понедельник, 14 января 2019 г.

Capítulo 6. Relaciones extrañas. La teleportación. Parte II.

         El noviembre adquiría sus derechos cada vez más. Como de costumbre, había nieve en el suelo alrededor de Moscú, incluso los primeros días. Albert lo veía, cuando tenía que “subir” allá por alguna razón. No obstante, aquí la quietud tenía lugar y también la escarcha hasta diez-quince grados bajo cero. Paul hablada que no es toda la posibilidad de región, porque el frío igual puede estar ahora en Moscú, pero aquí a veces puede ser mucho más frío.
         Estuvo nublando, la nieve empezó a estar cayendo, pero esto no hizo menos frío. El viento frío penetraba en todas las grietas, como en el febrero en Moscú y cuando estuvo tranquilo, el termómetro marcó más bajo.
         -Ahora sería mejor esquiar, - Nadia dijo una vez, tomando de té. - El frío de Moscú es casi igual.
         -No lo dirías si fuera cincuenta grados negativa.
         -Una vez estuvo cincuenta y cuatro grados bajo cero en Naro-Fominsk.
         -Allá eso puede ocurrir una vez durante cien años, aquí más frecuentemente.
         -También me gustaría esquiar, pero tengo miedo de que los esquís no pudieran ser tomados conmigo, - Albert se juntó finalmente a la conversación.
         -Las cosas largas pueden ser tomado si te aferraras a ellas, las sosteniendo a lo largo del cuerpo, - el viejo explicó.
         -Entonces ¿por qué no lo hablabas?
         -Nadie de vosotros hablaba de esquí. Por lo tanto, creía que esta diversión no tuviera nada que ver con vosotros.
         -No. Así no. Alik y yo, nos gusta esquiar y creo que debemos comprar los esquís para Olesya.
         -Lo sé, pero sería mejor tomar los nuestros de la casa, porque estamos acostumbrados a ellos.
         -¡Con cuidado! Allá puede haber algunas trampas. Ellos tenían suficiente el tiempo para hacer daño. Si algo saliera mal, - inmediatamente ve detrás, - el viejo Paul previno. 
          Albert se olvidó y empezó a teletransportarse lentamente en la presencia de Nadia al apartamento en Perlovka. Un espectáculo horrible apareció delante de ella. Viendo la viscera del marido, como si él fuera cortado en dos, ella gritó fuertemente. Sin embargo, Albert sólo se asomó allá e inmediatamente se hizo atrás de esta ventanilla del universo, es decir, de esta superficie plana invisible que es escondida en todas partes.
          -¡Nadia, no tengas miedo! - él la consolaba, pero estaba tosiendo fuertemente a la vez. Es un fenómeno óptico. Cuando penetremos a través de otra dimensión, se hace visible no sólo lo que tenemos afuera, sino también lo que está dentro de nosotros. Cuando lo hice rápidamente, no lograbas notar nada, pero ahora acabo de asomarse allá y de hacer correctamente, - él decía, tosiendo todo el tiempo. El apartamento es atestado por el gas lacrimógeno. Ahora voy a ir allá para romper las ventanas en mi propio apartamento. Es la cosa tontería, creo sin saber capturarme, ellos prueban todo.
          -Sólo espérame un poco, es muy importante, el viejo dijo y rápidamente regresó con “Walther” de su sucesor, entregándolo a él y diciendo:
          -Ten más cuidado, aunque estoy seguro de que sus trampas no son mortales. ¿Qué es el olor de este gas?
          -Es semejante al gas en las gas-pimientas.
          -Aunque ellos trabajan en FSB, pero son tontos a pesar de eso. Puede ser, es posible los comprendo. Ellos te perdieron y si alguien que se ahogara aferrándose hasta de una paja, no lo sería correctamente considerarlo cómo una tontería.
          -Oh, ¡cómo tengo miedo para él! - Nadia exclamó.
          -Sin embargo, no tenga miedo, - y añadió volviéndose a Albert:
          -Y tú debes cuidarte más. ¿Vés qué belleza se preocupa por ti? Ella no es la única que te necesita a ti. Tendré que salvar a toda vuestra compañía, pero siendo solo, puedo no tener las fuerzas suficientes para cumplir todos los asuntos.
          -No os preocupéis. De hecho, todo depende de mí, por lo tanto, seré con cuidado. Sin embargo, esta vez, entraré allá desde la calle, voy a vestirme, porque allá también el invierno y frío.
         Después de vestirse con la chaqueta y poner las armas a bolsillos, es decir, la pistola “Walther”, las gas-pimientas y el hacha en el seno, él despareció y apareció en la región de Moscú, delante de su casa. Encontró piedras y empezó a echarlos, rompiendo las ventanas en el apartamento y después de romper todos, subió las escaleras y abrió totalmente la puerta. Un olor acre vino desde el apartamento, picaba los ojos. Sin encontrar nada para fijar la puerta, él puso el hacha debajo de ello. Pronto la corriente de aire debía cumplir su trabajo. Albert regresó a su asilo de Siberia. Los todos sintieron aliviada.
         -¿Y cómo allá?
         -De hecho, es semejante al gas CS. Después de ventilar, traeré los esquís. Compraré los para Olesya. Conozco una buena tienda afuera de San Petersburgo sin desorden ni colas bestiales, incluso hay una pequeña variedad de bienes.
         Cuando Albert regresó al apartamento ventilado, palabrotas oídas desde las escaleras lo hizo prestar atención.
         -Un loco vive allí. Él hace algunos experimentos, bombea gas de tal manera que tenemos que abrir las ventanas en el invierno. Ahora está rompiendo las ventanas. Menos mal que en su propio apartamento.
         -¡En la época del poder soviético, le mostrarían a él, de qué se trata! Es ahora que ellos se hicieron un lodazal. ¡Debido a Eltsin, maldito, con su democracia!
         A escuchar era divertido, pero no era interesante. Albert traía por turnos los esquís de Nadia y sus propios. Para los esquís de Olesya, Albert “voló” a San Petersburgo y regresó con la compra. Bien podía tomar los esquís consigo si se aferrara a ellos, los sosteniendo a lo largo del eje central de sí mismo, verticalmente. Albert recordó con pesar que él podía de la misma manera tomar el rifle que había confiscado del francotirador enemigo en el techo en el momento del golpe de estado.
         Por supuesto, Olesya no estaba en la casa. Podía explicarlo que antes de eso, ella tenía que estar en la casa sin salir. Desde el momento de aparecer de los “inquilinos”, la permanencia de ella en la casa de Paul ya no podía provocar las sospechas. Antes, ella bien entendía que debe esconderse para su propio bueno, ahora tenía la libertad completa de moverse y disfrutaba por ello. Pronto ella vino del frío, estando sonrojada y siendo contenta.
         -Ellos los ambos están fatigados, vamos a dejarlos permanecer en la casa, e iremos para poner la pista de esquí. Tengo los esquís de caza en el cobertizo, voy a traerlos.
          Después de decirlo, Paul salió y regresó con los esquís. A Nadezhda no gustaría ir al bosque con Paul. Aunque ella no esperaba ninguna sorpresa de Paul, bien sabiendo que Paul gastó toda su energía para Olesya cada noche. Sin embargo, ella no podía garantizar por esos que iban a dejarse, pero acaba de avergonzarse de rechazar sin decir la razón. Y en especial, expresar las sospechas entre amigos que se comportaban amablemente. Ella dijo sólo:    
          -Pronto va a comenzar a oscurecer. No caminemos largo. Deja Albert sí mismo pondría la pista por distancia más larga en la vez siguiente. Es joven, fuerte.
          -No voy a caminar largo. Dos kilómetros ida y dos vuelta. En una hora estaremos en la casa.
          Pronto ellos salieron. Al principio, Olesya tomó el primer libro que cayó a las manos y fingió como si lo leyera. No obstante, pronto ella puso el libro atrás diciendo:
          -No sé la razón, Alik, sin embargo, no me gustaría leer en este momento. ¿Tú te ofendes que apago de llamarte Alik en vez de Albert?
          -No veo gran diferencia. Son prejuicios, pero somos amigos.
          -Voy a estar franca contigo, como un amigo. ¿Puedes oír, como retozamos en la cama con Paul cada noche? Sé que oyes. Él me gusta, pero eso no es suficiente para mí. Sin embargo, no quiero forzarlo, porque tengo miedo por la salud de él. Si él muriera, entonces yo también moriría.
          Albert bien sabía de la inclinación de las chicas jóvenes de hablar tonterías de su propia muerte para que llamaran la atención a sí mismas. También sabía cómo esta conversación terminará y esto aceleró la excitación. En este momento, Olesya estaba ocupando todo el mundo interior de él. En este momento todos sus sueños y pensamientos fueron centrados sólo en ella, pero él le intentaba no mostrarlo a ella.
          -Una vez, he escuchado, como hablabas con Paul sobre la libertad de moral. Aquí voy a verificar, si fueras libre de hecho o sólo en palabras.
          Después de decirlo, ella empezó a liberarse gradualmente de toda la ropa. Albert estaba mirando a ella, sin estar tímido, ni apartaba los ojos.
          -Así que, ¿soy hermosa? - ella preguntó después de quitar un bañador verde y ajustado.
          ¿Es que dudas de esto?
          -Un momento, - ella puso el bañador de nuevo. - ¿Me queda ello bien?
          -En tu edad, toda la ropa te queda bien.
         El bañador fue quitado de nuevo y dejado de lado.
         -¡Inventé! Pareciendo de tal manera delante de tí, voy a te estar mirando en los ojos. ¿Crees que soy capaz de hacerlo?
        -Mira.
         Ella ojeó a él, de manera de una boa. Sería ridículo, pero la risa no era la cosa principal en este momento. Él empezó a mirar a ella entre las cejas.
         -Mirando mis ojos, dime, si me amas.
         -Amo todas vosotras, porque cada chica expresa sin repetir, la belleza del universo, la gloria de toda la creación y la gloria de Creador.
         -Ahora voy a hacerlo desde distancia más corta, - diciéndolo, ella se acercó más hacia él, alcanzándolo y se sentó en el regazo de él, justo sobre el pantalón. La figura de ella era semejante a ésta de Sveta, sólo los pechos eran más pequeñas, si no, en la oscuridad él podría confundir a ellos. Sin embargo, a la luz, las caras y colores de pelo eran muy diferentes. Olesya era rubia con los labios carnosos y azul-grises ojos, grandes y expresivos.
         -¿Sabes que me has excitado fuertemente? Estoy sintiéndolo.
         -¿Lo haces con todos los hombres?
          -No. Sólo en presencia aquellos que son libres de los prejuicios. El resto no es digno de contemplar mis encantos. Deja recibirlos a ellos lo que concuerda con su propia ideología. Si ellos  afirman como, si el sexo no fuera, deja les a permanecer sin ello. Puede ser, ellos creen que soy una puritana. No me importa a ellos ni lo que ellos piensan. Sin embargo, ¿por qué estás confundido? ¿Tiene yo que violarte o te darás de buen grado? ¿Quién es macho de nosotros ambos, tú o yo?
          -Yo creía como si tú quisieras sólo hablar. Si no es así, ¡entonces mira! 
          -Miro.
          Rápidamente, Albert se quitó toda la ropa, un minuto todavía no pasó. Examinándolo, ella exclamó:
          -¡Es grandioso!
          -¿Consideras tú así? Entonces acércate.
          -Avena no viene hacia caballo.
          Albert sólo se movió un poco hacia ella y ella empezó a correr de él a través de toda la casa, riendo fuerte y alegremente.
          -¿Qué será si viejo Paul regresa más temprano?
          -No te hará nada.
          -No obstante, ¿qué hará él a ti?
          -Lo verás.
          -¿Tienes miedo?
          -Tengo miedo y no lo tengo a la vez.
         Finalmente, él la atrapó y abrazó. Ellos se besaron con avidez y pasión. Él estaba agarrándola muy fuerte y “oh oh” pronto sonó, lo que fue oído antes cada noche. Siendo ligera, ella estaba dándose a él, justo pendiendo en alto. Las manos fuertes estaban sosteniéndola de una manera semejante a una anaconda. También “oh oh” final sonó pronto.
         Los ambos, estando ya agotados, se sentaron a la cama a donde Olesya previsora puso a tiempo una sábana doblada en cuatro. Durante a cerca de cinco minutos, ellos estaban sentados relajándose. Olesya estaba primera que interrumpió el silencio:
         -Vosotros también me gustáis, cada de su propia manera, pero el viejo me gusta más bien. Estoy de acuerdo que cada uno de vosotros expresa la belleza del universo y la gloria de Creador de su propia manera, pero no está sólo lo que las personas observadas tienen la belleza diferente, sino tampoco aquellos que contemplan, ellos tienen los ojos diferentes. Cada uno ve sólo una parte estrecha del espectro. Además de Dios, no hay ningún contemplador que fuera capaz de ver todo el espectro completamente. Tus ojos no ven la belleza de gente vieja, especialmente a aquellos que son bien conservados, tampoco ven una cosa más. No obstante, mis ojos no ven lo que tú ves. Nuestros “espectros”, cruzándose de lados diferentes, forman una franja estrecha y en esta franja podemos encontrar algo compartido, pero fuera de la franja lo que es comprensible para uno, ello no es comprensible para otro. Creo que eres hermoso, pero los ojos casi no te ven. Ellos te verán en todo tu esplendor sólo cuando tú te pondrás cano y te cubrirás de arrugas. Así que, esos que prefieren tener el único partner, no son siempre monógamos de hecho.
          -Veo que eres una chica lista. Aunque esta teoria no es la tuya, yo sé el origen de ello, es una lección que has aprendido y tú lo acabas de aprobarla y mereces recibir justo el cinco (la mejor evaluación).
          -¡Pero yo le pondría a ella la unidad (la peor evaluación) por comportamiento de ella! - la voz enojada de esposa sonó. - ¿Qué pasaría si voy a tirarte del pelo ahora?
          -Nadia, deja lo para mí, - Paul que la acompañaba, intervino. - Voy a castigarla severamente. Estás enojada, teniendo el deseo de doler a ella, pero pronto incluso compadecerás de ella e intentarás me parar. No eres única, sino yo soy también que tuvo pérdida, debido a lo que llamas como engaño. ¡Hey, belleza! No te escondas allá. No, déjate desnuda como estabas y ven aquí para retribución. ¡No te cubras con las manos!
          Olesya tembló y enrojeció, bajando la cabeza. Siendo desnuda, vino para observación de todos, sin levantar los ojos. En este momento Albert ya casi se ha vestido y no le impedía nadie.
          -¿Tú te confiesas culpable?
          -Sí.
          -¿Sabes lo que mereces por eso?
          -Sí.
          -Trae todo habitualmente debe traer en los casos semejantes.
          Toda desnuda, Olesya salió a la veranda pequeña y fría. En primera vez, ella trajo una banca larga. Durante la escala segunda, el sonido de agua vaciada fue oído, después de eso Olesya trajo una pequeña tina, cubierta por la madera contrachapada. Nadya ya estaba adivinando que va a pasar ahora. Olesya salió una vez más y trajo de donde unos trozos de cuerda, un poco más gruesas que esos, para colgar la ropa. La cabeza de ella todavía estaba bajada, el rojo no despareció de la cara, pero Albert, siendo informado, mirando con atención, notó que ella está escondiendo la sonrisa astuta y beatífica. El viejo quitó la madera contrachapada, pero Nadia no estaba sorprendida, porque vio en la tina lo que esperaba ver: las varas de abedul, bien mojadas. Obedeciendo, Olesya se acostó sobre la banca permitió atar a sí misma. Era visto que las manos estaban temblando.
          -Lo has ganado, belleza, - el viejo pronunció. - Vamos a comenzar, Nadia. Dale bien veinte veces a ella y el resto ella recibirá de mí.
          Nadia tomó una vara larga y sin reflexionar azotó a la chica rival, atrapada en el acto de pecado. Olesya cerró los labios y se estremeció, pero estaba callando.
          -Yo acaba de empezar. Pronto cantarás, te ayudaré, - la esposa ofendida de Albert dijo entre dientes. E inmediatamente la vara flexible silbó en el aire tres veces más. Finalmente, después del cuarto golpe el largo “oh oh”, lo mismo cómo durante las alegrías de amor, interrumpió el silencio. Olesya daba vueltas con la cabeza a la izquierda y derecha, era posible, el cuerpo estaba buscando la salida de esta trampa incomprensible y dolorosa sin darse cuenta de lo que ocurría. Encontrando el contacto visual con el vistazo enojado que la quemaba, es decir, con este vistazo de la mujer rival, ella empujó la cara contra la banca de madera de nuevo.
         -¿Y qué? ¿Suena difícil? Vos a ser como una cebra, rayada. Ten más aún, - después de estas palabras, la vara estaba silbando entre el silencio complete, marcando sus visitas por las ronchas claras, de espalda en el nivel de cintura hasta las piernas largas en el nivel de rodillas. El largo “oh oh” repetía ahora después de cada golpe y cuando inspiraba, un nuevo sonido que era semejante a grito, fue agregado. El cuerpo hermoso de Olesya que fue enredado con cuerdas, estando se estremecía cada vez más, pero en vano. Ella estaba atada concienzudamente. El viejo hizo una señal por la mano para parar después del golpe vigésimo.
         -Estos eran sólo los acordes de introducción, mi belleza. Ahora yo mismo voy a tratarte.
         Olesya suspiró profundamente y miró con amor al verdugo nuevo.
         -Sé que eres bonita. Sin embargo, debería azotar tal chica más frecuentemente, para que se hiciera más bonita.
         El viejo levantó la mano, Olesya empujó la cara contra la banca de nuevo y se encogió de todo el cuerpo. Ella sabía que ahora el maestro ha tomado las varas en las manos. Él la azotó unas veces y ahora el gemido del dolor sonaban en vez de erótico “oh oh”, aunque los golpes no eran más fuertes.
         -Mira, Nadia. Tú te enojabas, levantabas la mano arriba, pero sólo deberías saber unos simples secretos. Tu vara caía de plano sobre el cuerpo, pero yo sostengo la vara de tal manera que la punta de ello como si volviera la esquina. Estoy de pie en este lado. Ve al otro lado y míralo.
         Nadezhda fue del otro lado y vio inmediatamente la diferencia. Las ronchas que ella hizo, eran regularmente rojas del principio al fin, pero ésas que fueron hechas por el viejo, no eran tan largas, incluso un poco más pálidas del principio, pero hasta el fin, ellas eran cada vez más gruesas, se hacían más rojas se terminaban como un punto rojo-brillante, casi de sangre. A pesar del diálogo que interrumpió el castigo, Olesya se retorcía, gemía un poco y apretaba los dientes.
         -Cesa fingir una actriz antes de que sucedan. Ahora, ¡vamos a divertir juntos tan genial! - diciéndolo, el viejo la azotó cinco veces diligentemente y frecuentemente, casi sobre el mismo lugar de nalgas. Olesya aulló. Después de esperar un poco, dirigió a otro lugar y pronto cinco ronchas que casi se unieran juntos, sangrando un poco en los fines, se marcaron allá. Después de dos veces de tal cincos, Olesya gritaba cómo una alumna de escuela que tiene once años. El viejo la azotaba, cambiando frecuentemente las varas, sin prestar atención a los gritos de ella. Luego se paró de repente.
         -Así que, recibiste veinte de Nadia, cuarenta de mí. Descansa un poco y yo te daré la porción segunda, cuarenta más.
         Inmediatamente, Olesya cesó de gritar, sin embargo la parte de banca que dejaba contra su cara, ya estaba mojada de las lágrimas.
         -Escucha, diablo viejo. Puede ser, ¡cesarás atormentar a la moza! - Nadia indignó.
         -No te interfieras. Tal amor cruel es entre ellos, - Albert intervino.
         -¡Debes estar bromeando! ¡Amor!
         -¡El amor tiene razón siempre! ¡El amor es hermoso siempre! Simplemente nuestros ojos no son perfectos suficientemente para ver este aspecto del amor.
         -¿Acaso es amor?
         -Sí. Hasta que un individuo no empieza a arruinar a sí mismo ni a otro, es amor. ¿Has leído sobre Eloiza y Abelar?
         -No.
          -Es el hecho histórico, - el viejo juntó a la conversación. - Siglo undécimo. 
          -Interesante, debo conocerlo a veces. Vive y aprende.
          -Vamos a la habitación, para estar sentado un poco.
          Todos fueron a la habitación y se sentaron en sillas. Olesya estaba acostada en la banca sin hablar. En diez minutos, de nuevo los todos vinieron a ella.
          -¿Qué tienes, mi cariña, estás exhausta?
          La víctima dijo lo que los visitas no esperaban oír:
          -¿Sabes que merezco estar azotada a menudo?
          -Entonces vamos a continuarlo.
          De nuevo las varas flexibles cantaron, clavándose animadamente al cuerpo joven y elástico de Olesya. Y de nuevo el aullido de chica estaba sonando dentro de las paredes de casa vieja de madera. Cuando eso terminó, el viejo la desató rápidamente y Olesya de nuevo se comportó de la manera inesperada. Ella se puso de pie inmediatamente y abrazó, cayendo sobre el cuello de su atormentador, diciendo:
          -¡Gracias por la enseñanza, mi mago, mi querido! ¡Cómo te amo, te amo! 
          Ellos besaban con pasión, como las amantes. Él estaba vestido y ella, desnuda y azotada, estaba lista para estar colgándose sobre él. De hecho, ellos eran amantes.
          -¿Recuerdas, Olesya, mi cariña? - Paul volvió a ella, - mañana cumpliré noventa y cinco años.
          -¡Oh, olvidé! No sé, cual regalo debo darte.
          -¡Mi mejor regala es misma ti, - el viejo no dijo, sino cantó esta línea de canción desde una película de animación conocida, imitando al actor.
          -No podemos dejarlo sin atención, - dijo Nadia que estaba lista para luchar contra el cumpleañero hace un cuarto de hora.
          -Yo tengo el dinero. Puedo dar a sí mismo lo que sea.
          -El dinero no es principal. Debemos presentar a ti algo, al menos simbólicamente. Ahora voy a volar a Moscú, aquí y allá, - Albert anunció.
          Sin avergonzar en absoluto, Olesya desnuda estaba de pie e intentaba mirar detrás de la espalda tan lejos como sea posible, para examinar las ronchas. Finalmente, ella se vistió. Albert ya se vistió para salir y, saliendo a través de la puerta, para que Olesya no viera la teleportación, despareció. En media hora, él regreso con el bolso lleno y entregó al viejo a las manos, pronunciando las palabras de felicidades, el videocasete “Historia de O”. Sacó del bolso tres pasteles pequeños, la salchicha, queso, té de Ceilán de primera calidad.
          En media hora más, los todos estaban sentados en la mesa, bebían el té y veían la película. El mundo inventado de Pauline Réage no podríamos considerar como un mundo sin problemas. No obstante, lo comparando con el mundo real, estos problemas eran de juguete y no oscurecían, sino embellecían la trama romántica. El acompañamiento musical como si afirmara que el amor es hermoso, incluso el amor de tal clase que no cada persona podría comprenderlo.
          La película le gustaba al viejo. Observándolo, como él parecía, mirando la película, se hizo claro que Albert dio en el blanco con la regala. Sin embargo, la película gustó más aún a Olesya, también eso fue visto. Ella estaba inmóvil, saliendo completamente a la trama y ya le parecía a ella como si ella misma estuviera azotando con disfrute malévolo a la amiga Yvette, como si ella misma, siendo feliz, viajara en barco con el señor Stefan y ella misma preparara psicológicamente a otra amiga Jacqueline para mandarla a Roissy.
          No había nada que podría sorprender a Albert. Aunque, las inclinaciones sadomasoquistas no eran conocidos a él, él era capaz de comprender “teóricamente” a los protagonistas de película y no sólo los toleraba a ellos, sino incluso los aprobaba y saludaba mentalmente a ellos, ponía a ellos más arriba que el resto de la gente, porque ellos seguían sin hipocresía a su propia naturaleza.
          La música gustaba a Nadezhda. Ella veía la película como un cuento de hadas, sin olvidar que la trama fue inventada y los actores la estaban jugando. Sin embargo, cuando la película se terminó, una idea se ocurrió a ella que los todos que estaban ahora en la misma habitación con ella, no son actores, sino las personas reales de la vida real. No obstante, ¿qué artimañas acaban de hacer ellos? Como si ella viera un sueño extraño sin poder conectar totalmente el contenido. Ellos vivían tranquilamente y de repente resultó hacerse refugiados. Ellos son refugiados, pero viven en la situación económica de tal manera que, aquellos que se dejaron al hogar, si ellos lo supieras, envidiarían. El viejo Paul, tan amigable, tan sabio y es creyente, había pasado a través de tal escuela de la vida, y resulto ser un malhechor que coge y atormenta a una chica que podría ser su bisnieta. No obstante, de repente resultó que la chica ella misma, probablemente, estaría lista para matar a cada uno que osaría atacar a su atormentador y ella misma no puede se imaginar la vida sin él. Ella que es tal simple y amigable, de repente seduce al marido, por cierto con éxito, cuando ella sólo durante la hora se ausentó. Lo que parecía imposible conectar uno con otro, de repente resultó estar juntos. Parece, lo que no debe ocurrir, sino ocurre contra las leyes que ella sabía siempre. Incluso, en cuanto a las leyes firmes de física, parece como si ellos también fueran violados. Ella fue echada al mundo, donde no puede orientarse de ninguna manera.
          Albert la amaba, la salvaba de los enemigos. Y él mismo Albert la engaña. En situaciones semejantes, la gente normal indigna, se enfría, se divorcia, a veces comete un delito. Cuanto a ella, después de eso Albert se hizo más aún cerca, más aún precioso para ella. Ella siente que ahora ama a él más fuerte. Cuando ella vino y vio el engaño, dijo unas palabrotas a Olesya, pero ahora ve que eso era falso. Ella se indignó sólo de la razón, porque hay una costumbre en la sociedad de indignar en las situaciones semejantes. De hecho, ella entendía que Olesya todavía continuaba de ser su amiga, con la cual ella puede simpatizar y estaba lista para abogar por Olesya durante el castigo. Ahora ella comprendió que ella no es capaz de orientarse no sólo en los eventos externos. Ella no podía orientarse incluso dentro de sí misma.
          -Yo sé tus problemas, - el viejo dijo repentinamente, volviéndose a ella. Desde la juventud    decían a ti las mentiras, cómo funciona el mundo. Todo esto resultó ser un mito. Y lo que parece a ti un mito, de hecho es la vida real. Sin embargo, es la vida real sin máscaras, sin hipocresía, sin filtro.
          -Y sólo por esta razón, nuestra comunidad formada de los cuatro nosotros aquí y de las tres que dejaron en Moscú, es única. Has acostumbrado al mundo de las hipócritas muertos. Ahora tus tareas son para acostumbrarte al mundo de vivos. Acéptalo, vive en ello y verás, cuan ello es mejor. Porque eso era el mundo de muertos, pero ahora tú empiezas a conocerte el mundo de vivos, - Albert llegó a la conclusión.
El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/02/13/1234

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