.
-Kashin está a doscientos kilómetros al norte de Moscú. El radio de la localización probable está a cerca de veinte kilómetros. Paukov está en corriente de todo, incluso de Lena, - el viejo informaba, respirando con dificultad. Después empezó a narrar en detallas lo que escuchó, terminando con tal palabras:
-¿Lo ves? Estamos haciéndolo bastante bien. Tú enturbiaste estas aguas. Yo atrapé un pececito.
-Espera, espera, - Albert pronunció con la preocupación en voz. - ¿Qué tal si está la localización probable de ellos en la dacha de mis padres?
-¡Ten cuidado! ¿Tienes puntos, dónde podrías emerger, al menos en la distancia corta desde la dacha?
-Tengo.
-No oses aparecer dentro de repente. No lo es sólo peligroso, sino puede arruinar el caso.
-Lo entiendo.
-Entonces, Dios está contigo.
Albert emergió media kilómetro de la dacha y fue a la dirección de ella rápidamente. No obstante, en vez de la valla anterior, había una valla nueva, también de madera, pero más alta y sólida. Él saltó abruptamente a una altura. En segunda vez, logró agarrar la parte alta de valla, tiró hacia arriba. Colocándose las piernas contra la valla, él se levantó más alta y finalmente puso las manos encima, sobre la valla. Dentro no era nada cambiado, pero un guardia en el patio caminaba aquí y allá, vestido del uniforme de camuflaje y con el rifle de asalto. Notando a Albert inmediatamente, él gritó enojado:
-¿A dónde estás subiendo, cabrón?
-¡Esa dacha no es la vuestra! La gente vieja vive aquí.
-¡Y yo estoy vigilando esa dacha contra los tipos semejantes a ti! ¿Tienes algunas preguntas más aún?
En vez de responder, Albert saltó atrás, a la nieve.
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/18/984
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