вторник, 28 августа 2018 г.

Capítulo 3. Visita. La teleportación. Parte I.

          Albert abrió la puerta de un tirón. No había cómplices. El desconocido entró por la pueta y dijo distintamente, sentiendo seguro de sí mismo:
          -Paz a vuestra casa, - él se inclinó ligeramente, puso el bastón a la esquina, puso el móvil al gran bolsillo del albornoz. - En seguida me presento: viejo Paul, también podéis llamarme simplemente Paul. Voy a hablar tuteando. Y vosotros podéis hablar conmigo de la misma manera. ¿Cómo las cosas funcionan en su casa? ¿Debo quitarme los zapatos?
          -No hay necesidad. Ahora fuera hace secamente y limpiamente. Entra como eras, - Nadezhda dijo, luego sonrió, mirando al marido:
          -Alik, no olvides de proponer la silla al huésped, sino parece que estuvieras volando dondequiera que en las nubes, - la esposa se alegraba que a la vez de todas las imágenes que ella ha imaginado, ella les imaginaba uno peor que otro, pero ninguno de estos imágenes terribles no estaba semejante a viejo Paul.
          Sin embargo, Albert fue sorprendido más y por eso: no había dudas que él estaba hablando por teléfono sólo con este viejo y con nadie más. La voz perteneció claramente a él. No obstante, había un hecho sorprendente que este desconocido extraño, pareciendo tan obsoleto, como si viniera desde un otro tiempo semejante al siglo XIX y a la vez él entendía muy bien el habla de Albert, qué era moderna, compleja, un poco intelectual, un poco con la jerga y respondía tan correctamente. Viejo Paul dejaría atrás por nivel de conversación no sólo sus contemporáneos, sino incluso la gente de la misma edad que Albert. Esto contrastaba fuertemente con el más estúpido sector de la población en la tierra que había sobrevivido el Gran Terror en su edad razonable. El viejo entendía a él todavía por teléfono, mientras él tenía que descifrar, simplificar, exponer, repetir cada frase a la gente de la edad de Paul. Ellos podrían confundirse incluso en tal nociones, como a la derecha y a la izquierda. A la vez con esto, en la apariencia del desconocido no había nada desde lustre del oficinista partido y burócrata. Él sería visto armoniosamente en muchos paisajes diferentes de la naturaleza, él parecería natural entre los bosques, los campos, las montañas, pernoctando alrededor del fuego, caminando por el camino muy tortuoso y muy largo, es posible, es como toda su vida de lo mismo largo, a veces rezando o meditando, exponiéndose a las caricias de la naturaleza terrestre que son duros y endurecimientos. Sin embargo, en una oficina de cualquier establecimiento soviético él sería visto más extraño que un oso polar en el Mar Caribe. Sus movimientos eran asegurados y cómo del hombre joven, su mirada era viva y expresiva. Si tiñera el cabello a él y quita las arrugas, entonces parecía como si él tenga cuarenta años, no obstante, sin ser embellecido, fue visto que hace tiempo él paso sobre una barrera de sesenta años.
          -Bueno, toma asiento, viejo Paul, sé mi huésped, - Albert pronunció, pasando a la cocina y extendiendo la silla, afectuosamente y sin cualquier ironía. Desde principio él decidió aceptar el juego que el viejo extraño imponía, posteriormente todo será visto de las circunstancias.
          -Vine deliberadamente en presencia de la dueña, - el caminante comenzó, asintiendo al lado de Nadia. - Porque si yo viniera cuando estuvieras solo en la casa, lo sería visto como si comencemos alguna cosa dudosa. Algunas cosas puedo narrar en su presencia, pero no los todos.
          -No tengo secretos de ella.
          Usando una mirada, viejo Paul dio a entender que no creyó. Nadezhda no tuvo tiempo de notar nada, porque él lo hizo precavidamente y pronto. Inmediatamente su cara regresó a la expresión precedente.
         -Tengo que mantener unas cosas en secreto por la seguridad de ella misma.
         -Lo siento que esté interrumpiendo, - de repente Nadia empezó a decir, sin atreverse de tutear con el viejo. - ¿Se relaciona esto con mi amiga Svetlana o el negocio de su novio?
          -Lo juro que no lo tiene nada. La cosa que tienes miedo, ella puede ser vencido fácil como un mosquito molesto.
          -No obstante, hablando con usted, Albert pronunció el nombre de Sveta.
          -Mira que está pasando. Permite mí que lo narraré en orden. No he venido aquí para tomar algo, sino al contrario, a dar. Estoy enfermo con una enfermedad incurable y mortal que tarde o temprano cada de vosotros enfermará.
          Los oyentes se hicieron estresantes.
          -Esta enfermedad es la vejez.
          El suspiro de alivio sonó. Albert entendió que el viejo tiene razón y sentía un descontento ligero contra sí mismo que nunca adivinó a echar un vistazo a la existencia desde punto de vista, tan paradójico y correcto a la vez.
          -Deja que la dueña no piense como si yo evite de responder. Turno de Sveta va a ser después. Al principio sobre la vida. Sobre la vida terrestre. Ciertamente, he aprendido mucho durante de la vida, pero no lo está suficiente pala el nivel de Buda. Es posible que mi opinión de la vida terrestre difiere de vuestro, pero hay un parecido entre nosotros: la vida terrestre todavía continúa a interesarnos. La mayoría de la gente son recomendadas por los más experimentados maestros espirituales a adherir el nivel que ellos han alcanzado, pero no fingir ser Buda o Cristo prematuramente.
          La vida terrestre me atrae como el más interesante espectáculo. Por ejemplo, considero el suicidio como un lanzamiento las piezas de ajedrez desde tablero en el más interesante momento del juego. Al parecer, Señor también considera. El suicidio no fuera un pecado si Creador no querría continuación del juego interesante. Y si los conocimientos que yo había adquirido con tal dificultad, llevara a la vuelta conmigo, a la eternidad, al campo de información, sin dar a manifestarse en la vida terrestre, entonces este gran espectáculo perdería varios marchas muy interesantes. La conclusión es simple: debo dar mis algunos conocimientos secretos a alguien.
          ¿Ha dado Señor a nosotros la mente maravillosa e intuición, para que daríamos un tesoro precioso que hemos encontrado y que puede convertirse en arma terrible en algunas manos, a una primera persona que está pasando?
          Entonces, dueña, puede estar orgulloso de su esposo. Él ha resultado la más apropiada persona desde mucha gente. Él sólo desde el gran número de la gente ha resultado merecido a hacerse mi sucesor. Para hacer tal conclusión, antes, yo tenía que aprender mucho sobre él, incluso parece que más mucho que él mismo sabe de sí. A saber de él, significa saber de todo su círculo de conocidos, de ti, de los padres, también de las amigas de ti. Conozco Sveta morena, Valia con gran ojos, Lena con pecas. Sé que tiene lugar en la cooperativa de Tolik que es un amigo de Sveta y ayudaré a resolver el problema. En cuanto a la enseñanza secreta, podemos compararle con la bomba atómica. Lo conlleva gran fuerza y gran peligro, si no tratarlo cuidadosamente.
          -¿Cuándo has logrado verificar tal gran número de la gente? - Albert preguntó.
          -Ibídem, en el metro. Tú y pequeño número de personas más desde mucho mil que han logrado pasar la prueba bastante simple: mi hipnosis no funcionaba con ellos. No obstante, yo lograba inspirar al resto, como si no existiera ni mí, ni cajón. Aquellos que insertaban el dinero, ellos lo hacían inconscientemente, mecánicamente e insertaban tal cantidad que no se darán cuenta posteriormente. Sé y poseo por maneras más eficientes de ganar dinero, pero mi objetivo era a  verificar gran cantidad de la gente por semana por prueba del hipnosis. Ser capaz de estar sin ceder al hipnosis, ello es la más valiosa cualidad. Si toda la gente lo estuviera, no sería posible ningún comunismo, ningún fascismo. Incluso no podrían crucificar a Cristo, porque entonces sabrían que hicieran y los iniciadores de la pena capital estarían en la minoría. Sin embargo, de hecho ellos no sabían que hacían, pero en vez de ellos, alguien otro lo "sabía". Las muchedumbres estaban en condición de la psicosis colectiva en todas tal cases. Ellas eran y son inspirados por la realidad desfigurada. Pero casi no es posible imponerlo a ti.
          -Todavía, ¿por qué me había desmayado?
          -He apagado tu consciencia. Hacerlo más fácil que imponer una tontería.Yo tenía que detenerte, de lo contrario confundirías todas las cartas a mí y después de esto, publicaciones de un fenómeno anormal en el metro aparecerían en la prensa que sería bastante inoportunamente.
          -Sin embargo, ¿qué si la pasma me discapacitara por la porra?
          -Él resbalaría y tenía una mala caída. Sin discapacitar, pero no podía levantarse largo. Así, posees gran talento: no puede ninguno imponerte una tontería. Teniendo esta capacidad, mereces poseer las otras capacidades que dan la fuerza. No aplicarás esa gran fuerza, bajo influencia de alguien, sino únicamente por iniciativa propia. Así, ningún podría usarte para sus propias objetivos, cómo un arma.
          -¿Y qué sobre esos los otros? Decías que había varias personas más que no han sucumbido a tu hipnosis. ¿Es así?
          -Dos de ellos no estaban equilibrados. Si un arma terrible cayera en sus manos, ¿das cuenta de lo que ellos habrían hecho? Uno de ellos no es inteligente suficiente. Pero un cuarto de ellos está fichado por mí. Quizás, cualquier día en futuro él se hará tu sucesor. Él es prometedor, pero muy joven y sin experiencia. La vida lo enseñará hasta que él llegue a tu nivel, entonces podrás empezar a trabajar con él.
          Nadezhda preparaba el té durante de la conversación, escuchaba y se maravillaba. Ella ya vertió el té a las tazas para tres personas y preguntó al fin:
          -Alik, ¿por qué no hablabas nada a mí sobre el metro?
          -¿Es ello, para que deje a ti llenar de dudas, si soy un loco o un contacto, sin saber con quién o con qué?
          -Pues, al menos gradualmente, para que yo pueda ahondar.
          -Él mismo, sólo empieza ahondar, - el viejo intervino.
          El timbre de la puerta sonó de repente.
          -Es Sveta. En mañana ella ha prometido venir.
          -En pro de la causa, sería mejor si ella a mí no viera antes que necesitaríamos. Voy a ocultarme en cuarto de baño, ¿hay alguien está en contra de esto?
          -Nadie en contra.
          El viejo cogió el bastón, fue al cuarto de baño y abrió el agua. Sin cerrar la puerta. -
          -¿Se puede esconderse así? - Albert susurró irritante.
          Finalmente, la puerta estaba abierta. De hecho eso era Sveta. La expresión facial estaba preocupada.
          -Saludos! Oh, justo ahora he resbalado y manchado las manos. Voy a lavarles, - lo diciendo, ella fue también al cuarto de baño.
          Fue tarde a detenerla. Ellos ya culparan el uno al otro mentalmente que perdieron el momento y no dijeron a Sveta a ir a la cocina, donde también el grifo con agua estaba. Como por inercia, ambos se lanzaron al cuarto de baño en pos de ella. Sveta estaba machando las manos, como de costumbre, y echó un vistazo sorprendido a ellos. Excepto a ella había nadie en el baño. Tres tazas con el resto del té todavía estaban de pie en la cocina. Nadia vertió imperceptiblemente el contenido de una de ellos y la puso junto con el platillo al armario.

El texto original en ruso: https://www.proza.ru/2010/01/07/233

Capítulo siguente: http://unasbagatelas.blogspot.com/2018/08/capitulo-4-no-es-para-corazones-debiles.html

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